WEINBERG

INDICE

Biografía

Sinfonía Nº 1

Sinfonía Nº 2

Sinfonía Nº 3

Sinfonía Nº 4

Sinfonía Nº 5

Sinfonía Nº 6

Sinfonía Nº 7

Sinfonía Nº 8

Sinfonía Nº 9

Sinfonía Nº 10

Sinfonía Nº 11

Sinfonía Nº 12

Sinfonía Nº 13

Sinfonía Nº 14

Sinfonía Nº 15

Sinfonía Nº 16

Sinfonía Nº 17

Sinfonía Nº 18

Sinfonía Nº 19

Sinfonía Nº 20

Sinfonía Nº 21

Sinfonía Nº 22

Sinfonietta 1

Sinfonietta 2

Sinfonía de cámara Nº 1

Sinfonía de cámara Nº 2

Sinfonía de cámara Nº 3

Sinfonía de cámara Nº 4


Mieczyslaw Weinberg
(1919-1996) nació el 8 de diciembre de 1919 en Varsovia (Polonia). En un principio existían dudas razonables para su inclusión dentro del grupo de compositores rusos. Polaco de nacimiento, de origen judío, desarrollo toda su actividad dentro de la Rusia soviética. Por ello se ha decidido incluirlo en la lista de compositores soviéticos.

El apellido del compositor se presta a confusión, principalmente entre Weinberg y Vainberg, nombres usados alternativamente en su discografía. Su nombre original en polaco era Mieczysław Wajnberg. Cuando se trasladó a Rusia su nombre se transcribió al alfabeto cirílico, siendo conocido como Моисей Самуилович Вайнберг, que pasado nuevamente a nuestro alfabeto se convierte en Moisey Samuilovitch Vainberg. Pero al ser un nombre de origen alemán, en cuyo idioma la W se pronuncia V y el diptongo ei se pronuncia ai, se transcribe el nombre como Weinberg, que significa la montaña del vino. En castellano su primer nombre sería traducido como Moisés, que denota claramente su origen judío.

El nombre finalmente elegido en este obra responde al actualmente usado en la mayoría de obras, tanto en la última edición de la emblemática obra británica Grove, la Biblia de la música, como por su biógrafo Per Skans.

WEINBERGSu padre, Samuel Weinberg, había emigrado a Polonia procedente de Moldavia. El pueblo judío es el que presenta una mayor emigración. Los judíos llegados a Alemania, germanizaron sus nombres y en repetidas ocasiones fueron expulsados dirigiéndose principalmente a Rusia, la nación considerada como la mayor receptora de emigrantes judíos.

Mieczyslaw Weinberg nació en el seno de una familia amante de la música. Su padre fue violinista y director de un teatro yiddish[1]. Su primera formación musical proviene de su padre. A los diez años el niño ya tocaba el piano en el teatro familiar. A los doce entraba en el Conservatorio de Varsovia, graduándose en 1939. Durante su época de estudiante compone el "Cuarteto de cuerda Nº 1" Op.2 en 1937, escrito en un estilo modernista. Más tarde realizará una recomposición del mismo en 1986, como Op.141. Será el primero de una serie de 17 cuartetos.

Reconocido su talento, recibió una invitación para seguir sus estudios en el Curtis Institute de Filadelfia, pero la segunda Guerra Mundial rompió todos sus sueños, empezando uno de sus periodos más trágicos.

Como tantas veces había ocurrido en su familia y en las de millones de judíos, la llegada del nazismo les obliga a emigrar o morir. Alemania invade Polonia en 1939, Weinberg consigue emigrar a la Unión Soviética, mientras que sus padres y hermana fueron asesinados en el campo de concentración de Trawniki, famoso campo de exterminio polaco.

Los recuerdos de Weinberg de aquella época son terribles, según sus propias palabras recogidas en diversas entrevistas. La noche entre el 6 y el 7 de septiembre de 1939 estaba tocando en un café. La radio anunció que los alemanes habían roto el cerco de Varsovia. A la mañana siguiente junto con mi hermana partimos hacia el este. Pronto mi hermanita volvió hacia sus padres porque el roce de sus zapatos le había producido una terrible llaga. Solo, continué el viaje durante varios días entre las tropas alemanas y polacas.

El 17 de septiembre el Ejército Rojo empezó su intervención y entonces comprendí que tenía que ir a la Unión Soviética. En un par de días alcancé la frontera. Las tropas de Hitler se encontraban a un lado y en el otro los soviéticos habían colocado los guardias fronterizos. No podré olvidar nunca como madres con bebés en sus brazos se abrazaban a las patas de los caballos, pidiendo que las dejaran pasar pronto a la zona soviética. Finalmente llegó la orden dejando pasar a los refugiados.

En aquellos días de desorden y confusión, los empleados de la frontera registraron su nombre como Moisey, que le quedaría durante los próximos cuarenta años. Pero esto no era nada comparado con la pérdida de toda su familia.

Weinberg estudió composición con Vassily Zolotaryov, un discípulo de Rimsky-Korsakov, en el Conservatorio de Minsk, actualmente en Bielorrusia. En 1940 compone la "Sonata para piano Nº 1" Op.5. Cuando en 1941 el territorio fue invadido por los nazis se vio obligado a emigrar nuevamente, siendo evacuado a Taskent, en el Uzbekistán. Una grave enfermedad, tuberculosis espinal, le había impedido luchar en el frente.

SOLOMONLa estancia en Taskent sería fundamental en su vida. Allí trabajó en el Teatro de la Opera de la ciudad, conoció a Dimitri Shostakovich con el que le unió una gran amistad durante toda su vida y a Solomon Mikhoëls, nacido con el nombre de Shloyme Vovsi in Dvinsk, actualmente en Letonia, célebre director yiddish del Teatro Judío de Moscú, con cuya hija Natalia Vovsi, se casó.

Weinberg regresó a Moscú, gracias a la ayuda de Shostakovich, a finales de agosto de 1943, donde residió hasta su muerte. Trabajó como compositor libre y como pianista.


La “Sinfonía Nº 1”  Op.10 fue terminada en 1942 y la dedicó al Ejército Rojo como agradecimiento a su salvación. Según el relato del propio compositor, en Taskent hizo amistad con Yuri Levitin, un compositor que llegó allí junto con los miembros del Conservatorio de Leningrado. Le gustó mucho su sinfonía y al ser compañero de estudios y amigo de Shostakovich, le envió la partitura a Moscú, para que la leyera.

La sinfonía no fue interpretada hasta el 11 de febrero de 1967, veinticinco años después de su composición. La estrenó la Orquesta Filarmónica de Moscú dirigida por Kirill Kondrashin.

El primer movimiento, allegro moderato, escrito en forma sonata, nos presenta un primer tema mediante la cuerda principalmente, de carácter simple pero que va evolucionando y volviéndose más enérgico. La música se frena dando paso al segundo tema mediante la madera, un tema algo más melódico. La sección de desarrollo nos ofrece una confrontación de los temas, que se deforman hasta aparecer irreconocibles. La recapitulación es breve, combinada con la coda. La música se ha tranquilizado como después de una batalla.

El segundo movimiento, lento, nos presenta un tema lírico en forma de lied, mediante la cuerda. Luego el tema se expande pasando a la orquesta en diversas combinaciones instrumentales. El material temático nos recuerda a Mahler. Finalmente el tema vuelve a su estado inicial.

El tercer movimiento, vivace,  es el scherzo de la sinfonía. Los timbales dan paso a un tema juguetón interpretado por la madera y luego por el metal. La influencia además de Mahler es especialmente de Shostakovich. Pero el empleo de ritmos especialmente irregulares es una virtud del propio compositor. La sección correspondiente al trío está encomendada a los solistas de la madera, ofreciendo un momento de descanso, antes de reanudarse el ritmo inicial.

El último movimiento, allegro con fuoco, se basa en un antiguo coral polaco. Progresivamente se van añadiendo nuevas voces, hasta llegar a su culminación. Entonces la música decrece para empezar el acto final. Paso a paso se va incrementando hasta llegar a la coda.

Escrita en 1942 la sinfonía es una profecía de la próxima victoria. La parte final nos muestra el orgullo del pueblo polaco, además de ser un acto de agradecimiento al pueblo ruso que acogió al compositor.


La “Sinfonía Nº 2 para orquesta de cuerda”  Op.30 fue empezada el 30 de diciembre de 1945 y terminada el 16 de enero de 1946. Escrita rápidamente hubo de esperar mucho tiempo hasta se estreno. Tuvo lugar el 11 de diciembre de 1964, en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS, dirigida por Kurt Sanderling, a quién la obra está dedicada.

El primer movimiento, allegro moderato, sigue la forma clásica sonata. Se trata de una obra de estilo neoclásico presentando dos temas líricos. En el desarrollo presenta algunos rasgos de modernismo.

WEINBERG S2El segundo movimiento, adagio, nos muestra un tema épico que enlaza con un segundo que es presentado con ternura y que va creciendo hasta llegar a expresar una gran pasión. Luego regresa a la tranquilidad inicial, terminando con una coda en pianissimo.

El último movimiento, allegretto, es una mezcla de scherzo y finale en modo de rondó. Empieza de modo reflexivo pasando a una especie de scherzo con la cuerda en pizzicato.  Continúa con una sección en forma de desarrollo hasta volver al sentimiento lírico y a la cuerda en pizzicato. Termina con el modo reflexivo inicial.

Escrita para un reducido conjunto instrumental parece una sinfonietta, especialmente si la comparamos con su próxima obra a la que le daría este título. Su carácter sobrio con algunos aspectos modernistas no la hacían apta para ser interpretada en aquello años difíciles del realismo socialista.


La “Sinfoníetta Nº 1”  Op.41 fue terminada en 1948.  Una obra basada en temas folclóricos de origen judío, presenta la paradoja de ser admirada por Thikon Khrennikov, en una época en que el antisemitismo reinaba en la Unión Soviética. Khrennikov escribe las elogiosas frases que transcribimos a continuación.

Weinberg volviendo a las fuentes de la música popular judía, ha creado una obra optimista, radiante, dedicada al tema de la existencia brillante y libre de los trabajadores judíos en territorio socialista. Ha dejado el modernismo que mutilaba horriblemente su indudable talento.

El primer movimiento allegro risoluto, se separa totalmente de la abstracción de su obra anterior. Los temas están claramente definidos, el primero con características innegables de la música yiddish. El segundo posee unas apreciables síncopas evocando el rag-time. Después del desarrollo termina con una breve reexposición.

El segundo movimiento, lento, presenta un tema poético mediante el oboe que luego pasa al violín de un modo muy lírico. El tema crece al ser interpretado por el conjunto orquestal, alcanzando una gran belleza. Un solo de trompa nos prepara para la breve coda.

WEINBERG SEl tercer movimiento, allegretto, presenta un tema de aire oriental que se transforma en forma de variaciones. El metal con sordina nos trae recuerdos malherianos.

El último movimiento, vivace, nos presenta un nuevo tema de origen judío de carácter enérgico. El segundo tema interpretado por el metal tiene el carácter de un coral. Termina la obra con una breve recapitulación.

Una obra que contiene amplias melodías y variados ritmos de carácter popular, lo cual se correspondía con el estilo defendido por Khrennikov. Una sinfonía cuyo encanto nos embarga en su primera audición. Acaso la estética soviética en algunos casos no estaba tan desencaminada. Pero la ética que condenaba a los judíos jugaría una mala pasada a su autor.

El actor Solomon Mikhoëls, suegro del compositor, fue ejecutado en 1948 por orden del Comisariado del pueblo para asuntos internos, el terrible NKVD, dirigido por Beria. El mismo año compone el "Concertino para violín y cuerdas" Op.42.  la primera de sus nueve obras concertísticas. Una obra de indudable lirismo. La obra no se publicó hasta el año 2007.

Tampoco pudo estrenarse en aquella época de terror estalinista su siguiente concierto, el "Concierto en do menor para violoncelo y orquesta" Op.43. No fue posible hasta el 9 de enero de 1957, interpretado  por Mstislav Rostropovich con la Orquesta Filarmónica de Moscú. Una pieza lírica con un sabor genuinamente judío.

El anti semitismo soviético fue una de las causas de no ser interpretado en la época estalinista, pues su estilo es bastante conservador y aunque no cite verdaderas obras folclóricas, se identifica con su ambiente.


La “Sinfonía Nº 3 en si menor”  Op.45 fue empezada en el mes de marzo de 1949 y la terminó en junio de 1950. Debido a las circunstancias políticas en la Unión Soviética de aquellos años, en que como muchos otros compositores había sido acusado de formalismo, decidió aplazar el estreno de la obra.

Diez años después realizó una amplia revisión y la sinfonía se estrenó el 23 de marzo de 1960 en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio y Televisión de la Unión Soviética dirigida por Alexander Gauk.

El primer movimiento, allegro, empieza con la exposición de un primer tema de carácter pastoral mediante la flauta que luego pasa a la orquesta. La música tiene un aire optimista con un estilo nórdico. El segundo tema tiene un carácter más agresivo, casi militar. Los metales dominan el ambiente. Su desarrollo nos lleva a momentos de un furor que recuerda a Shostakovich. La recapitulación nos devuelve a la paz inicial con el bucólico tema de la flauta. El movimiento termina con una desangelada coda.

WEINBERG S3El segundo movimiento, allegro giocoso, consiste en un breve scherzo. Un motivo rítmico pasa a través de diversos instrumentos de la familia de la madera. Aparece un ritmo de mazurca basado en un canto popular polaco. El breve trío da un momento de respiro antes de la reanudación del motivo rítmico, que más sosegado nos conduce a la coda.

El tercer movimiento, adagio, empieza con un tema melancólico interpretado por la cuerda. La música se obscurece perdiendo la jovialidad inicial. La música crece, conduciéndonos hacia un intenso clímax. Luego vuelve hacia la calma inicial.

El último movimiento, allegro vivace, empieza con un tema enérgico iniciado mediante las trompetas. La percusión acompaña brillantemente al tema. El motivo es interrumpido por un sardónico vals que nos recuerda nuevamente la música hebrea. Luego se reanuda el tema inicial. Tomando la forma parecida a un rondó, se van repitiendo las situaciones para llevarnos hacia un triunfante final.

En 1949 compone la "Rapsodia sobre temas moldavos" Op.47 Nº1. Al ser citado en los tantas veces comentados documentos represivos como autor de música formalista, decide realizar una obra basada totalmente en temas populares, una obra que podría haber sido escrita en pleno romanticismo. Pero lo que ignoraban las autoridades soviéticas era que los temas supuestos como moldavos eran en realidad temas de la comunidad judía moldava, de donde descendía la familia del compositor.

El problema judío tendría una gran influencia en la vida de Weinberg. Al terminar la segunda guerra mundial pareció que la situación se arreglaría con la proclamación del Estado de Israel en 1948. Parecía en un principio que el odio al nazismo compartido por judíos y comunistas les llevaría a una mutua alianza, pero finalmente a inicios de 1950 Israel rechazaba a la Unión Soviética alineándose con los Estados Unidos, como se puede comprender fácilmente, por motivos económicos.

A partir de 1952 empezó a desarrollarse en la URSS un sentimiento antisemita que sería cada vez más agresivo, terminando con el llamado complot de los médicos. En un discurso pronunciado por Stalin el 1 de diciembre de 1952 expone la siguiente declaración.

Todo sionista es agente de espionaje estadounidense. Los nacionalistas judíos piensan que su nación fue salvada por los Estados Unidos, allá donde ellos pueden hacerse ricos y burgueses. Piensan los judíos que tienen una deuda con los estadounidenses. Entre los médicos, hay numerosos sionistas.

El diario Pravda publicó el 13 de enero de 1953 un artículo antisemita con el título "Bajo la máscara de médicos universitarios hay espías asesinos y criminales". Se denunciaba un complot dirigido por once médicos, siete de ellos judíos, que habían usado tratamientos médicos para asesinar a importantes miembros del partido comunista, como el caso de Andréi Zhdánov y el de su cuñado Alexander Scherbakov y de tres líderes militares del Ejército Rojo.

Este complot nunca existió, tratándose de una farsa planificada por Stalin como pretexto para una nueva sangrienta purga dentro del régimen. Tanto Zhdánov como Scherbakov habían muerto de muerte natural. Uno de sus motivos podría ser el miedo de una conspiración encabezada por Lavrenti Beria, el jefe máximo del servicio secreto ruso, la NKVD, organización precedente a la KGB.

Dr. Miron Vovsi médico jefe del Ejército Rojo
Dr. Miron Vovsi médico jefe del Ejército Rojo

La consecuencia fue la detención inmediata de decenas de médicos de etnia judía, entre ellos Mirón Vovsi, médico personal de Stalin y tío de la mujer de Weinberg, Natalia Vovsi. Seguidamente, en el mismo mes de enero de 1953, Weinberg era arrestado con los cargos de nacionalismo burgués judío al haber promovido una República Judía en Crimea, algo totalmente absurdo.

Su mujer Natalia expresó que en aquella época ser arrestado significaba desaparecer para siempre. Esperando su propia detención, Natalia contactó con Shostakovich para que lograra los servicios de un abogado, para que su hija de siete años no fuera enviada a un orfanato.

La delicada salud de Weinberg, debilitada por las bajas temperaturas y los interrogatorios, le daban pocas esperanzas a su supervivencia. Jugándose la vida, Shostakovich envió una carta al jefe de la NKVD, Lavrenti Beria, declarando la inocencia de Weinberg. Además aceptó ser tutor de su hija, si pasaba lo peor. Pero afortunadamente la muerte de Stalin en el mes de marzo hizo abrir las puertas de la cárcel para el compositor y muchos otros prisioneros. Las familias Shostakovich y Weinberg lo pudieron celebrar unidos en una gran cena, donde quemaron todos los papeles de los abogados.

El ballet "La llave de oro" Op.55 fue compuesto en 1955, convirtiéndolo en 1964 en cuatro suites orquestales. Una obra que puede encuadrarse entre los grandes ballets rusos con toques de influencia de Prokofiev. Es curioso observar la importancia que ha tenido siempre el folclore español en la música rusa. En esta obra escuchamos motivos que son una reminiscencia de la Carmen de Bizet.


La “Sinfonía Nº 4 en la menor”  Op.61 fue compuesta en 1957 y revisada en 1961. Se estrenó el 16 de octubre de 1961 en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Sociedad Filarmónica de Moscú dirigida por Kyril Kondrachine. Está dedicada al compañero y compositor Révol Bunin.

En su primera versión cada uno de sus cuatro movimientos llevaba un título individual. El primer movimiento, allegro, llevaba el título de Toccata. Escrito en forma sonata, el primer tema es enérgico con fuertes elementos rítmicos en las cuerdas. El segundo tema es más relajado.

El segundo movimiento, allegretto, llevaba el título de Serenata. El primer tema es dulce,  presentado por el clarinete. Su ritmo es el de un vals irregular, expresando cierta tristeza. El segundo tema tiene el carácter de una fanfarria, presentada por la trompeta y las flautas.

WEINBERG S4El tercer movimiento, adagio, andantino, inicialmente se llamaba Intermezzo. Empieza con un solo de trompa que luego se va elevando hasta llegar a su clímax para luego volver a la tranquilidad inicial.

El último movimiento, vivace, es como indicaba su anterior título, un Rondo. Consiste en una serie de danzas con elementos folclóricos, como la cita de una mazurca polaca y la canción rítmica rusa "Perepiolochka"[2], en un estilo de características similares a Bela Bartók.

En 1959 compone el "Concierto para violín en sol menor" Op.67 que sería interpretado por el famoso violinista Leonid Kogan. Un concierto de estructura clásica y de carácter serio.


La “Sinfoníetta Nº 2 en la menor”  Op.74 fue terminada en 1960, estrenándose el 19 de noviembre de 1960 interpretada por la Orquesta de Cámara de Moscú dirigida por Rudolf Barchaï, en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú.

A diferencia de la anterior Sinfonietta, está orquestada para un conjunto de cámara constituido por cuerdas y timbales. A pesar de que encierra un mensaje, el compositor nunca hizo referencia a lo que deseaba expresar.

El primer movimiento, allegro, posee un carácter rítmico parecido al del final de su anterior sinfonía, recordando a Bela Bártok. Diversos motivos de carácter folclórico están estilizados.

El segundo movimiento, allegretto, tiene el carácter intimista de un interludio lírico. Orquestado solamente para cuerda como el siguiente movimiento.

El tercer movimiento, adagio, es de carácter pensativo, presentando mediante el violoncelo una austera melodía. El último movimiento, andantino, nos ofrece un lirismo soñador con expresión de soledad. Se basa en la transcripción orquestal de una canción perteneciente al ciclo "Recuerdos" Op.62, compuesto entre 1957 y 1958 sobre textos del poeta Julian Tuwim.

El título de la canción referida se titula Recuerdo y su texto es la única pista de lo que desea expresar el compositor en su música.  Lo traducimos a continuación:

Se levantaba allí, sobre el camino blanco

Mi casa blanca, radiante.

Estoy triste, es tan melancólico el soñar

los tristes pensamientos que ella me evoca 

Una pequeña sinfonía de carácter programático indefinido pero que despierta un gran sentimiento de melancolía, recordando tiempos pasados que no volverán.

La siguiente obra escrita por Weinberg es el "Concierto para flauta y orquesta de cuerda"  Op.75 compuesto en 1961. Una obra de carácter neoclásico, con una poética parte lenta encuadrada por motivos de carácter rítmico.


La “Sinfonía Nº 5 en fa menor”  Op.76  fue compuesta en 1962,  en un momento de mayor libertad que permitió el estreno de la Cuarta Sinfonía de Shostakovich, una de sus obras más experimentales. La obra está dedicada a Kiril Kondrachin que la dirigió en su estreno y realizó en 1963 su primera grabación en LP para el sello Melodiya.

El primer movimiento, allegro moderato,  nos muestra el cambio estilístico operado en Weinberg, demostrando su admiración por la nueva música de su maestro Shostakovich. Empieza como surgiendo de la nada. Un motivo de cuatro notas da paso al motivo principal, que posee un carácter cromático totalmente inestable. Motivos claramente rítmicos se interfieren con el tema cromático. Aparece una señal de tipo militar formada por las anteriores cuatro notas, para dar paso a una sección más lírica dominada por la cuerda. Fuertes motivos rítmicos detienen el cromatismo de la cuerda. Su desarrollo nos conduce a momentos de gran tensión, que nos llevan a la recapitulación del tema inicial y del tema rítmico. Una martilleante coda cierra el movimiento.

WEINBERG S5El segundo movimiento, adagio sostenuto, empieza con un tema monofónico presentado por la cuerda, que se desarrolla mediante formas contrapuntísticas. Las características tonales son más estables que las del anterior movimiento. El tema va creciendo hacia su clímax, pero es interrumpido por las notas del fagot, iniciando un nuevo episodio que esta vez nos llevará al punto culminante del movimiento. Finalmente retorna a la tranquilidad inicial.

El tercer movimiento, allegro, corresponde al scherzo de la obra. Un motivo rítmico en la flauta inicia el movimiento, que luego se desarrolla en la orquesta. La sección ocupada por el trío presenta un determinado contraste pero pronto regresa el motivo rítmico inicial. El ritmo se detiene y la parte final enlaza directamente, sin pausa, con el siguiente movimiento.

El último movimiento, andantino, empieza con una melodía en la cuerda de ambiente pastoral, que pronto se desarrolla de un modo contrapuntístico. El estilo es neoclásico recordando la música de Hindemith. Cuando el desarrollo llega a su punto culminante, mediante fuertes motivos rítmicos, los temas se fragmentan. Las notas de la celesta nos recuerdan a Shostakovich. La sección que correspondería a la recapitulación es la más original, utilizando también un motivo de la obra de Shostakovich.

Una obra difícil de comprender en una primera audición. Su estilo neoclásico ha borrado todo elemento de romanticismo, volviéndonos a la música pura sin ningún motivo descriptivo. Se deben realizar repetidas audiciones de la misma para poder valorar su belleza. Algo que no puede hacer el público de los conciertos. Necesita realizar un esfuerzo suplementario para ello, algo que pocas personas serán capaces de hacer. Este es el gran inconveniente que padecen la mayoría de obras contemporáneas.


La “Sinfonía Nº 6 en la menor”  Op.79 fue terminada en 1963 siendo estrenada el 12 de noviembre del mismo año, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Moscú y el coro de niños de la Escuela Coral de Moscú dirigidos por Kiril Kondrachin. Además se realizó su primera grabación en disco.

Es la primera de un conjunto de seis sinfonías que utilizan componentes vocales. Está dedicada a su hija Victoria, utilizando un coro infantil en el segundo, en el cuarto y en el quinto movimiento. Se trata de una obra muy expresiva y de carácter intimista dedicada a los niños. La forma sinfónica está tratada con mucha libertad.

El primer movimiento, adagio sostenuto,  empieza con una melodía pensativa presentada por las trompas,  respondida por un tema vacilante de la cuerda acompañada por pizzicatos.  El tema se va intensificando pasando finalmente a los violoncelos, que lo continúan de un modo sombrío. Entra la madera y el metal llevando el tema a su clímax. El tema continúa en la cuerda acompañada por golpes de timbal. Un solo de flauta realizando caprichosos arabescos interrumpe la acción. Luego el motivo para a la trompa y después al clarinete. La recapitulación es empezada por la cuerda baja, que nos lleva a una polifonía, terminando con una disonancia de la flauta y cuerdas.

WEINBERG S6El segundo movimiento, allegretto, empieza con una idea presentada por madera y cuerdas, que da paso al coro infantil. Cantan un tema despreocupado acompañados por grupos instrumentales. Un solo de oboe da paso a otro de violín acompañado por los timbales. El coro termina su actuación mediantes fragmentos temáticos. Reaparece el solo de violín interrumpido por la trompeta, que junto con la percusión realizan la coda.

El tercer movimiento, allegro molto, empieza con un potente tema rítmico presentado por el metal y la percusión. Los violines se unen a esta frenética danza, que pronto es recogida por toda la orquesta. La madera en su registro agudo inicia un tema de aspecto sardónico, acompañada por la cuerda y luego por una intervención del xilofón. Reaparece el tema inicial en la madera y cuerdas. Pronto interviene con fuerza la totalidad de la orquesta que nos lleva hacia una agresiva coda.

El cuarto movimiento, largo, empieza mediante violentas fanfarrias del metal y la percusión, antes de dar paso al coro infantil. Cantan un tema plañidero que se va intensificando progresivamente. El clímax está marcado por el metal y la percusión. Luego se tranquiliza mediante el tema principal interpretado por la madera. La música nos lleva directamente sin interrupción al siguiente movimiento.

El último movimiento, andantino, nos presenta un reflexivo tema mediante los violines. El coro infantil entra con un sencillo tema. Reaparecen temas anteriores cuando el coro está en silencio. El coro va ganando relevancia acompañado por la cuerda. Un solo de violín acompañado por la cuerda baja y los timbales nos conduce hacia el éxtasis. Las trompas y la cuerda recapitulan el tema inicial, terminando con una suave disonancia de madera y cuerda.

Una sinfonía menos abstracta que la anterior, poseyendo elementos descriptivos que intentaremos analizar seguidamente. La obra trata de los niños, concretamente de los niños judíos, presentando el primer movimiento su tema principal. Un tema triste como la suerte que les ha sido reservada. Pero se elevará de la obscuridad hacia la luz, en una llamada a la esperanza.

El segundo movimiento se basa en un poema de Lev Kvitko (1890-1952), que habla de la habilidad de los niños para sobrevivir. Un niño construye un violín a partir de desperdicios, tocando delante de una audiencia formada por animales y pájaros. Toda una lección de humanismo mostrando a los animales superiores a muchos humanos.

El tercer movimiento es puramente instrumental. Corresponde al scherzo de la obra con su sarcástico trío, al estilo de Shostakovich. Nos muestra una alegría rota por el dolor, que aparece en el próximo movimiento con toda su crudeza.

El cuarto movimiento es una nueva versión del quinto número de las "Canciones Judías" que compuso Weinberg en 1944, sobre un poema de Samuil Galkin (1897-1960). Una trágica reflexión, que nos presenta de un modo gráfico lo que antes había sido un hogar, ahora  convertido en una tumba para los niños asesinados y que un día servirá como memorial para las futuras generaciones.

El último movimiento tiene un ambiente consolador. Se basa en un poema de Mikhail Lukonin (1918-1976), tratado como una canción de cuna. Nos presenta a los niños, tanto del presente como del futuro, del Mississippi al Mekong, pidiendo poder dormir en la confianza de un brillante y fructuoso futuro. Un grito a la esperanza.

Shostakovich estaba tan impresionado con esta sinfonía, que la utilizaba como ejemplo para sus clases. Dicen que exclamó que era una obra que él la hubiera firmado. Su ciclo de canciones "De la poesía popular judía" Op.79 lleva casualmente el mismo número de opus que la sinfonía de Weinberg.

Entre los dos amigos se estableció una competición entre el número de sus obras. Cuando Shostakovich termina su décimo cuarteto de cuerda cuenta a un amigo, que finalmente ha podido avanzar a Weinberg que solo tenía nueve. En el caso de las sinfonías tenía 13 cuando Weinberg empezaba su séptima.


La “Sinfonía Nº 7 para orquesta de cuerdas y clavecín”  Op.81 fue terminada en 1964, estando dedicada a Rudolf Barshaï, director de la Orquesta de Cámara de Moscú que estrenó la obra. En el mes de octubre de 1967 realizó una grabación de la misma para el sello Melodiya.

Rudolf Barshaï, también de origen judío, emigró a Israel en 1977, lo cual enfureció a las autoridades soviéticas. Su nombre fue borrado de todos los registros discográficos. Como anécdota, relataremos que cuando un cliente pedía al almacén de Melodiya una de sus grabaciones, decía que deseaba los discos de Barshaï, aquellos en que no había director de orquesta.

WEINBERG S7El primer movimiento, allegro moderato,  empieza con las notas del clave presentando un claro tema en do mayor. Pero pronto aparecen notas disonantes aumentando una tensión, que no se resuelve hasta la entrada de la cuerda, después de una modulación a do menor. Los elementos temáticos anteriores son recogidos por la cuerda, que los desarrolla en forma de un amplio arco. En la parte final reaparece el clave como solista, en un epílogo parecido a la introducción.

El segundo movimiento, allegro, presenta un tema derivado del primer movimiento de forma rápida. El elemento rítmico adquiere mayor importancia, como se puede observar en los pizzicatos y los enérgicos acompañamientos. El clave solamente aparece en la parte central, para dar color al tema presentado por la cuerda. En la parte final realiza un pequeño solo, pasando luego la cuerda a un adagio sostenuto relacionado con el comienzo de la sinfonía, enlazando sin pausa con el siguiente movimiento.

El tercer movimiento, andante, no usa el clavecín. Un tema pensativo está acompañado rítmicamente mediante pizzicatos. El tema se desarrolla con pequeños saltos cromáticos, que recuerdan nuevamente el estilo de Shostakovich. El violoncelo solista realiza su tarea de forma contrapuntística acompañado por pizzicatos.

El cuarto movimiento, adagio sostenuto,  que tampoco hace uso del clave, empieza con fuertes acordes siguiendo con una especie de recitativo, que pasa de la cuerda grave a la aguda y vuelve a la grave. Del forte pasamos repentinamente al pianissimo en la parte final.

El último movimiento, allegro,  empieza con repeticiones de notas mediante el clave al estilo de una mandolina. El rápido tempo y el carácter de la música le da un aspecto fantasmagórico. El clave realiza una parte solista con rápidas notas. Diversos temas son presentados de un modo desordenado, en un estilo camerístico. Fuertes acordes de la cuerda nos llevan a un motivo rítmico en forma de danza de carácter folclórico, con un rapidísimo tempo. Las notas del clavecín, con un tema claramente identificado, empiezan una extensa coda en pianissimo, donde encontramos toda una serie que podríamos llamar de efectos especiales, como golpes con las manos en las cajas de los contrabajos, notas col legno, glissandos y diferentes armonías. Termina con un recuerdo final al tema del inicio presentado por el clave, acabando suavemente la cuerda en do mayor.

Una nueva sinfonía de carácter serio sin elementos descriptivos. Semejante a una obra de cámara por su austeridad, nos presenta finos detalles de instrumentación, que le dan el aspecto de un modernismo moderado.


La “Sinfonía Nº 8” (Flores Polacas)  Op.83 fue escrita en 1964, siendo su primer sinfonía totalmente coral. Utiliza un tenor, una soprano, una contralto además de un coro mixto. El texto pertenece al poeta polaco de origen judío, Julian Tuwim, uno de los preferidos por Weinberg. Presenta una historia y crítica de Polonia durante la época situada entre las dos guerras mundiales.

Julian Tuwim (1894-1953)
Julian Tuwim (1894-1953)

Se estrenó en Moscú el 6 de marzo de 1966, interpretada por el Coro Académico Ruso y la Orquesta Filarmónica de Moscú dirigidos por Alexander Yurlov. Weinberg recordaba a su antigua patria, a la que no volvió hasta aquel mismo año durante una visita al Festival de Otoño de Varsovia.

Al estilo de alguna de las sinfonías de Shostakovich, está constituida por una serie de diez movimientos, en forma de una colección de canciones de aspecto descriptivo. "Kwiaty Polskie" (Flores Polacas), escrito entre 1940 y 1946, es un poema épico recordando con nostalgia la infancia del poeta transcurrida en Łódź.

El primer movimiento, Podmuch wiosny, viento de Primavera, empieza con el coro femenino cantando un tema pensativo, acompañado por los bajos de la cuerda y la percusión. La cuerda responde de un modo elegíaco, a la que se añade un solo de clarinete antes del final.

Actúa como preludio, haciendo una reflexión sobre el turbulento pasado de Polonia y su incierto futuro. Un viento turbulento que amenaza a su pueblo. La música nos indica el tono sombrío que tendrá la obra.

El segundo movimiento, Baluckie dzieci, niños de Baluty, nos presenta un tema rítmico cantado por el coro femenino, acompañado por el pizzicato de la cuerda, a la que se le suma la cuerda y la madera. Después de una pausa el tenor presenta su respuesta de un modo expresivo. Los dos temas se combinan polifónicamente antes de un brusco final.

Baluty es un suburbio industrial de Łódź. La música evoca el miserable clima social en que vivían los habitantes de los barrios obreros de la ciudad antes de la guerra.

WEINBERG S8El tercer movimiento, Przed stara chata, en frente de la antigua choza, empieza con entradas del viento en forma de lamentos, antes del solo del tenor en un ambiente armónico casi barroco. En la parte final la cuerda y el metal en sordina dan paso al coro sin acompañamiento, que nos llevan a un desolado final que conecta con la siguiente parte.

Es una triste reflexión sobre la degradación sufrida por el pueblo polaco a través de los tiempos. La vieja cabaña actúa como nostálgico fondo de la decadencia sufrida en todos los sentidos.

El cuarto movimiento, Byl sad, aquí había un huerto, empieza con el balbuceo de un tema folclórico mediante la madera y la cuerda. El coro aparece brevemente, dando paso a un diálogo entre la soprano y la mezzosoprano. La expresividad aumenta con la entrada de los instrumentos. Una frase del coro cierra el movimiento.

Continúa con una descripción del estado de pobreza en Polonia. Una pobreza que afecta especialmente a los campesinos, a los gitanos y a los judíos. El tema folclórico representa a la detestada raza judía.

El quinto movimiento, Bez, baya del saúco, empieza con un solo del tenor acompañado por intervenciones de la madera, acompañados por acordes de los bajos de la cuerda. El coro responde con un carácter de plegaria, que nos lleva al primer clímax de la obra con la intervención masiva de la orquesta. El tenor cierra con violentas frases el movimiento.

El texto nos presenta el contraste entre la esplendorosa Primavera y la alienante vida soportada por los habitantes de la ciudad. Una mezcla entre la súplica de una ferviente oración y el grito de rabia.

El sexto movimiento, Lkcja, lección, nos presenta una danza para coro y orquesta, con la participación activa de la percusión. En la segunda parte el coro se presenta vacilante, interpretando fragmentos hasta enmudecer, siendo arrastrado por el ritmo de la orquesta. Este fragmento orquestal da una nueva breve entrada al coro. El movimiento termina de forma desolada con sombríos intercambios entre el metal y la percusión, que nos van conduciendo al silencio.

Se trata de una llamada a los niños polacos, sobre la maldad humana que deberán de soportar. El inicio nos presenta una danza infantil que terminará de un modo desolador y sin una esperanza próxima.

El séptimo movimiento, Warszawskie psy, perros de Varsovia, presenta acordes al unísono del piano y la percusión, replicados con fuerza por el coro y la madera. La intensidad aumenta, especialmente cuando los acordes son martilleados por la entera orquesta. Un gélido solo del tenor interrumpe la música. Fugitivas entradas del coro, madera y percusión anteceden al poderoso acorde final.

El texto compara la crueldad infligida a los perros con el sufrimiento del pueblo polaco en los tiempos de guerra. Los fuertes acordes representarían la crueldad arrolladora del ejército nazi, especialmente contra aquellas razas tenidas como inferiores, cuyos miembros eran tratados como perros.

El octavo movimiento, Matka, madre, empieza con un dramático solo del tenor acompañado por estáticos acordes. Su melodía deriva del final del anterior movimiento. Una trompa lejana aporta una pincelada de contrapunto. Luego el fondo sonoro pasa a la cuerda aguda, terminando con lúgubres sonidos glaciales de la celesta, acompañados por las maderas en su registro más grave.

El texto nos relata una atrocidad cometida por los invasores nazis. Una madre es asesinada junto a la tumba de su hijo. El tenor realiza un dramático relato de los hechos, terminando con sonidos que hielan la sangre.

El noveno movimiento, Sprawiedliwosc, justicia, empieza con el coro sin acompañamiento con un tema dramático al unísono. Continúa con una sección más plácida donde el coro dialoga con la madera, un tema tomado de su ciclo de canciones "Recuerdos" escrito en 1958. Después de una pausa, la coda nos lleva a un clímax de modo triunfal, en el cual el coro nos conduce sin interrupción a la última parte.

Nos presenta el contraste entre el desastre nazi y la promesa de libertad e igualdad pregonada por los soviéticos al alzarse con la victoria. La primera parte nos muestra la apisonadora germánica, contrastando con una segunda sección más plácida dando esperanza a la liberación soviética. Al lograr la victoria llegamos al triunfal clímax.

VISTULAEl último movimiento, Wisla plynie, el Vístula fluye, empieza con un expresivo solo para el tenor. Luego el coro toma el tema de un modo más reflexivo acompañado por una luminosa orquesta. El tenor retorna con más fuerza respondiendo el coro de un modo más implorante. El tema de la madera tomado del quinto movimiento antecede la nueva entrada del coro, empezando un impresionante clímax para coro y orquesta. La música se disuelve quedando fragmentos corales. Aparece el tema del primer movimiento interpretado por la madera en su registro agudo que nos lleva a un optimista final.

El fluir del rio Vístula simboliza la indestructibilidad del espíritu polaco. Las flores de Polonia cada año comunican una nueva esperanza, es la frase con la que podemos resumir el espíritu de la obra. Su final refleja, según las propias palabras de Weinberg, la profunda fe del poeta en la victoria de la libertad, la justicia y el humanismo.


La “Sinfonía Nº 9” (Tiempos eternos) Op.93 fue compuesta entre 1940 y 1967.  Una obra para narrador, coros y orquesta, sobre textos de Julian Tuwim y Wladyslaw Broniewski. Actualmente no existe ninguna grabación de dicha sinfonía.

Su siguiente obra fue el "Concierto para trompeta y orquesta en si bemol mayor" Op.94 terminado en 1967. Cita varios motivos, entre ellos uno perteneciente a la "Carmen" de Bizet.

PASAJERAUna obra importante es el "Requiem" Op.96 compuesto entre 1965 y 1967. Su texto no es el usado por la Iglesia. Usa textos profanos de Mikhail Dudin, Munetoshi Fukugawa, Federico García Lorca, Dmitri Kedrin y Sara Teasdale. Como el famoso Réquiem de Britten es una protesta contra la guerra. Se estrenó después de la muerte del compositor, en Liverpool el 21 de noviembre de 2009.

Entre 1967 y 1968 compone la ópera en dos actos "La Pasajera" Op.97. Su estreno en versión escénica durante el Festival de Bregenz del año 2010 ha sido visto como la culminación de un proceso de recuperación de su legado, como observamos muy reciente.


La “Sinfonía Nº 10 en la menor” Op.98 fue terminada en 1968. Escrita solo para cuerdas fue estrenada por Rudolf Barshai dirigiendo la Orquesta de Cámara de Moscú, realizando en 1970 una grabación para el sello Melodiya.

El primer movimiento, Concerto Grosso, empieza con una serie de acordes paralelos, que forman el tema principal de la obra. Un segundo motivo de carácter ligero es desarrollado en forma parecida a la música barroca. Con estos dos elementos construye un movimiento al estilo de los antiguos concertos grossos, en los que alternaban los instrumentos solistas con la orquesta. Un solo del violoncelo nos conduce a la coda basada en el tema principal.

El segundo movimiento, Pastoral, empieza con un frio tema reflexivo en la cuerda. El tema lentamente va ganando calidez. La parte central contiene una importante sección para el violín solista, que luego pasa al violoncelo. Finalmente la orquesta recapitula la parte inicial, que sin pausa se une al  siguiente movimiento.

El tercer movimiento, Canzone, empieza con pizzicatos acompañando a un amplio tema de raíces populares. El tema se desarrolla de un modo bastante sobrio. Un solo del violoncelo nos conduce a unos pizzicatos que nos llevan a la recapitulación, con una coda caracterizada por un glissando. Sin pausa se une al siguiente movimiento.

El cuarto movimiento, Burlesque,  sería la parte correspondiente al scherzo en una sinfonía convencional. El tratamiento dado a la cuerda es realmente original. Una danza se desarrolla mediante especiales giros, glissandos y distorsiones.

El último movimiento, Inversion, consiste en un expresivo allegro. La música se eleva a insospechadas alturas. Notas repetidas inician una transcendente coda derivada del tema del primer movimiento, como la culminación de una catedral sonora.

Una obra difícil de captar en primera audición, pero caracterizada por su carácter trascendente, a pesar de no llevar ningún programa asociado. La sinfonía nos lleva desde su simple inicio al complicado contrapunto de su último movimiento. Una música que adquiere en algunos momentos un carácter espacial, como si quisiera salir de los elementos terrenales. Una de las grandes sinfonías del siglo XX, pero de difícil apreciación.


La “Sinfonía Nº 11" (Sinfonía Festiva) Op.101 fue compuesta en 1969. Una obra para coros y orquesta basada en los textos de varios poetas revolucionarios. Nunca se ha grabado.

VINI PUCKEn el mismo año 1969 compuso la música para un film de dibujos animados titulado "Vinni Pukh". Las aventuras del osito Pukh se hicieron muy famosas en Rusia, dando unos momentos de fama al compositor. Es impresionante el pensar, que un compositor tan notable solamente era conocido por una cancioncilla de carácter infantil. Una obra comercial escrita para ganarse la vida. En 1970 compone el "Concierto para clarinete" Op.104, una obra menos popular, de la cual no se realizó ninguna grabación hasta el año 2008.


La “Sinfonía Nº 12” (En memoria a Dmitri Shostakovich) Op.114 fue terminada en 1976. El 9 de agosto de 1975 muere su gran amigo Dmitri Shostakovich. Muchos compositores dedicaron obras a su memoria y Weinberg no podía dejar de hacerlo. Empezada en 1975 la terminó al año siguiente. En el mes de noviembre de 1979 se realizó una grabación interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio y TV de la URSS dirigida por el hijo de Shostakovich, Maxim.

Se trata de una obra escrita para gran orquesta y con una duración de casi una hora, escrita en un estilo que desea asemejarse al de su gran maestro Shostakovich. Lo consideraba su maestro a pesar que nunca había recibido una clase del mismo.

El primer movimiento, allegro moderato, empieza con un poderoso tema que hubiera podido ser escrito por el propio Shostakovich. Una serie de disonancias le añaden su peculiar estilo. El tema secundario es presentado por la cuerda, un tema sobrio pero con un carácter más dulce, al que pronto se añadirán las maderas. La sección de desarrollo adquiere gran importancia, transformando el material temático presentado anteriormente. Nuevos motivos rítmicos parecen germinar de sus antecedentes. Termina con una reexposición abreviada, presentando claramente el tema inicial. El segundo tema nos conduce a una coda, que después de un fuerte unísono termina con un largo acorde sin resolver, que nos lleva directamente al siguiente movimiento.

El segundo movimiento, allegretto, corresponde al scherzo. Un motivo rítmico es presentado por la cuerda. El trío es encomendado a los metales, seguidos por la madera donde destaca el clarinete. Unos momentos de ironía al estilo de Shostakovich. El cáustico humor da lugar a extrañas combinaciones de sonido. La sección final más calmada antecede a una determinante coda.

WEINBERG S12El tercer movimiento, adagio, empieza con un tema melancólico interpretado por los violines. El tema se desarrolla adquiriendo en cada nueva presentación más energía. Aparece un nuevo tema fuertemente rítmico que va aumentando en intensidad, tomado finalmente por los timbales. El marcado ritmo es detenido por un motivo presentado por el fagot. El movimiento termina con una reexposición de su tema principal, que se va apaciguando, quedando las cuerdas con una nota fa sostenida que lo une a la siguiente parte.

El último movimiento, allegro, está construido en forma de rondo. El tema aparece interpretado por la marimba sobre el fa de la cuerda, un tema que nos recuerda a uno de los usados por Bizet en su ópera Carmen. Diversos interludios orquestales de intenso color orquestal separan sus repetidas apariciones. Uno de estos interludios toma el típico ritmo de vals. La parte final se vuelve meditativa, incluyendo algunos fragmentos temáticos, llevándonos a la coda sobre una nota re largamente sostenida. Es curioso observar que en esta parte final el arpa oscila durante un instante entre las notas re y mi bemol, en alemán D y Es, DS, las iniciales de Dimitri Shostakovich.

Una composición que es un real homenaje a uno de los grandes compositores contemporáneos, realizado por alguien que se considera su alumno y seguidor. El estilo empleado es avanzado, pero sin renunciar a la tonalidad.


La “Sinfonía Nº 13"  Op.115 compuesta en 1976 está dedicada a la memoria de su madre, muerta junto con su padre y su hermana, en el campo de concentración polaco de Trawniki a principios de la década de 1940. Sorprendentemente parece que no hubo ninguna interpretación pública en su época. Solamente desde su Decimocuarta Sinfonía, de 1977 en adelante Weinberg se aseguró la defensa de su obra por Vladimir Fedoseyev. Para su descripción se utiliza la traducción de los comentarios de Richard Whitehouse, procedentes del folleto que acompaña la grabación del sello Naxos.

A diferencia de su sinfonía predecesora, que se adhiere al formato arquetípico de cuatro movimientos, la Decimotercera Sinfonía está estructurada en un solo movimiento, un procedimiento seguido en la Decimocuarta y la Dieciseisava, que se desarrolla como un arco casi simétrico desde su culminación central.

Utiliza una gran orquesta incluyendo madera por triplicado, seis trompas. cuatro trompetas, cuatro trombones, pero se usan generalmente con moderación, en texturas que son austeras o en forma de música de cámara. No menos notable aquí es la evitación de lo que podría describirse como temas auto contenidos, en favor de ideas lineales o motivicas que evolucionan a lo largo de sus casi 35 minutos. Weinberg había trabajado con tales procesos en sus cuartetos de cuerda y sonatas instrumentales solistas de la década de 1960, pero aquí las transfiere a un lienzo más grande con resultados apasionantes aunque a menudo inquietantes.

La obra se abre con un tema sombrío en las violas, pronto continuado por las cuerdas a medida que este crece en volumen e intensidad. El corno inglés hace una contribución pensativa, seguida por el clarinete y luego por los bajos de la madera a medida que la música se dirige a un breve clímax. Se desvanece para dejar las cuerdas superiores en la incertidumbre de la reflexión, unidas al piccolo y otras maderas en solitario, a medida que el impulso aumenta constantemente. Luego gradualmente es tomado por la orquesta completa hasta que la percusión entra y se alcanza un clímax estridente.

Los instrumentos solistas ahora inesperadamente saltan al primer plano, en particular el violín con un pasaje similar a una cadenza, que se intensifica a medida que las cuerdas y los metales se involucran en la confrontación con los golpes de los timbales. La madera añade un comentario sardónico, no menos importante que el glissando de los trombones, alcanzando entonces una dramática cumbre, coronada por tristes llamadas de las trompetas.

El tema inicial de las cuerdas regresa en forma de una amplia cantilena, con el acompañamiento palpitante de arpas y cuerdas inferiores, pero se corta repentinamente para dejar la madera en solitario y las cuerdas buscando a tientas su camino hacia adelante. La intensidad emocional disminuye a medida que se recupera el estado de ánimo introspectivo del principio, con un último intento de clímax, que se derrumba en motivos quejumbrosos de fagots y timbales. En la lejanía, la viola solista entra en primer plano, lo que conduce al final de la obra con respuestas fragmentadas de la madera, que se fusionan a breves acordes del arpa y ascienden más allá de lo audible.

Una observación final es la cita, después del primer clímax, de un coral del segundo acto de la ópera del propio Weinberg "El pasajero" (1968), vinculada al mutuo apoyo de las reclusas en Auschwitz y que cumple debidamente una función personal en esta pieza en general de carácter abstracto.

Una sinfonía de carácter triste y dramático, sin ningún momento de esperanza, para recordar y reflexionar sobre la barbarie de los campos de concentración nazis, que golpearon con tanta fuerza al compositor.


La “Sinfonía Nº 14” Op.117 fue terminada en 1977, estando dedicada a Vladimir Fedosseiev que la estrenó el 8 de octubre de 1980, dentro del marco del Segundo Festival de Otoño de Moscú. Utiliza una gran orquesta, con seis trompas y una importante sección de percusión.

El Festival de Otoño de Moscú fue creado al final de la década de los años 1970, para presentar la música soviética contemporánea, algo parecido al Festival de Varsovia, del que es posible hubiera tomado la idea.

Escrita en un solo gran movimiento lo podemos dividir en cuatro partes, que se interpretan sin interrupción. Siguiendo la tradición sinfónica podemos observar claramente sus cuatro movimientos.

El primer movimiento, largo, empieza con un tema lírico pensativo presentado por la viola. Las flautas recogen el tema, que luego pasa a los clarinetes. Cuando lo interpreta la cuerda se vuelve más apasionado. El estilo nos recuerda el usado por Bartok. Una especie de coral interpretada por el metal nos conduce sin interrupción al siguiente movimiento.

El segundo movimiento, allegro, corresponde al scherzo de la obra. Los agudos sonidos de la madera nos conducen a grotescos ritmos de polca. Un proceso de fusión, que recoge ritmos folclóricos clásicos pero expresados mediante modernos procedimientos. Podemos notar una clara influencia de Stravinsky en su estilo. El trío es de carácter melódico interpretado por la cuerda. Luego retorna a su carácter grotesco.

WEINBERG S14El tercer movimiento, adagio, nos presenta un tema contenido introducido por la viola. El tema es tratado de forma camerística, participando diversos instrumentos solistas. La cuerda alterna con la madera en su desarrollo, siempre conservando un ambiente muy intimista. Un solo de trompa anuncia el principio de la siguiente sección.

El último movimiento, moderato, iniciado por la trompa tiene un marcado carácter épico. La extensa llamada de la trompa es contestada por diversos instrumentos, entre ellos trompetas con sordina. Los timbales se añaden acompañando el tema. La cuerda nos lleva hacia la coda, que iniciada por un solo del violín termina con poderosos acordes.

Por su interés traducimos a continuación un artículo publicado por el musicólogo Vsevolod Zaderatski publicado en la revista Sovietskaia musika en 1981.

Se trata ante todo de una música que toma sus raíces de la tierra rusa. Sus tonos y esquemas melódicos, la fusión inventiva con las tradiciones de Shostakovich y de Stravinsky, el grado de teatralidad, los grandes espacios, los elementos épicos, todo son señales de una unión íntima con las bases inmemoriales de Rusia. Incluso los elementos "malherianos" que nos recuerdan como Shostakovich los adopta, se inscriben de un modo natural en este "retorno a la tierra" característico del estilo nacional. En resumen, tenemos aquí un estilo maravillosamente original, signo de un verdadero fenómeno artístico.


La “Sinfonía Nº 15" (Creo en esta tierra) Op.119 fue compuesta en 1977, para soprano, barítono, coro femenino y orquesta, sobre poemas de M. Dudin. No poseemos ninguna grabación de la misma en el momento de la escritura del artículo.


La “Sinfonía Nº 16” Op.131 fue terminada en 1981, estrenándose en 1982 durante el cuarto Festival de Otoño de Moscú, en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Sociedad Filarmónica de Moscú dirigida por Pavel Kogan.

La sinfonía está escrita en un solo movimiento, respetando más o menos la forma sonata clásica. La orquesta empleada es normal exceptuando una percusión ampliada. Podemos dividirla en las partes correspondientes a la forma sonata.

La exposición empieza con la presentación de un primer tema vigoroso, acompañado por el ritmo martilleante de la percusión. Continúa con una sección de gran calma dominada por la cuerda. Un solo del fagot introduce el segundo tema de carácter lírico. El desarrollo es bastante complejo, terminando con un clímax que reproduce el principio de la obra.

La reexposición se inicia de un modo totalmente libre con una variante del tema lírico. El viento tiene largos pasajes solistas. Termina con una serena coda en la cual la música se va desvaneciendo lentamente.

Como en el caso anterior, traducimos los comentarios publicados en la revista Sovietskaia musika en 1983, escritos por Elena Dolinskaya a raíz de su estreno durante el indicado Festival.

En mi opinión se debe mencionar ante todo la "Sinfonía Nº 16" de M. Weinberg, una obra lírico-dramática que junta las cualidades filosóficas a una autenticidad y una sinceridad emocionales realmente típicas de la música de este compositor. En un principio parecía que la sinfonía no tenía nada nuevo que ofrecer. Sin embargo, como cada una de las partituras de este compositor, introduce un detalle nuevo e inesperado en su universo estilístico bien establecido.

Quiero hablar de la presencia muy característica de una poesía romántica en la estructura de conjunto de la sinfonía. Una "intriga" hecha de conflictos se desarrolla en una dirección única, arrastrándonos como en los Románticos hacia una apoteosis. Pero este apogeo no muestra la liberación de energía emocional acumulada, sino que es la intensa afirmación de los orígenes intelectuales de la obra. En la brillante coda seguimos el rastro de este apogeo que se desvanece poco a poco.

Se trata de una obra compleja con temas poco definidos, que nos indica la evolución del compositor hacia formas de expresión más complicadas y la creciente libertad del mundo soviético al aceptarlas.


La “Sinfonía Nº 17” (Memoria) Op.137 fue compuesta entre 1982 y 1984. Está dedicada al director Vladimir Fedoseyev. Es la primera de una trilogía sobre la pasada guerra que forma con las siguientes sinfonías 18 y 19. Su título global está escrito en alemán, Die Schwelle des Krieges, que significa A las puertas de la guerra, refiriéndose a la segunda guerra mundial.

La sinfonía está precedida por unas frases de la poetisa rusa Anna Akhmatova (1898-1966), que había sufrido como el propio compositor la represión de Stalin. La traducción de dichas frases es la siguiente:

¡Mi país, has recobrado tu voluntad y tu libertad!

Pero los ardientes años de la guerra permanecerán para siempre grabados en el tesoro de la memoria del pueblo.

WEINBERG S17El primer movimiento, adagio sostenuto, empieza con un triste tema en la cuerda. Es el recuerdo de la guerra, la memoria que expresa el título de la sinfonía. Una dramática introducción al tríptico sinfónico. Un segundo tema más calmado, pero aumentando la sensación de desolación, se presenta después de una breve pausa. Su desarrollo nos conduce a una sección más expresiva. Un solo del violoncelo abre camino a la recapitulación, terminando con una tranquila coda.

El segundo movimiento, allegro molto, nos presenta un tema inquieto y vacilante. Un segundo tema más incisivo nos recuerda los conflictos militares. Escuchamos diversas citas del Dies irae, la canción latina de la muerte. Una amplia sección de desarrollo nos conduce hasta un violento clímax. La recapitulación termina con un solo de violín, que nos lleva hacia una coda llena de esperanza.

El tercer movimiento, allegro moderato, es el scherzo de la obra. Se basa en un vigoroso tema desarrollado de modo contrapuntístico. El trío está encomendado principalmente a los solistas de la madera. Luego se reanuda la primera parte terminando con una breve pero determinante coda.

WEINBERG S17 2El último movimiento, no lleva título pero corresponde a un andante. Los clarinetes y luego las trompas inician el movimiento con un tema triste. La sección central es más agitada con predominio del metal reforzado por redobles de los timbales. Después de llegar al clímax, la música pasa por una delicada sección, casi camerística, para cuerda y celesta. Repentinamente empieza una grandiosa coda usando el metal y la percusión, que da valor a los sentimientos expresados en las líneas de los versos iniciales.

Como en las sinfonías de Shostakovich, la sensación de victoria final se refiere a la victoria del arte sobre la dictadura de Stalin y todas las formas de dictadura sobre el arte. Durante toda su vida Weinberg no había querido participar en la vida política, ni después del derrumbe de la URSS.


La “Sinfonía Nº 18” (Guerra, no existe palabra más cruel) Op.138 fue terminada en 1986, siendo la segunda obra del tríptico sobre la guerra. Está compuesta en un solo movimiento, dividido en cuatro partes principales, para orquesta y coros. Los textos usados pertenecen a Sergei Orlov, y a Alexander Tvardovsky, empleando además textos populares tradicionales. Utiliza una gran orquesta reforzada por el órgano.

La primera parte, adagio, allegro, es puramente orquestal. Está dividida en dos secciones con una similar duración. La primera sección es lenta, empezando la cuerda presentando una especie de himno, que luego es recogido por el metal de un modo más estridente. La trompeta con sordina repite el tema antes de la parte final. La cuerda nos conduce a la segunda sección con frases más expresivas.

El allegro que sigue sin interrupción nos presenta un tema vivo mediante la cuerda acompañada por golpes de timbal. Como en su anterior sinfonía, después de presentarnos los recuerdos de los males causados por la guerra ahora nos ofrece una visión más dramática de la misma. El órgano se añade para dar más fuerza a su clímax. Luego entramos en una sección más calmada con elementos camerísticos. La cuerda toma la palabra para llevarnos a una reflexiva coda.

La segunda parte, Lo enterraron en la tierra, usa un poema de Sergei Orlov. El coro realiza su primera entrada a capella. Presenta un tema elegíaco con fúnebres elementos. La música se eleva con motivos contrapuntísticos. En la parte central interviene la orquesta con delicados motivos en un ambiente camerístico. El tañido de la campana nos lleva a una sección de mayor dramatismo dominada por la madera. En la parte final vuelve a participar el coro con una mayor fuerza. Solos de la madera cierran con calma esta parte, pasando sin interrupción a la siguiente.

La tercera parte, Querida pequeña baya, no conoces la pena de mi corazón, contiene un tema tomado de una canción folclórica popular. El coro introduce dicho tema de carácter popular. El motivo se desarrolla de modo polifónico con el adecuado acompañamiento de la orquesta y el órgano. La cuerda introduce un motivo agitado con el coro presentando el tema anterior de modo fragmentado. Esta sección, podríamos decir de desarrollo, nos conduce a un clímax con intervención del metal mediante agresivas frases. El coro y la percusión se añaden en su culminación. Después de una pausa empieza la recapitulación de la sección inicial con el coro a capella, seguido de una entrada delicada de la orquesta, que sin interrupción nos conducirá a la siguiente parte.

La última parte, guerra, no existe palabra más cruel, utiliza un texto de Alexander Tvardovsky. Forma el epílogo de la sinfonía. El coro a cappella, en polifonía nos presenta un emotivo tema que se va elevando hasta las regiones más agudas para luego iniciar su descenso hasta disolverse en la coda.

Se trata de una sinfonía menos abstracta que la anterior. Los temas son más claros con mucha influencia de melodías folclóricas.


La “Sinfonía Nº 19” (Brillante Mayo) Op.142 fue terminada en 1986. Su título también podría traducirse como Alegre Mayo. No se trata de la conmemoración de la fiesta nacional de mayo sino del mes en que terminó la gran guerra patriótica.

Se estrenó en el Festival de Otoño de Moscú el 23 de noviembre de 1986, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio de la URSS dirigida por Vladimir Fedoseyev, quién estrenó seis de sus últimas sinfonías.

La obra va precedida de una cita tomada del poema La Victoria de Anna Akhmatova, rehabilitada durante la política del Glasnost de Mikhail Gorbachev. Traducimos a continuación dichos versos.

La victoria está en nuestra puerta

¿Cómo podemos recibir a este largo tiempo esperado huésped?

Las mujeres levantarán a sus bebés

Los cuales han sido salvados entre miles de muertos

Este será el mejor saludo

WEINBERG S19La sinfonía está escrita en un solo movimiento que podemos dividirlo en tres partes. La primera sección empieza con un agudo tema presentado por la cuerda. Con la entrada de la madera y el metal el tema gana en expresividad. La tensión se relaje al aparecer un solo de la flauta dialogando con la madera en un modo casi pastoral. El tema pasa después a la cuerda. Cuando entra el metal y la percusión empieza un rítmico clímax que luego retorna al modo pastoral anterior. La cuerda y la madera intercambian vacilantes frases.

La segunda sección empieza sin pausa con un canto fúnebre para cuerda. La madera presenta un tema acompañada por suaves pizzicatos de la cuerda. El tema crece con la incorporación del metal y la cuerda. Su ritmo se vuelve cada vez más agresivo de un modo marcial hasta llegar a un clímax con intercambios entre el metal y la percusión. Después de una pausa solos de la madera acompañada por la cuerda retornan al tema inicial.

La última sección empieza después de una breve pausa. La cuerda continúa el tema mediante construcciones contrapuntísticas, llegando a su culminación con el sonido de unas campanas. Un solo de la trompa conversa con la cuerda en un ambiente apacible. Unas frases de la flauta preceden a un breve clímax. Un solo del clarinete quita la tensión remanente. El pícolo y la trompa intercambian frases. Sobre un sombrío acorde de la cuerda la madera y el metal añaden las últimas notas de la obra.

Con esta sinfonía termina el tríptico de obras dedicadas a la guerra. Una reflexión bastante sombría de la victoria, una victoria que ha costado tantas vidas y tanto sufrimiento. Una victoria que no merece una jubilosa celebración, parece que nos quiera indicar el compositor.

"Las banderas de la paz" Op.143 escrita en 1986, poco después de su anterior sinfonía, es una de sus pocas obras de carácter conmemorativo. Dedicada al 27º Congreso del Partido Comunista Soviético. En ella abandona el introspectivo estilo de sus últimas sinfonías.


La “Sinfonía de cámara Nº 1 para orquesta de cuerda” Op.145 fue terminada en el mes de agosto de 1986 en Moscú. Parece que su autor dudó en llamarla Kamernaya, de cámara, pues primero escribió el nombre en la partitura, luego lo borró y finalmente lo volvió a escribir. En una entrevista le pidieron que explicara por qué hacía esta distinción, cuando sus anteriores sinfonías segunda, séptima y décima estaban escritas para la misma instrumentación. Su respuesta fue la siguiente.

Es verdad, he estado algo equivocado. Realmente la nueva sinfonía no difiere demasiado de las que ha nombrado referente a las características del género. Sabe, no deseaba cargar con esta serie de números tan altos. Recientemente he terminado mi Sinfonía de cámara Nº 2... Repito, ni en duración ni en carácter difieren las nuevas sinfonías de la segunda, séptima o décima.

WEINBERG S CAMARASe estrenó durante el Festival de Otoño de Moscú con un gran éxito. Su estructura es clásica y sus temas son pacíficos y calmados. Un remanso de paz después de haber escrito la serie de sinfonías dedicadas a la guerra. Nos recuerda a la Sinfonía clásica de Prokofiev.

El primer movimiento, allegro,  empieza con un tema característico fácil de recordar y que podemos comparar a los de la citada Sinfonía clásica. El segundo tema de esta forma sonata es menos evidente.

El segundo movimiento, andante, empieza con un tema lírico que después de diversas modulaciones llega a un pequeño clímax. Continúa con un interludio calmado pero rápido. Luego retorna el tema inicial, terminando con calma el movimiento.

El tercer movimiento, allegretto, tiene la forma de un lied de construcción libre. El tema es melancólico pero a la vez tiene cierta ternura, como una canción de consolación para una afligida muñequita. Es notable observar la métrica variable de su ritmo.

El último movimiento, presto, contrasta plenamente con el anterior. Escrito en forma de rondó con un tema ligero y tumultuoso que se desarrolla de un modo virtuoso. La obra termina con un alegre do mayor.


La “Sinfonía de cámara Nº 2 para orquesta de cuerda y timbales” Op.147  fue terminada el 29 de abril de 1987. Escrita en tres movimientos su duración es comparable a la de las sinfonías clásicas vienesas.

El primer movimiento, allegro molto, escrito en forma sonata posee un primer tema lleno de vitalidad, subrayado por los golpes de timbal. El segundo tema ofrece un gran contraste empezando de un modo soñador, convirtiéndose luego en algo más difuso. La sección de desarrollo utiliza el contrapunto de un modo habilidoso. Termina con una resumida recapitulación.

El segundo movimiento, pesante, nos presenta un tema de danza lenta, como si se tratara de una forma lenta del scherzo o de un minueto. Está escrito en modo menor, presentando cierta melancolía de carácter galante.

El tercer movimiento, andante sostenuto, empieza con un recitativo de la cuerda al unísono, que nos conduce al primer tema de un carácter reflexivo. El segundo tema también es lento pero más consolador. Los temas se alternan en una especie de desarrollo, para terminar con su correspondiente recapitulación alterada. La coda empieza en modo forte para pasar luego a un pianissimo, terminando súbitamente con un fuerte golpe de los timbales.

Como en su anterior sinfonía de cámara, podríamos considerarla como una de sus sinfonías para cuerda numeradas. Parece que deseó detener su numeración para no alcanzar la producción de Miaskovsky creador de 27 sinfonías.


La “Sinfonía Nº 20” Op.150 fue terminada en el mes de julio de 1988. Está dedicada a Vladimir Fedoseyev y a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Moscú, principales difusores de su música. Una obra que no se estrenó durante la vida de su autor.

Weinberg empezaba a tener problemas graves de salud, sufría la enfermedad de Crohn[3]. En las primeras páginas del manuscrito escribe en polaco unas frases malherianas.

Puede que aun pueda escribir esta obra con la ayuda de Dios.

Pero lo dudo.

WEINBERG S20El primer movimiento,  adagio, meno mosso, meno mosso, empieza con un tema sombrío típico de su autor.  Los clarinetes añaden una segunda idea tanto más sombría que la anterior. Continúa con un meditativo coral de la cuerda. La música se desarrolla empleando frases contrapuntísticas. La música va aumentando su expresión, llegando a su punto culminante con la entrada de las trompetas en sordina. Después de una pausa la música empieza su declive, empezando su descenso hacia las regiones más bajas de la escala musical. Termina con una nota do en su registro más bajo.

El segundo movimiento, allegretto, coda, es el primer scherzo de la obra. Un tema bastante áspero es seguido por un trío contrastante con un carácter casi popular. Termina con una breve repetición de la primera parte.

El tercer movimiento, con moto,  actúa en forma de un intermezzo, bastante cromático casi atonal sobre pizzicatos de la cuerda. Una música que recuerda a Hindemith con un carácter enigmático y complejo.

El cuarto movimiento, allegro molto, es el segundo scherzo de la obra. Posee un fuerte carácter rítmico. Su inicio es una cita del principio del acto II de su ópera "El Retrato" Op.128 compuesta en 1980 sobre textos de Gogol. La escena de la ópera transcurre en un restaurante donde el protagonista, un artista, celebra su reciente riqueza pidiendo todos los platos del menú.

El último movimiento, lento, meno mosso, tiene un carácter doloroso. El tema principal proviene de una mazurca compuesta en 1933, que llevaba cuando se escapó de la invasión de Polonia en 1939. Podríamos pensar que la idea programática también proviene de la citada ópera. El artista protagonista comprende que ha traicionado su vocación y se interna en la locura antes de morir. En la parte central del movimiento el clima parece aun más trágico con un solo para la flauta. Luego retorna al doloroso carácter inicial mediante desgarradoras frases. Una rotunda coda en do mayor cierra la obra.

Una obra bastante abstracta y austera en la que parece querer identificarse con el trágico destino de su protagonista, con las citas de su ópera y los recuerdos de su juventud. Una sinfonía escrita por una persona enferma, con detalles autobiográficos que solamente podemos conjeturar.


La “Sinfonía de cámara Nº 3” Op.151 fue terminada en 1991 después de unos años de inactividad creadora de su autor. Vladimir Fedoseyev realizó su primera grabación en 1996. Está compuesta para orquesta de cuerda.

El primer movimiento, lento, empieza con una breve sección de introducción. Después de una pausa aparece un tema de carácter elegíaco, que se va expandiendo en forma de arco hasta llegar a su punto culminante. Luego empieza su descenso hasta llegar a la tranquila coda.

WEINBERG S19 2El segundo movimiento, allegro molto, corresponde al scherzo. Un tema rápido de carácter rítmico es interrumpido por una nueva sección rítmica. La música alcanza una violencia casi similar a la música de Shostakovich en ciertos momentos. En la parte final reaparece el tema inicial, que nos conduce a una peculiar coda.

El tercer movimiento, adagio, está escrito en forma de lied. Un tema pensativo es presentado por los bajos de la cuerda. El tema es desarrollado de un modo clásico. Las notas del violoncelo cierran con tranquilidad el movimiento.

El último movimiento, andantino, presenta un tema ligeramente rítmico acompañado por pizzicatos. En la parte central aparece un segundo tema con cierto carácter de himno. Una sección con un solo de la viola antecede a la repetición en forma concertante de la primera sección.

Una obra que se desarrolla de un modo muy sobrio en su mayor parte, presentando un aspecto intimista similar a la música de cámara, algo que continuará en su última sinfonía con dicho título.


La “Sinfonía Nº 21" (Kaddish)[4] Op.152 fue compuesta entre 1989 y 1991. Escrita para soprano, cantando sin palabras o sea vocalizando, y orquesta. Está dedicada a los judíos que murieron en el ghetto de Varsovia. Weinberg realizó la donación del manuscrito de la partitura al Memorial Yad VaShem[5] de Israel.
  Es la última sinfonía completada por el compositor antes de su muerte.  La sinfonía es una obra en un solo movimiento dividido en  seis secciones, con una soprano sin palabras en la parte final.

La primera sección, largo, está compuesta de forma muy libre. Comienza con un extenso coral,  profundo y lleno de tragedia, interpretado por las cuerdas, con solos prominentes para el violín. La música se eleva con la entrada de toda la orquesta, en un clímax disonante y expresivo. La partitura en su conjunto incluye una serie de citas. El solista de violín cita desde el principio una de las canciones de Mahler correspondiente a "Das Knaben Wunderhorn", donde un niño clama por pan, pero es ignorado y muere, y la "Balada Nº 1 en sol menor" Op.23 de Chopin. También se cita el cuarto cuarteto de cuerdas de Weinberg. Hay varios pasajes muy poderosos, incluso desgarradores y muchos más en los que las texturas se reducen hasta el mínimo, a pesar de que toda la pieza está compuesta para una gran orquesta.

Unos acordes secos y percusivos abren una parte más lírica, seguidos por un solo de clarinete, que vuelve a tocar la base tensa de las cuerdas. Luego otras maderas se le unen en forma de varios diálogos. Las cuerdas retoman al coral inicial, interrumpido por un fuerte golpe de timbales.

A continuación comienza un episodio prolongado en el que el violín tiene un delicado solo, acompañado por el arpa. Llega un pasaje sombrío para los metales, seguido de un solo del piano. Una coda lenta y dramática, haciendo referencia de nuevo a la Balada de Chopin, nos conduce a la siguiente parte.

La segunda sección, allegro molto, está estructurada como una especie de tema y variaciones. Se abre con un tema expresivo de raíces judaicas, introducido por las cuerdas. El movimiento está mucho más instrumentado. Tanto la música como la partitura rozan a veces lo estridente, con acordes feroces interrumpidos por la percusión y repentinos arrebatos violentos. Las siguientes variaciones continúan desarrollando el tema, pero siempre manteniendo el espíritu trágico, con una orquestación apoyada por la percusión. La sección concluye con un anticlímax violento, con llamadas del metal que nos llevan a la siguiente parte.

La tercera sección, largo, está estructurada en forma ternaria. Comienza con un clímax potente y expresivo. Los metales introducen un himno coral sobre el trémolo de las cuerdas, presentado de una manera muy dramática. Una sección más lírica, pero tensa, se abre con diálogos entre la madera y las cuerdas. Luego aparece un solo para el contrabajo, alterado con frases de los metales. Acordes disonantes de los metales nos conducen a un diálogo entre clarinete y violín, haciendo referencia a la música tradicional judía, que sin pausa nos lleva directamente a la siguiente parte.

La cuarta sección, presto, está escrita en forma binaria. La primera parte se abre con el motivo del diálogo anterior, transformado en un tema rítmico sardónico, casi como una distorsión de pesadilla de la música judía. Fuertes acordes de las cuerdas nos conducen a la segunda parte, que se abre con el violín, más tarde unido a la flauta, presentando un solo sombrío. Un pedal de las cuerdas nos lleva a la siguiente parte.

La quinta sección, andantino, consiste en una passacaglia. Comienza con débiles notas del glockenspiel, seguidas por pizzicatos del violín, estableciendo la línea de bajo. La madera se une en varios solos derivados de dicha línea. Glockenspiel y violín recapitulan la línea, seguida por nuevas variaciones de la madera. El ambiente se enrarece con un solo de la trompeta en sordina, seguido por la flauta. La música se transforma en un conjunto de cámara, con diálogos entre pocos instrumentos. Una entrada masiva de las cuerdas nos conduce a un clímax disonante y trágico. Una transición sardónica nos lleva a la parte final.

La sexta sección, lento, tiene una forma libre. Se abre con golpes de campana y un tema trágico es presentado por las cuerdas, en medio de esta atmósfera opresiva, contestada por ominosos acordes de los metales. Frases de los clarinetes introducen a la soprano, cantando un lamento sin palabras de gran poder expresivo. En su mayor parte, los únicos otros sonidos que escuchamos son una suave nota de pedal de contrabajo y algunos comentarios del violín solo y el clarinete. El piano entra, citando tranquilamente de nuevo la Balada de Chopin, seguida de varios solos de otros instrumentos. La soprano continúa con su canto, de repente acelerado en un anticlímax masivo, después de lo cual la obra llega a una conclusión muy suave y dolorosa.


La “Sinfonía de cámara Nº 4” Op.153 fue compuesta en Moscú en muy poco espacio de tiempo, entre el 30 de abril y el 12 de mayo de 1992. Compuesta para orquesta de cuerda, clarinete y un triángulo, está dedicada al compositor Boris Tchaikovsky. Es la penúltima obra escrita por el compositor.

Compuesta en un solo movimiento la podemos dividir en cuatro partes que se interpretan sin interrupción. El compositor decía que era como un resumen de su vida. Un comentario del propio compositor lo reproducimos a continuación:

Me dije a mi mismo que Dios se encuentra en todas partes. Desde mi Primera Sinfonía una especie de coral ha estado andando a mi alrededor...

La primera parte, lento, empieza con una serie de motivos corales antes de la intervención del clarinete. Su entrada sigue a una sección recitativa de carácter solista. La repetición de la coral inicial cierra esta parte.

WEINBERG CAMARALa segunda parte, allegro molto, moderato, empieza sin interrupción con un tema vigoroso y rápido, constituyendo el scherzo de la obra. El movimiento se calma con la intervención del clarinete, que empieza un monólogo siendo seguido primero por el violín y luego por el violoncelo, que termina la sección de un modo interrogativo.

La tercera parte, adagio, meno mosso,  comienza con un triste tema de origen folclórico interpretado por el clarinete. Luego es continuado por la cuerda que va aumentando su expresividad hasta llegar a su clímax. Entonces reaparece el clarinete. Después de una pausa, la cuerda realiza una recapitulación. El clarinete inicia la coda que termina con un trémolo.

La última parte, andantino, adagissimo, se inicia sin pausa con un golpe del triángulo, su primera y casi última intervención. El clarinete presenta un tema de carácter folclórico en forma de un largo recitativo. El tema se desarrolla y después de una cadenza del clarinete, la cuerda empieza una tranquila sección, que nos lleva hacia una transfigurada paz. El triángulo añade una de las últimas notas.


La “Sinfonía Nº 22" Op.154 es una obra inacabada. Weinberg la estaba componiendo después de haberse roto la cadera en una caída, mientras sufría severamente de su enfermedad de Crohn de larga duración. El compositor logró terminar la partitura para piano antes de que la enfermedad se agravara, muriendo el 26 de febrero de 1996, quedando la obra sin orquestar. Está dedicada a Olya, su esposa, quien sugirió a Kirill Umansky poder orquestar la partitura. Sumergiéndose en la música sinfónica de Weinberg, Umansky completó la orquestación y la primera interpretación fue realizada por la Orquesta Filarmónica Estatal de Belgorod en 2003.

La obra, compuesta ligeramente en re mayor, es una obra austera, de larga duración, como de despedida en algunos aspectos, pero nunca lacrimosa o autocomplaciente. Los comentarios siguientes corresponden a la traducción del texto escrito por David Fanning que acompaña el disco editado por Toccata Classics.

El primer movimiento, Fantasia, lento. poco piu mosso, moderato, adagio, largo, adagietto, posee formato ternario, lento, rápido, lento, Se abre con una línea melódica solista, indicada para piano en la primera partitura del borrador, pero para clarinete en la copia final, a la que regresa en varios puntos del movimiento, incluso al principio de la sección intermedia con un carácter más rápido, así como más tarde en el curso de la Sinfonía. El recorrido de esta Fantasía es constante y sin rumbo, inicialmente desconsolado y errante, pero con un sentido de dirección y urgencia expresiva cada vez mayor.

El material temático reelabora el aria de Nastasya Filippovna, desde cerca del final del Acto II de "El idiota", uno de los momentos centrales más conmovedores de la ópera, donde la femme fatale se compadece de su pretendiente y salvador príncipe Mïshkin, el "Idiota", debido a su inocente creencia en la bondad inherente de las personas, incluso cuando lo engañan y maltratan, preguntándole "¿Por qué estás llorando?".

El objetivo largamente demorado del primer movimiento se alcanza poco antes de la sección final lenta, en una interpretación asignada al corno inglés, ya que la partitura del borrador estipula el aria de Marta del Acto II, Escena 6, de "El Pasajero". El tema de este aria es la súplica del poeta para elegir su manera de muerte: en la causa del amor o de la libertad. El aria en sí es una adaptación de "Sándor Petőfi  Songs" Op. 70 del propio Weinberg. La relevancia de la condición de Weinberg en el momento de la Sinfonía es obvia. Además, la no representación de "The Passenger" en su vida fue una amarga decepción que Weinberg se llevó a la tumba.

El segundo movimiento, Intermezzo. con moto, es un allegretto, inicialmente silencioso, transparente y de textura contrapuntística, que eventualmente alcanza un clímax desafiante, solo para disminuir rápidamente y sin pausa en las Reminiscencias finales, también el título de una colección de canciones, Op.62.

El tercer movimiento, Reminiscences. adagio, moderato, lentamente vuelve, a través de una serie de recuerdos temáticos, de ahí su título, al estado de ánimo desconsolado del principio de la obra, la "Fantasía" y su tema del corno inglés derivado de la canción. La primera partitura del borrador de Weinberg muestra varios intentos de conclusión. La versión definitiva incorpora armonías corales, con un tono cada vez más ferviente, junto con el solo de clarinete del principio de la obra, ahora variado y más agudo en la flauta. Esta opción se amplía considerablemente en el borrador final de Weinberg, que termina, al igual que la Fantasía, con un solo en pizzicato para violonchelo, para violín en el primer movimiento, haciéndose eco de la despedida de su obra anterior, la "Sinfonía de Cámara Nº 4".

WEINBERG & SOSTA
                                                                Shostakovich y Weinberg

Al final de su vida, el tres de enero de 1996, se bautizó, convirtiéndose al Cristianismo Ortodoxo. El 26 de febrero del mismo año moría en Moscú después de pasar sus últimos años sufriendo en la cama a causa de su enfermedad crónica.

Weinberg puede considerarse como uno de los grandes compositores rusos de la época soviética. Su estilo proviene de Shostakovich, pero también de Mahler, Prokofiev, Bartok y Miaskovsky, con una mayor complejidad armónica, pero sin abandonar la tonalidad. Puede considerarse como un modernista conservador. Actualmente las nuevas tendencias armónicas de las jóvenes generaciones lo consideran como perteneciente a una época pasada, basada en los recuerdos de la guerra construyendo obras de grandes dimensiones.

A partir de la segunda mitad de los años 1990 ha crecido el interés por sus obras en los países de occidente, elogiando su cualidad, realizando grabaciones y presentando sus obras en el Festival de Bregenz, que le dedicó diversas sesiones las cuales han sido grabadas discográficamente.

[1]  Idioma de procedencia germánica hablado por los judíos centroeuropeos.

[2]  La pequeña codorniz

[3] La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica, en la cual el sistema inmunitario del individuo ataca su propio intestino produciendo inflamación.

[4] Palabra proveniente del arameo que significa santificado. Es una de las plegarias principales de la religión judía.

[5] Yad Vashem es la institución oficial israelí fundada en memoria de las víctimas del Holocausto nazi sufrido por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.