La “Sinfonía Nº 2 en mi menor” Op.27 fue comenzada en Dresden durante el invierno de 1906 y terminada de diseñar a principios de 1907. Emprendió su orquestación al otoño siguiente, acabándola a principios de 1908, dedicándola a su maestro de composición, Serguei Taneyev, director del Conservatorio de Moscú. La obra se estrenó en San Petersburgo el 26 de enero de 1908 bajo su dirección. El éxito acompañó desde entonces a la obra recibiendo un triunfal reconocimiento tanto en San Petersburgo como una semana mas tarde en Moscú.
El lirismo de sus melodías ha entusiasmado siempre al público, siendo una de sus obras más queridas. Actualmente diríamos que Rachmaninov había logrado construir una obra muy comercial. Lo cual se encuentra reñido con la crítica que encuentra una obra demasiado hinchada, siguiendo el camino de un romanticismo fácil, sin aportar novedades
La orquestación corresponde a la de la sinfonía romántica normal, ampliada con un clarinete bajo, un tambor, platillos, caja grande y campanillas.
El primer movimiento, largo, allegro moderato, empieza con una extensa introducción lenta, con un tema que se escucha primero en los bajos de la cuerda, para elevarse al pasar a los violines, hasta llegar a una alta expresividad romántica al ser interpretado por la orquesta completa. Una melodía del corno inglés nos conduce al allegro, elaborado en la clásica forma sonata. El primer tema, de carácter ligeramente lírico, será desarrollado en la sección intermedia. El segundo tema es el más característico de la obra por sus altos vuelos líricos. La sección de desarrollo trabaja especialmente el primer tema, expandiéndolo considerablemente. La música oscila entre la sombría tragedia y los momentos contemplativos. Después de un fuerte crescendo retorna la calma, empezando la recapitulación. El segundo tema forma la base de esta sección.
El segundo movimiento, allegro molto, forma el scherzo de la obra, un movimiento de estructura simétrica. Contiene dos temas, el primero con un ritmo enérgico y el segundo de gran lirismo, con amplias notas de signo romántico. En la parte central o trio encontramos un fugato iniciado por los segundos violines, seguido por los primeros y las violas. Luego regresa la primera parte del scherzo, repitiendo ambos temas. Una coda más dramática cierra el movimiento.
El tercer movimiento, adagio, es el más característico del estilo romántico de Rachmaninov. Teñido de una gran nostalgia, el primer tema es presentado por la cuerda, para pasar al segundo largamente expresado por el clarinete. Luego es interpretado por los primeros violines y en contrapunto con el primero, que finalmente se impone en un gran climax. Reaparece seguidamente el tema lírico del primer movimiento. Termina con una tranquila recapitulación que nos lleva hasta la coda.
El último movimiento, allegro vivace, empieza con un vigoroso tema danzante, proclamando su reconquistada alegría de vivir, que después de una explosión de la percusión nos conduce al segundo tema de tipo melódico, relacionado con el movimiento lento. Durante el desarrollo el primer tema se presenta en forma de una siniestra danza con acompañamiento de fragmentos del Dies irae. Termina con la recapitulación de ambos temas, antes de llegar a la explosiva coda.
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya
Kazushi Ono 31/01/2015
Artículo sobre Rachmaninov