BRAGA

Antõnio Francisco Braga (1868-1945) nació en Rio de Janeiro el 15 de abril de 1868. Huérfano de padre desde los ocho años, Braga ingresó en el Asilo dos Meninos Desvalidos, donde se descubrieron sus aptitudes para la música.

Por influencia del director de la institución, ingresó en el Conservatorio Imperial de Río de Janeiro estudiando con Luiz António de Moura y Carlos de Mesquita, clarinete, armonía, contrapunto y fuga. Dirigió la banda musical del Asilo y simultáneamente compuso sus primeras obras, la fantasía «Sonho de Dante», la habanera Maritana y el vals Meiga.

En 1886 fundó la Sociedade de Concertos Populares. Cuando la República Brasileña fue declarada en 1889, su composición «Hino à bandeira» fue adoptada como el himno nacional brasileño.

Braga participó en el concurso convocado por el gobierno provisional republicano en 1890 para componer el himno nacional. A pesar de que su composición no resultó ganadora, el jurado reparó en él y le otorgó una beca de dos años de duración para estudiar música en Europa.

En 1890 mediante dicha beca Francisco Braga se trasladó a París y tomó lecciones de armonía de Antoine Taudou, para continuar estudiando en el Conservatorio con Jules Massenet durante cuatro años. Fruto de su estancia en la capital francesa son sus obras «Paysage» y «»Cauchemar» un poema sinfónico de tintes dramáticos, estrenadas en París en 1895 en la Salle d’Harcourt.

A partir de 1894 viajó por diversas ciudades europeas de Suiza. Alemania e Italia. En 1896 trasladó su residencia a la ciudad alemana de Dresde y, una vez en Alemania, su asistencia a una representación de Parsifal de Wagner en el Festival de Bayreuth marcó un hito importante en su carrera. A partir de ese momento, Braga comenzó a acariciar la idea de componer una obra de grandes proporciones y dotada de mayores recursos musicales.

De ahí surgió «Jupyra», ópera en un acto  compuesta en 1898, una tragedia romántica sobre el amor de una joven india con un blanco que no le corresponde, basada en textos del escritor Bernardo Guimarães. Braga la dirigió por primera vez en el Teatro Lírico de Río de Janeiro en 1900.

«Episódio Sinfônico» compuesto en 1898 de características románticas, inspirado en la poesía de Gonçalves Dias, también posee cierta influencia wagneriana, así como «Marabá» poema sinfónico que utiliza temas nacionales, una de las primeras obras dedicadas al Brasil compuesta en 1898. El «Madrigal-Pavana» compuesto en 1901 para orquesta de cámara es una reinterpretación de las antiguas formas.

Después de su regreso a Rio de Janeiro en 1900 enseñó en el Instituto Nacional de Música, asumiendo la cátedra de composición en 1902 y fue director de la Sociedade de Concertos Sinfonicos entre 1908 y 1933. Una de sus alumnas fue la pianista y compositora brasileña Cacilda Borges Barbosa.

La obra de Braga se caracteriza por su buen acabado y excelente técnica, que da un aspecto de ligereza y facilidad a sus partituras. Sigue la tradición tardo romántica europea y la combina con elementos tomados de la música de su país. Su fe religiosa se deja ver en la gran cantidad de música sacra que compuso a lo largo de su vida. Sus dos Misas, el Te Deum, su Stabat Mater y los numerosos motetes e himnos a capella o con acompañamiento de órgano son una buena muestra de ello. También es destacable su producción de música de cámara, con dos quintetos y un cuarteto para instrumentos de viento, además de un «Trío para piano, violín y violonchelo».

En Brasil se hizo célebre por haber compuesto en 1905 el patriótico Hino a Bandeira (‘Himno a la bandera’), con versos de Olavo Bilac. Los numerosos himnos y marchas que compuso le valieron el sobrenombre de «Chico dos Hinos» (‘Muchacho de los himnos’).

Entre sus obras también se encuentran el «Canto de Outono» para orquesta de cuerda compuesto en 1908, la música incidental para «O Contratador de Diamantes» y el poema sinfónico «Insônia» del mismo año.

En el campo operístico, además de la citada compuso «Anita Garibaldi», que dejó sin terminar entre 1912 y 1922, Además compuso piezas para piano y muchas canciones.

Como director de orquesta desarrolló su carrera en la Sociedade de Concertos Sinfonicos de Río dirigiendo un ciclo con regularidad, y también en la ciudad de São Paulo. Su faceta como docente la ejerció en el Instituto Nacional de Música, donde fue profesor de composición entre 1902 y 1938. En 1931 dirigió el concierto que inauguró el Teatro Municipal de Río de Janeiro, en cuyo programa se incluía su poema sinfónico «Insônia». Antônio Francisco Braga  murió el 14 de marzo de 1945.

Datos tomados parcialmente del artículo escrito por Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Francisco Braga»