La “Sinfonía Nº 3 en do menor” Op.43 (El Poema Divino) fue escrita entre los años 1902 y 1904. Se estrenó en París el 29 de mayo de 1905 dirigida por Nikisch. La presentación en Rusia tuvo lugar en San Petersburgo el 8 de marzo de 1906 con la orquesta dirigida por Felix Blumenfeld. La sinfonía está estructurada en cuatro movimientos, que se interpretan sin interrupción.
El primer movimiento, lento, empieza con el tema principal interpretado por los trombones, siendo contestado por las trompetas, pasando luego a los primeros violines y maderas.
El segundo movimiento, Luttes, allegro, se desarrolla en forma sonata modificada, siendo el movimiento más complejo y de grandes dimensiones, ocupando 972 compases. El tema anterior es interpretado por los violines. El desarrollo es complicado pasando de situaciones misteriosas a otras tempestuosas. En su segunda parte aparece un tema nuevo presentado por los violines, un tema suave y atractivo. Reaparece el tema de marcha, empezando la recapitulación, que se realiza de un modo más brillante. En la coda, el tema principal reaparece interpretado por las trompas, antes de que la música se vaya diluyendo, enlazando con el siguiente movimiento.
El tercer movimiento, Voluptés, lento, nos presenta un tema de cálido lirismo, interpretado por la madera y las trompas. Luego pasa a la cuerda. Las trompetas añaden las llamadas provenientes del anterior movimiento. La melodía se va haciendo cada vez más cálida, más voluptuosa como indica su título. En la parte central escuchamos imitaciones de cantos de pájaros y del caramillo de un pastor. En la última parte reaparece el tema inicial del movimiento que nos lleva hasta su sublimación. Las llamadas de las trompas enlazan con el siguiente movimiento.
El último movimiento, Jeu Divin, allegro, utiliza temas derivados del material utilizado en los anteriores movimientos. Aparece una variación de la llamada de las trompetas. Un segundo motivo es interpretado por los oboes y violoncelos, antes de la reaparición del tema anterior. Continúa con la sección de desarrollo de dichos temas. La recapitulación termina con la preparación de una trabajada y solemne coda. En la misma aparece el tema voluptuoso del movimiento anterior, interpretado de forma luminosa por las trompetas, terminando con un solemne do mayor, realzado por la percusión.
Con esta sinfonía entramos en la segunda etapa compositiva de Scriabin. La forma clásica de la sinfonía se va abandonando, intenta ser más trascendente, acercándose al poema sinfónico. Scriabin intenta enviar un mensaje con la interpretación de sus obras.
En esta sinfonía nos habla de la autorrealización del hombre. El hombre libre y creador presentado en la introducción, empieza un largo período de lucha entre la devoción a un Dios auto creador y la dignidad intrínseca del hombre que se deifica.
El tercer movimiento se titula voluptuosidades. Los deseos carnales tientan al hombre, enviándolo hacia su propia autodestrucción. Pero algo sublime emerge del mismo ayudándole a salir de este estado de pasividad.
El último movimiento titulado el Juego Divino muestra la ascensión hasta la creatividad suprema. El hombre dios ha creado a Dios. El espíritu liberado de toda cadena se entrega a una sublimación de la alegría, al juego divino.
Scriabin abandona a su familia en 1904 y vive con su amante Tatiana Fyodorovna Schloezer. Viaja por Suiza, Italia, Francia y Bélgica y finalmente en 1906 marcha a los Estados Unidos, en una gira organizada por su amigo el director de orquesta Modest Altschuler, al que conocía de su época de estudiante. Pronto se reunió con su amante Tatiana. Esto tendría repercusiones en su carrera debido a la venganza de su mujer. Vasily Safonov, su antiguo profesor de piano y amigo de la familia, se había convertido en el director de la Filarmónica de New York. El músico, en defensa de la mujer de Scriabin, prohibió la interpretación de sus obras, lo cual obligó al compositor a abandonar América.
Alexander Scriabin, Tatiana Schloezer and Leonid Sabaneev on the banks of the Oka River
Los "Deux Poèmes" Op.44 compuestos en 1904 tienen un caracter reflexivo y sombrío. En 1907, mientras está terminando su cuarta sinfonía, en solo seis dias compone la "Sonata para piano Nº 5" Op.53, que también se conoce con el nombre de Poema del Extasis, con la que se sumerge en el moderno estilo y ambiente empleado en la sinfonía. Escrita en un solo movimiento, inicia la etapa de ruptura de la tonalidad. Se estrenó al año siguiente en París. La obra evoca el mismo mundo sonoro voluptuoso de la sinfonía, tanto es así que en la introducción de la sonata escribe una parte del texto del Poema del Éxtasis.
¡Os ordeno vivir, deseos secretos!
vosotros que habéis estado sumergidos en las profundidades oscuras
Del espíritu creativo, temerosos
Embriones de vida, es a vosotros que deseo hacer frente
Una obra evocadora del acto sexual, como una manera de llegar al éxtasis. El propio compositor escribe: "El acto creador está ligado de manera intrincada al acto sexual. Se de modo cierto que en mi caso, la motivación creativa tiene todas las apariencias de la estimulación sexual..."
Tanto en las partituras de la sonata como de la sinfonía, Scriabin anota una serie de indicaciones picantes, que nos proponen una lectura de carácter sexual de las mismas. Entre ellas nos dice, acariciante, muy perfumada y con una voluptuosidad cada vez más extática. La acción nos lleva desde la embriagez erótica a los besos ardientes, al acoplamiento y finalmente al éxtasis.