Albert Rubenson (1826-1901) nació en Estocolmo el 20 de diciembre de 1826. Perteneciente a una familia judía cultivada en el campo artístico. Su abuelo paterno había emigrado de Polonia a Suecia, donde se convirtió en rabino de la congregación judía de Estocolmo. Albert pronto empezó a estudiar violín con Peter Elwers, un miembro de la orquesta de la ópera.
Entre los años 1844 y 1848 Rubenson estudia en Leipzig. Sus maestros fueron Ferdinand David en violín, Moritz Hauptmann en armonía y contrapunto y Niels Gade en composición. Durante cierto tiempo Rubenson trabajó como violinista de la Orquesta de la Gewandhaus y de la Orquesta del Teatro de Leipzig. Cuando Gade volvió a Copenhagen en 1848, lo acompañó para proseguir sus estudios en la capital danesa. Allí trabajó en la Orquesta de la Sociedad Musical.
La “Sinfonía en do mayor” fue compuesta en Leipzig en 1847, revisando el primer movimiento en Estocolmo en el año 1851. Se estrenó el 3 de marzo de 1857, dirigida por el director de la orquesta de la corte Jacobo Foroni. Recibió elogios de la crítica, especialmente de Franz Berwald.
El primer movimiento, allegro moderato, empieza después de unos compases introductorios presentando un tema soñador. El segundo tema es más irregular. La música muestra una gran influencia germánica, especialmente de Schumann y Mendelssohn. No olvidemos la juventud del compositor cuando compuso la obra. La coda presenta características más personales.
El segundo movimiento, allegreto moderato, allegro, tempo primo, allegro, lento, tempo primo, posee un naturaleza no convencional. Es una mezcla entre un intermezzo y un scherzo. El allegretto inicial es melódico, con raíces folclóricas al estilo de Gade. El allegro sería la parte correspondiente al scherzo, lleno de ritmo semejante a una danza folclórica sueca.
El tercer movimiento, andante, es de carácter lírico. Presenta una melodía soñadora que va creciendo a partir del germen inicial. En la sección central se hace más dramática, pero pronto retorna la calma, cargada del sentimiento de melancolía nórdico. En la parte final un toque de trompeta nos lleva sin interrupción al siguiente movimiento.
El último movimiento, allegro con fuoco, ma non troppo presto, es de carácter brillante con un motivo en forma de fanfarria. Una página llena de ardor juvenil, destacando las frecuentes modulaciones indicando cambios de tonalidad. Una coda triunfal cierra la obra.
Rubenson regresó a Estocolmo trabajando como instrumentista de viola en la Hovkapellet durante la temporada 1850-51. Luego se dedicó a la composición y a la crítica para el periódico Ny ridning för Musik, entre los años 1853 y 1857. Junto con Ludvig Norman y Franz Hedberg funda en 1859 la publicación Tidning för Theater och Musik, noticias de teatro y música, pero no tuvo el éxito esperado y la tuvieron que cerrar.
Después de unos años desde la composición de su sinfonía, mostró a Berwald un movimiento sinfónico, que al parecer finalmente integró en su Intermezzo Sinfónico en sol menor, una obra de características entre la suite y la sinfonía que comentaremos brevemente.
El “Intermezzo Sinfónico en sol menor” fue terminado en 1860 pero no se estrenó hasta 1868. Compuesto por tres movimientos, realiza una síntesis de elementos folclóricos suecos, integrándolos en una forma sinfónica.
El primer movimiento, allegro moderato, empieza con un melancólico tema interpretado por el violoncello. El tema principal es una versión más vigorosa de dicho tema de raíces folclóricas. El segundo tema es una breve melodía que posee un solo de trompa. Continúa con el desarrollo, terminando con la repetición del tema principal y en la coda vuelve el solo de violoncello inicial.
El segundo movimiento, andante, empieza con una soñadora melodía al estilo de Schumann, acompañada por acordes imitando al arpa. El tema es interrumpido por un scherzo mediante un motivo de danza folclórico, casi una danza noruega. Los dos elementos se combinan en este doble movimiento, en el cual la parte lenta actúa como trío.
El último movimiento, allegro non troppo, empieza con un tema enérgico sincopado, seguido por otro más suave. Un motivo melódico del oboe cierra la exposición. Los temas son desarrollados, terminando la sección con una melodía del clarinete. Después de la recapitulación termina con el tema lírico inicial del primer movimiento.
Rubenson realiza diversos viajes, visitando Dinamarca, Alemania, Francia e Italia. Compone un segundo intermezzo sinfónico, pero sin el movimiento lento ni la requerida unidad sinfónica. Por ello le cambiará el nombre, llamándolo en francés tres piezas sinfónicas.
Las “Trois Pièces symphoniques” fueron terminadas en Copenhagen en el mes de julio de 1871, estrenándolas en 1873. La forma empleada es la de una suite de danzas de carácter folclórico. Citamos esta obra por ser un precedente de las famosas danzas de Grieg.
El primer movimiento, allegretto quasi allegro, posee un material temático de carácter ligero, dotado de interesantes variaciones rítmicas. Empieza con un tema folclórico iniciado por el violoncello. El segundo tema melódico es también de carácter popular.
El segundo movimiento, vivace, es un breve y elegante movimiento de danza, en forma de scherzo, poseyendo un intenso carácter rítmico, con el carácter animado y ligero de una danza de salón. El tema principal consiste es una sencilla y pegadiza melodía.
El último movimiento, allegro ma non troppo, toma el elemento folclórico con más seriedad, realizando un mayor trabajo en su desarrollo. El tema principal es de carácter lírico, transformándolo en una grácil danza.
Rubenson es nombrado Inspector del Conservatorio de Música de Estocolmo en 1872, llegando a director en 1888. Durante este período de su vida se convirtió en un funcionario, cuyas opiniones musicales se convirtieron en muy conservadoras. Su producción musical en los últimos años de su vida fue prácticamente nula. Murió el 2 de marzo de 1901.