En 1750 París era la mayor ciudad del mundo contando con un millón de habitantes. Las familias nobles no reparaban gastos para contratar a los mejores músicos de Europa. A partir de 1720 se instauraron diversas series de conciertos. Una de las más famosas, como ya se ha nombrado anteriormente, era la de los Concert spirituel. Se fundaron en un principio para el cultivo de la música vocal litúrgica en lengua latina, pero pronto se convirtieron en el centro de la música sinfónica francesa. Las características de esta música, entre los años 1750 y 1790, estaban ligadas al gusto de un público metropolitano distinguido. Les gustaban melodías sencillas y fáciles de memorizar, un poco descriptivas y al límite de la galantería, poseyendo virtuosismo instrumental.
Francois Martin (1727-1757) fue uno de los primeros compositores sinfónicos franceses. Empezó como virtuoso del violonchelo y pronto recibió el privilegio de publicar sus obras. Por el número de veces que aparecen en los programas, sus sinfonías debieron ser muy apreciadas en su tiempo. Sus obras se distinguen por una instrumentación delicada y una predilección por el cromatismo y las tonalidades menores. Sus sinfonías están construidas en tres movimientos y carecen de minuetto. El movimiento central es típicamente francés, una danza ligera y graciosa con ritmo de gavota.
Francois-Joseph Gossec (1734-1829) nació en la actual Bélgica de una familia valona, revelando desde su niñez aptitudes para la música. En 1742 entró en el coro de la Catedral de Nôtre Dame en Amberes.
Llegó a París en 1751 con una carta de recomendación para Rameau, que era el director de una orquesta privada que poseía J. Le Riche de La Pouplinière, un rico terrateniente aficionado a la música. Rameau le ofreció una plaza de violinista en la orquesta. Allí encontró a Stamitz, que dirigió la orquesta en la temporada de 1754-1755, con lo cual conoció las innovaciones de la escuela de Mannheim. Durante su estancia en la orquesta de La Pouplinière, Gossec publicó unas 30 sinfonías.
Gossec empezó una carrera llena de éxitos y en 1769 formó la orquesta llamada Concert des Amateurs, que la convirtió en una de las mejores de Europa. Durante los cuatro años que estuvo con dicha formación estrenó muchas de sus propias sinfonías y fue el primer director en Francia de una sinfonía de Haydn. Como nota informativa, añadiremos que esta orquesta en 1781 fue reemplazada por le Concert de la Loge Olympique, con el apoyo de la masonería, tema del cual se hablará mas adelante.
En 1773 asumió el cargo de director asociado del famoso Concert Spirituel, anteriormente citado. A pesar de su pasada relación con la aristocracia, sus simpatías republicanas surgieron durante la Revolución y en 1789 lo encontramos como director del Corps de Musique de la Garde Nationale. Fue uno de los impulsores de la música cívica o sea la música del pueblo o de los ciudadanos, siendo una de las voces del nuevo régimen revolucionario, con sus himnos y obras patrióticas.
En 1794 se fundó el Instituto Nacional de Música a partir de una escuela de música militar y al año siguiente se transformó en Conservatorio, del cual Gossec fue uno de los inspectores.
Sus obras de juventud como la “Sinfonía en re” Op.3 Nº6 tienen una clarainfluencia de la escuela de Mannheim, mientras que sus últimas obras preparan el camino a Berlioz.
En 1804 Napoleón es coronado como Emperador y durante este periodo Gossec se dedica más a la enseñanza y a la administración que a la composición. Entre las pocas obras de este tiempo se encuentra la“Sinfonía a 17 partes”, empezada en 1792 y no terminada hasta el año 1809. Después de una introducción lenta sigue un allegro en que aparece el tono marcial típico de los años 1790. Sigue un movimiento lento lírico, con intervenciones de la madera y un dramático minuetto, que contiene un insólito trio para instrumentos de viento. Termina con un impetuoso allegro en el cual el viento parece recordar los acontecimientos revolucionarios.
Después de la derrota de Napoleón y la vuelta de los Borbones, cerraron el Conservatorio, que fue reemplazado por una Escuela Real de la Voz y el Arte Dramático. Gossec fue obligado a tomar la jubilación. En 1831, dos años después de la muerte de Gossec la Escuela Real recobraba el título de Conservatorio.
Jean-Baptiste Davaux (1742-1822) siguió una carrera parecida a la de Gossec. A sus 22 años llegó a París trabajando como violinista y compositor. Sus principales obras son sinfonías concertantes, que no solo se hicieron conocidas por toda Europa sino que además en 1782 fueron programadas en New York. De estilo agradable y ligero sus obras eran del agrado del público.
La “Sinfonía concertante en sol mayor para dos violines principales, mezclada con aires patrióticos” compuesta en 1794 es una de las composiciones más originales del citoyen Davaux, como le gustaba ser conocido. Demuestra su entusiasmo por la causa revolucionaria. Entre diversas citaciones de temas patrióticos, encontramos La Marsellesa, que aparece en el allegro moderato inicial, anunciada por los violines solistas y presentada por la orquesta. El adagio contiene un lírico tema entonado por los violines. Termina con un allegro en el cual se pueden escuchar conocidos temas patrióticos.
La Marsellesa había sido compuesta en 1792 por Roger de Lisle con el título de Canto de Guerra del Ejército del Rin y fue cantada por un grupo de voluntarios que marchaban de Marsella a París. La población de la capital la bautizó con el nombre de La Marsellesa siendo adaptada como la representación del nuevo régimen. Así se convirtió en el himno nacional de Francia. Investigaciones más recientes parecen indicar que la música fue compuesta por Ignaz Pleyel, del cual hablaremos a continuación.
Ignaz Joseph Pleyel (1757-1831) nació en Ruppersthal (Baja Austria). Dotado para la música, estudia en Viena y allí su maestro Vanhal lo envió a Haydn para que se perfeccionase. Después de una corta estancia como maestro de capilla del conde Erdödy, viaja a Italia donde compone obras con destino al rey de Nápoles.
En 1783 obtiene la plaza de segundo maestro de capilla de la catedral de Estrasburgo, cuyo maestro de capilla era F.X. Richter, al que sustituye a su muerte en 1789. Toma parte activa en la Revolución Francesa, tanto que actualmente se cree, que fue el verdadero creador de La Marseillaise, mientras acompañaba a Roger de Lisle, autor del texto. Sin embargo problemas importantes con el nuevo régimen lo hacen exilarse a Inglaterra.
En Londres recibió una invitación para dirigir los Professional Concerts desde diciembre de 1791 hasta mayo de 1792. Allí se relacionó con Haydn que participaba en sus directos rivales los conciertos Salomon.
En 1795 se instala definitivamente en París, creando una editorial musical y la célebre fábrica de pianos Pleyel. Su casa editora publicó todos los cuartetos de Haydn, entre muchas otras obras. Parece que además de músico fue un excelente comerciante. Su editorial fue tan importante como la casa Artaria de Viena o la Breitkopf de Leipzig, líderes en su época.
Su música se considera conservadora, seguidora de Haydn. Mostró poco interés en las nuevas obras de Beethoven y la música romántica que nacía en su época. Se conocen unas 35 sinfonías de Pleyel, la mayoría sin editar. La “Sinfonía Concertante Nº 5” para flauta, oboe, fagot, trompa y cuerda muestra la influencia de Haydn, pero también influencias francesas. La “Sinfonía Periódica Nº 6 en fa mayor” como la anterior, data de los alrededores de 1800. En ella la influencia de Haydn es todavía más notoria. Su primer movimiento allegro commodo empieza con un tema que evoca el principio de la Sinfonía Nº 8 “Le soir” de Haydn.