Washington Castro (1909-2004) nació el 13 de julio de 1909 en Buenos Aires. Hijo del violonchelista José Castro y hermano del director de orquesta, violinista, pianista y compositor Juan José Castro, estudió composición con Honorio Siccardi y violonchelo con su hermano mayor José María Castro y Alberto Schiuma. En París continuó su formación instrumental con Maurice Maréchalfort
Comenzó su carrera en 1929 como violonchelista solista. Ha actuado con orquestas como la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y la Orquesta Sinfónica de Radio El Mundo, fundando dos cuartetos de cuerda y en 1938 fue uno de los miembros fundadores de la Agrupación de Violonchelistas de Buenos Aires.
En 1933 Washington estaba pasando por un momento muy crítico de su vida. Se había casado con su prima hermana, Esther Castro. De este matrimonio nació una hija, Graciela Esther (1936-1939), que al año y medio de vida contrajo parálisis infantil.
Pau Casals, al comprobar sus cualidades como intérprete, lo invitó, en 1937, a perfeccionarse junto a él en España. Pero el estallido de la guerra civil impidió que se convirtiera en su discípulo.
Washington Castro conoció personalmente a Manuel de Falla, un ferviente católico. Como anécdota podemos contar que le cambió el nombre por Jorge Castro, para que tuviera un nombre cristiano.
Debido a la situación en Europa y finalizada en España la Guerra civil, Falla comenzó a plantearse la posibilidad de marcharse a Argentina y el 25 de mayo de 1939 escribió a un amigo para que le ayudara a conseguir dicho objetivo. Desde la Institución Cultural Española de Buenos Aires le llegó el encargo de dirigir varios conciertos, El 2 de octubre junto con su hermana María del Carmen, ambos solteros, partieron de Barcelona a bordo del Neptunia rumbo a Buenos Aires, donde llegaron el 18 de ese mes. Realizó varios exitosos conciertos en noviembre en el Teatro Colón y su salud mejoró temporalmente.
El gobierno de Francisco Franco intentó que volviera a España. Para ello le ofrecieron una pensión de 25 000 pesetas si regresaba y en 1940 le concedieron el rango de Caballero de Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio. Sin embargo, decidió quedarse en Argentina.
Debido a su delicado estado de salud, consideraba que el aire de Buenos Aires era demasiado húmedo, por lo que se trasladó a una casa en un barrio de Córdoba, ciudad situada en la región central de Argentina y posteriormente a Villa del Lago. Durante 1943 continuó con ligeros progresos en su ópera «Atlántida». Aunque llegó a mencionar la posibilidad de programarla como parte de un concierto murió antes de completarla.
En 1944 Washington Castro fue director de la Orquesta de Cámara de la Asociación del Profesorado Orquestal. Al crearse la Orquesta Sinfónica Municipal, el 21 de diciembre de 1946; más tarde Filarmónica de Buenos Aires, se convirtió no sólo en el primer violonchelista, sino también en el director suplente de Lamberto Baldi. Fue en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, el 20 de febrero de 1947, donde dirigió su primer concierto sinfónico.
Pero el momento de gloria lo encontró al dirigir el estreno de «La Historia del Soldado» de Stravinski, con coreografía de Margarita Wallmann, en el Teatro Gran Splendid el 1 de diciembre de 1948. Ese mismo año se había creado la Orquesta Sinfónica del Estado, actualmente Sinfónica Nacional.
A partir de sus primeras creaciones, se evidencia una adhesión al estilo neoclásico, ideal compartido con su hermano José María, quien fuera figura rectora de esta específica etapa de su producción y posteriormente algunas de sus partituras orquestales tempranas resultaron retiradas del catálogo por el autor: Entre ellas la «Obertura Festiva»; «Belén»; «Obertura trágica»; «Nocturno y danza»; «Variaciones y fuga»; «Sinfonía primaveral»; y «Suite Sinfónica», merecedora del Premio Municipal de 1953.
Su carrera de director seguía en ascenso. En 1950 recibió una Mención del Círculo de Críticos Musicales de Buenos Aires al mejor director de orquesta argentino de la temporada. Ese fue el año en que le tocó dirigir, en el Teatro Colón, el estreno de una de sus primeras obras sinfónicas, el Concierto campestre.
El «Concierto campestre» (Suite según el cuadro de Giorgione) fue compuesto en 1946.
Giorgioni (1478-1510) fue un pintor renacentista veneciano. Actualmente la obra se considera que es de Tiziano.
Empieza una nueva línea de trabajo: que constituía en traducir en sus composiciones elementos de orden plástico. Con él abría una línea de trabajo que jamás abandonó, traducir en sus composiciones elementos de orden plástico. Pintor por afición, dejó trascender en diversas partituras su gusto por las manifestaciones de esta disciplina artística.
Los tres números que integran el concierto «Matinal», «Pastoral» y «Ronda» fueron elaborados sobre la base de un tratamiento orquestal que resulta casi camarístico. Los diversos grupos instrumentales están trabajados con gran individualidad, adquiriendo especial relevancia las maderas.
En 1956 trabajó en la fundación de la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, la cual dirigió hasta 1963. La «Sinfonía primaveral» compuesta en 1956 fue retirada por el propio compositor.
La «Obertura Jubilosa» fue compuesta en 1957 para conmemorar el primer aniversario de la Sinfónica Provincial de Santa Fe. Es una de las obras que alcanzó mayor difusión en la Argentina. Su carácter festivo está realzado por una temática incisiva y una instrumentación brillante con gran relieve de los metales. Prevalece la escritura de tipo homófona, trabajada sobre la base de una textura armónica tonal.
El «Concierto para piano y orquesta» compuesto en 1960 en tres movimientos, se estrenó en el Teatro Colón de: Buenos Aires en 1967, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, dirigida por Washington Castro, con Jorge Fontenla al piano.
La «Sinfonía Breve», para orquesta de cuerdas, fue compuesta en 1961. Está dividida en tres movimientos 1. Allegro; 2. Andante desolato; 3. Lento, grave: Allegro molto marcato.
Se estrenó en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, en el mes de septiembre de 1963, interpretada por la Orquesta de Cámara Juvenil bajo la dirección de Teodoro Fuchs.
Desde 1964 Washington dirigió la Sinfónica de Córdoba. Desde 1971 hasta 1976, fue director orquestal de la Cámara de la Juventud y de la Orquesta Teodoro Fuchs del LRA de Radio Nacional, En 1984 director de la Sinfónica de Mar del Plata y hasta 1988, de la Orquesta Juvenil.
Como director invitado ha actuado con la Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo, la Sinfónica de Tucumán, la Sinfónica Nacional y la Filarmónica de Buenos Aires. Junto a su hija, la pianista Esther Castro, presentó varios conciertos.
La «Suite sinfónica», compuesta en 1983 y revisada en 1986, fue inspirada por pinturas de diferentes períodos de la producción de Picasso.
El «Concierto de Ángeles» (7 Piezas para orquesta) fue compuesto en 1989. Su título responde a las sugerencias producidas por representaciones plásticas italianas, cuadros donde aparecen ángeles músicos, que datan del 1500. La orquesta sinfónica, está prácticamente privada de los registros más graves, escaso uso de trombones y contrabajos, ausencia de timbales, para producir un efecto de liviandad.
Según el compositor, en realidad no es una obrita religiosa como pudiera pensarse. Tiene algo de eso, pero no está concebida así. La obra responde a cuadros, especialmente de pintores italianos, que se encuentran en muchas iglesias.
El título está robado un poco a Hindemith. Pero aquello sí que es de una densidad tremenda. Yo he pretendido darle una cosa de pureza y de transparencia como podría ser la de un concierto de ángeles.
Washington Castro ejerció la docencia en los conservatorios Municipal «Manuel de Falla» y «Juan José Castro», de La Lucila, y en las universidades de La Plata, del Litoral y de Córdoba, en donde tuvo a su cargo cátedras de Violonchelo y de Música de Cámara.
También compuso diversas obras para música de cámara como el «Tríptico porteño para piano, dos violines, viola y violonchelo» compuesto en 1986.
En el año 1991, incluye en su repertorio «Paseo por la orquesta», la cual es la única partitura didáctica destinada a la comprensión y reconocimiento tímbrico sinfónico.
Washington Castro murió en Mar del Plata, el 29 de octubre de 2004.