Antonio José (1902-1936) nació en Burgos el 12 de diciembre de 1902. Su nombre completo era Antonio José Martínez Palacios. Hijo de una familia humilde, desde pequeño mostró predisposición por la música. Inició sus estudios en 1909 en la escuela de música de la iglesia de los jesuitas de San Lorenzo. Sus profesores fueron el maestro de capilla Julián García Blanco y el jesuita José María Beobide.
Entre sus primeras obras escritas para piano se encuentra la "Sonata en sol mayor" compuesta en 1916. Viendo sus aptitudes musicales en 1920 es becado por la Diputación Provincial de Burgos para ampliar sus estudios en Madrid, conociendo al maestro Jacinto Guerrero. Compone entre 1920 y 1922 la "Sonata castellana" para piano, que después sería la base de su sinfonía.
La “Sinfonía castellana" fue compuesta en 1923 empleando los temas de su anterior sonata a los que añade nuevos elementos o sea que no se trata solamente de una orquestación de su anterior sonata.
El primer movimiento, el campo, allegro, escrito en forma sonata tiene su primer tema de carácter folclórico extraído de la recopilación titulada Folclore de Castilla o Cancionero popular de Burgos, publicado en 1903 por el padre Federico Olmeda de San José, que había sido organista de la Catedral, un profundo conocedor del folclore burgalés. El tema deriva hacia un aire de danza. El segundo tema proviene del primero siendo de naturaleza lírica. Después de un sencillo desarrollo la recapitulación termina con una breve coda.
El segundo movimiento, paisaje de atardecer, andante con calma, tiene un carácter impresionista alejado de los elementos folclóricos. Es de carácter bucólico, empleando el arpa y la flauta de un modo que nos recuerda a Debussy. El tema crece hasta instantes románticos para terminar con la sencillez inicial.
El tercer movimiento, nocturno, lento, tiene la particularidad de ser un nuevo movimiento lento. Posee cierto carácter descriptivo, con el deseo de representar una tranquila noche de verano. El tema principal de carácter lírico se repite a lo largo de todo el movimiento de un modo bastante reiterativo. Vuelve a utilizar el sonido del arpa. El tema lírico interpretado por el violín finalmente es recogido por la orquesta de un modo más apasionado. Una tranquila coda nos devuelve a la forma inicial.
El último movimiento, danza burgalesa, allegro vivo, regresa al ambiente folclórico extrayendo sus temas nuevamente del Cancionero de Olmeda de San José. Se basan en dos canciones populares, ¡Esto sí que va güeno¡ y Échate, niño, que viene el coco. El tema principal consiste en una danza festiva burgalesa que es interrumpida por un episodio de carácter lírico, para regresar a la danza inicial.
Una sinfonía que se basa como se ha dicho en la orquestación de su anterior sonata, añadiendo coloridos elementos sinfónicos y motivos impresionistas. Puede ser considerada como su obra sinfónica más importante.
En 1923 Antonio José compone la "Sonata Alla Clásica en do mayor", que como dice su título se ajusta a los moldes clásicos. De carácter folclórico son las "Danzas Burgalesas", la primera de las cuales terminó en 1922, siendo similar al último movimiento de su Sonata Castellana que se convirtió finalmente en el último tiempo de la Sinfonía Castellana de 1923. La segunda danza burgalesa fue compuesta en 1923. La tercera escrita en el mismo año también utiliza elementos populares.
El "Poema de la juventud" que lleva el título alternativo de cuarta sonata para piano se terminó en 1924. Antonio José desde 1925 hasta 1929 trabaja en el colegio jesuita San Estanislao de Kotska, en Málaga. Un colegio de élite donde habían estudiado importantes miembros de la generación del 27. Pasa los veranos de 1925 y 1926 en París pensionado por la administración burgalesa con el fin de perfeccionar sus conocimientos musicales.
"Evocaciones" subtitulada Cuadros de danza campesina, también se basa en canciones populares recogidas en el Cancionero de Olmeda. Terminada en Málaga en el mes de mayo de 1926 la orquestó en 1928, siendo estrenada por la Orquesta Sinfónica de Bilbao dirigida por Vladimir Golschmann en 1929. La Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección del maestro Arbós la presentó en Burgos en 1930.
La Sociedad Filarmónica de La Coruña convocó en 1926 un concurso para premiar una sonata gallega para piano. Un jurado madrileño en el que se encontraba entre otros Conrado del Campo otorgó el único premio a la obra presentada por Antonio José, la "Sonata Gallega" compuesta en Málaga entre 1926 y 1927.
Este premio estuvo envuelto en una polémica de índole nacionalista, lo que retrasó su publicación hasta 1929. Una sonata escrita en Málaga por un joven burgalés que no había estado nunca en Galicia, sin existir en la misma el menor ritmo de muñeira, son algunos de los reproches que se le formularon. Pero los temas folclóricos usados en la misma son gallegos, procedentes del Cancionero musical popular español que había publicado en 1922 el compositor catalán Felipe Pedrell.
La "Suite ingenua" compuesta en 1928 también se basa en temas folclóricos sacados del Cancionero de Olmeda. Antonio José vuelve a su ciudad natal a principios de 1929, para desempeñar el puesto de director del reconstruido Orfeón Burgalés. Además se hace cargo de la Escuela Municipal de Música.
Investigador del folclore popular burgalés, en 1932 publica la Colección de cantos populares burgaleses, que es galardonada con el Premio Nacional de Música Folclórica. El propio compositor señala la importancia del folclore castellano en la música, con las frases que se reproducen a continuación.
Es una necesaria obligación nuestra el conseguir que nuestra canción popular sea conocida en España. ¿No sienten ustedes un poquito de envidia cuando los vascos, los gallegos, los catalanes, los valencianos, los andaluces cantan su música y la elogian por encima de todas las demás? ¿Qué hacemos nosotros cuando nos niegan la existencia indiscutible de nuestros hermosos cantos? Hasta hemos dudado de nuestro espíritu lírico, y cuando nos han dicho que Castilla no canta por no tener qué, nada hemos hecho para demostrar lo contrario. Castilla nunca fue muda, como ninguna región de España lo es. Castilla tiene su música característica y propia. Las canciones populares burgalesas no deben nada a nadie, y si alguno discute a ustedes esta verdad, afirmen rotundamente que de estas cosas no entiende una palabra.
Como vemos era un gran defensor de la música de su tierra, dedicado a su investigación musicológica, lo que refleja en muchas de sus obras incorporando tales melodías.
Amigo del guitarrista burgalés Regino Sáinz de la Maza le dedica su "Sonata para guitarra en mi mayor" compuesta en 1933. Empezada en Málaga dejó inacabada la ópera "El mozo de mulas", basada en un episodio de El Quijote de Cervantes. Terminada la partitura para canto y piano la dejó parcialmente orquestada. En 1934 se estrenaron dos fragmentos orquestales en Madrid, Preludio y Danza Popular. Alejandro Yagüe completó la orquestación de la ópera en 1992.
Es invitado en el mes de abril de 1936 al Congreso organizado por la Sociedad Internacional de Musicología en Barcelona, donde presentó una ponencia sobre la canción popular burgalesa.
El 7 de agosto de 1936, a los pocos días de la sublevación militar del 18 de julio de 1936 Antonio José es arrestado en su casa por una banda armada de falangistas y conducido a la prisión Central de Burgos. El 9 de octubre de 1936 fue conducido al cercano pueblo de Estépar donde fue fusilado.
Una ironía del destino su nombre invertido era el del fundador de Falange, el partido fascista español, ideólogo de los que asesinaron al músico. José Antonio hijo del dictador Primo de Rivera también muerto a la distancia de poco más de un mes.
Como observamos una vez más el terrible efecto que la guerra causó a los compositores y a la música española. Como también fue el caso de tantos intelectuales españoles, asesinados como García Lorca o que tuvieron la necesidad de tomar el triste camino de la emigración.