Andrei Petrov (1930-2006) en cirílico Андре́й Па́влович Петро́в, nació en Leningrado el 2 de septiembre de 1930. Hijo de un médico militar durante la Segunda Guerra Mundial fueron evacuados a Siberia. Estudió en la Escuela de Música de Kuznetsk en 1942, regresando a Leningrado en 1944.
Decide convertirse en compositor después de haber visto el film "El gran vals" inspirado en Johann Strauss. Estudia en la Escuela de Música Rimsky Korsakov a partir de 1945, graduándose en 1949. Ingresa luego en el Conservatorio de Leningrado, estudiando composición con Orest Yevlakhov entre 1949 y 1954.
Al terminar sus estudios en 1954 compone el poema sinfónico "Radda y Loiko" que se estrenó en el Gran Salón de la Filarmónica de Leningrado.
Durante sus estudios conoce a su futura esposa Natalia Petrova Efimova, de la que tendrá una hija Olga nacida en 1956. Entre 1954 y 1958 trabaja como profesor en la Escuela de Música. Desde 1955 es miembro de la Unión de Compositores de la URSS.
Sus primeras obras conocidas por el público pertenecen a bandas sonoras escritas para el cine, como "El hombre anfibio" compuesta en 1961, de la que realizará una Fantasía para orquesta, o "El camino hacia el muelle" compuesta en 1962.
El tema principal de la banda sonora "Caminando por las calles de Moscú", compuesta en 1963, se hizo mundialmente famoso por su pegadiza melodía. Otra de sus recordadas bandas sonoras es la de "Cuidado con el coche" compuesta en 1966, especialmente por su vals.
"Poema" para cuatro trompetas, órgano, cuerdas y percusión fue compuesto en 1966, en recuerdo a los muertos durante el asedio de Leningrado. Otra obra de características patrióticas es el "Poema Patético" compuesto en 1969, para barítono, dos pianos y percusión, en honor a Lenin.
Su partitura de ballet más conocida es "La Creación del Mundo" compuesta entre 1968 y 1971. Se estrenó el 23 de marzo de 1971 representado por el ballet del Kirov, recibiendo una gran acogida por parte del público. De la partitura su autor extrajo tres suites, que son interpretadas por todas las grandes orquestas. La más conocida es la tercera, que relata la historia de Adán y Eva de un modo tan divertido y alegre como la música que lo acompaña.
"Pushkin" (Sinfonía vocal y coreográfica para narrador, mezzosoprano, coro mixto, dos arpas y orquesta) fue compuesta entre 1977 y 1978, sobre textos de Alexander Pushkin.
Continúa realizando bandas sonoras para el cine, entre las que encontramos "Romance de Oficina" de 1977, "Garaje" de 1979, "Maratón de Otoño" de 1979, "El Húsar dijo una palabra para los pobres" de 1980, "Estación de tren para dos" de 1982 y "Un Romance Cruel" de 1984.
El "Concierto para violín" fue compuesto en 1983. Es una obra de características dramáticas, totalmente alejada del estilo amable y romántico de su música para el cine.
“El Maestro y Margarita" (Sinfonía Fantasía) fue compuesta en 1985. Se trata de una sinfonía de libre formato. Está inspirado por el efecto que le causó la lectura de la novela del mismo título escrita por Mikhail Bulgakov[1]. No utiliza directamente el nombre de sinfonía para no ser acusado de academicismo, algo que en la época actual no está bien visto.
Escrita en un solo movimiento, en forma parecida a un poema sinfónico, empieza con un tema grave para expresar la tragedia de la leyenda de Poncio Pilatos, que después de diversos episodios nos conduce a una música lenta de carácter romántico seguida de violentas llamadas de las trompetas que nos señalan la entrada del maligno.
Un tema melódico y el sonido de las campanas marcan la introducción al gran tema lírico que representa a Margarita, un gran adagio que sigue el camino de la joven guiada por la fe, a pesar de las dificultades que se le interponen.
Ritmos de vals nos recuerdan la diabólica escena del baile de Voland de la referida novela, junto con ritmos infernales que se van incrementando. Corresponde al scherzo de la sinfonía escrito de un modo libre.
Después de una pausa, la parte final nos describe la escena celestial de las últimas páginas de la novela, mediante una música cálida. El perdón, con el encuentro entre Jesús y Poncio Pilatos en el camino hacia la luna como nos narra la novela. Los últimos compases nos sugieren el eterno reposo.
Los cuatro movimientos de la sinfonía clásica se encuentran unidos, representando a las partes fundamentales de la obra literaria, expresadas mediante un lenguaje directo, que se mueve entre la música de ballet y la música escénica. Los lectores de la referida novela podrán comprender fácilmente todo el sentido expresado en la partitura.
"Memoria" es un concierto para violín y orquesta de cámara compuesto en 1987. Una obra de carácter filosófico que intenta expresar la duda existencial entre la vida y la muerte. El violín se pregunta de un modo estremecedor si tiene sentido una vida que inevitablemente acaba en la muerte.
El "Concierto para piano" fue compuesto en 1989. De estilo modernista sigue la línea más cerebral de sus composiciones serias.
En 1990 escribe "Russia of Bells", una fantasía sobre un tema de Mussorgsky, perteneciente a su "Boris Godunov", en forma de unas variaciones sinfónicas.
En 1991 compone la banda sonora para el film "El cielo prometido" y la de "Predicción" en 1993. En total realizó la música para más de 80 películas.
La "Sinfonía Nº 1 sobre temas de Himnos Protestantes" fue compuesta en 1992.
La "Sinfonía Nº 2 sobre temas de Himnos Protestantes" fue compuesta en 1992 para mezzosoprano y orquesta.
“El Tiempo de Cristo" (Sinfonía Coral) fue compuesta en 1995. Se estrenó el 27 de mayo de 1995 en San Petersburgo, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Sociedad Filarmónica dirigida por Alexander Dmitriev con el coro de la Radio y TV de Rusia. En el año 2000 se realizó otra audición de la sinfonía dirigida por V. Altshuler, para celebrar los 2000 años de Cristianismo.
Dividida en seis movimientos, siendo los cuatro últimos interpretados sin pausa, utiliza un coro de cámara y un coro mixto con soprano solista. Nos describe musicalmente los hechos narrados en los Evangelios.
El primer movimiento, ascensión, nos presenta la escena bíblica mediante una música de carácter espiritual. Un tema lírico que va creciendo hasta alcanzar su clímax, dejando para los últimos compases una especie de música celestial.
El segundo movimiento, María Magdalena, es de carácter lírico como podemos suponer. Corresponde al movimiento lento de la sinfonía. Un tema melódico cálido se desarrolla lentamente, alcanzando sus momentos más dulces en su parte final.
El tercer movimiento, la entrada de Cristo en Jerusalén, corresponde al scherzo. Un himno se enfrenta con elementos rítmicos. La parte que podría pertenecer al clásico trío tiene un carácter más melódico. En la parte final se interpreta el himno que nos señala la gloriosa entrada de Cristo en la ciudad.
El cuarto movimiento, la justicia de Pilatos, empieza con una melodía pensativa. Las dudas y el remordimiento quedan reflejadas en la música, mediante sus frases interrogativas y su carácter dramático. La percusión marca el momento de la decisión final.
El quinto movimiento, calvario, empieza con un desgarrado canto interpretada por la soprano solista. La celesta nos introduce a los dramáticos momentos de la crucifixión, marcados mediante una trágica marcha al suplicio. Los coros nos presentan un canto de consolación hasta llegar a un funesto clímax orquestal. Las campanas y breves motivos orquestales acompañan a los coros hasta llegar a un nuevo clímax de carácter trágico. Termina mediante un himno a la esperanza.
El último movimiento, Aleluya, empieza con el canto de los coros, que iniciado suavemente se va desarrollando mediando formas contrapuntísticas. Un intermezzo orquestal nos conduce hacia la solemne sección final, donde los coros repiten el canto de alabanza. La coda interpretada por los coros de modo solemne pone un glorioso punto final a la descriptiva obra.
Una sinfonía que nos relata de un modo realista los hechos narrados en los Evangelios, en un estilo que se aproxima a las bandas sonoras que hicieron tan famoso al compositor, mediante una música que no se aparte de las convenciones tonales.
Petrov cita las palabras de Pushkin, existe una perpetua nueva fascinación en el Evangelio. La imagen de Cristo ilumina grandes acontecimientos en el mundo del arte. Petrov está convencido cuando dice: muchos de nosotros, más tarde o más temprano, vuelven al tema eterno y después de haberlo probado, buscan una y otra vez respuestas a las preguntas eternas de la humanidad.
En 1996 escribe la obertura sinfónica "¡Vivat, Olympus!" en el estilo de las grandes producciones cinematográficas. "Melodías de la calle" es una suite escrita en 2002, recopilando las melodías más populares de sus bandas sonoras, siendo realmente lo que le ha proporcionado más fama a nivel popular.
Una de sus últimas obras es "Farewell to ..." compuesta en 2005. Es una fantasía sinfónica en un estilo ecléctico, que intenta describir las contradicciones del siglo XX, empleando para ello toda la fuerza de su música, mezclando elementos de jazz con ritmos latinos, secciones dramáticas con otras de gran lirismo.
Petrov murió en San Petersburgo el 15 de febrero de 2006 de un derrame cerebral. Desde 1964 hasta su muerte fue el director de la Unión de Compositores de San Petersburgo. Su mujer Natalia es una conocida musicóloga con la que tuvo su única hija Olga, nacida en 1956 siendo también una compositora, que colaboró con su padre en la escritura de sus últimas obras.
La producción de Petrov ha sido muy diversa. Las populares melodías de sus canciones y las bandas sonoras para el cine contrastan con sus trabajos más serios, sus conciertos, óperas, ballets y sinfonías.
Terminamos con sus propias palabras: La vida tiene tantas caras que solo puede estar representada en el arte mediante una variedad de géneros. Trabajo con el mismo entusiasmo, tanto en una partitura sinfónica como en una canción popular.
[1] Véase el artículo dedicado a Eduard Lazarev sobre este tema.