La “Sinfonía Nº 5 en do sostenido menor” fue empezada en el año 1901, después de una grave enfermedad. La noche entre el 24 y el 25 de febrero estuvo a punto de morir de una grave hemorragia intestinal. Durante su convalecencia realizó el esquema de los primeros movimientos. Al verano siguiente cuando regresa a su lugar de composición en Maiernigg, a finales de junio ha empezado una nueva vida. No está solo, le acompaña su radiante esposa Alma, que reemplaza a su hermana Justine como ama de casa. Alma además puede ayudar a su esposo en su aspecto musical, al tener amplios conocimientos de música. Se encargará de copiar la partitura de la nueva sinfonía. Allí compondrá el famoso adagietto y el movimiento final. El 24 de agosto termina la partitura, interpretándola al piano en su Häuschen para su amada esposa Alma. Mahler corregirá su obra no terminándola hasta el otoño de 1903.
Mahler decide estrenar la nueva sinfonía en el ciclo de los Gürzenich Konzerte de Colonia, con la Filarmónica de Viena, pero durante los ensayos en el mes de septiembre de 1904 decide que deberá revisar su orquestación. A pesar de todo, la obra se estrena en Colonia el 18 de octubre de 1904. Pero la reacción del público y la crítica está dividida.
La sinfonía es editada en Alemania por Peters, pero Mahler empieza sus interminables correcciones que durarán hasta 1909, aunque Peters se niega a publicarlas.
El primer movimiento, Trauermarsch. In gemessenem Schritt. Streng. Wie ein Kondukt. Marcha fúnebre, con paso mesurado, estricto, como una procesión fúnebre, consiste en una marcha fúnebre con dos secciones intermedias a modo de trios. Empieza con una fanfarria de la trompeta que da paso a una marcha fúnebre de estilo militar. Un segundo elemento se añade en forme de una triste melodía de los violoncelos siguiendo el ritmo de la marcha. Toda esta primera sección se repite de forma variada. La fanfarria inicial da inicio al primer trio. Un episodio violento que termina al regresar la fanfarria inicial y los temas de la marcha. Un redoble de los timbales siguiendo el motivo de la fanfarria, da inicio al segundo trio, que se inicia por los violines y toma elementos del primer tema es forma variada. Termina con un crescendo, después del cual retorna la fanfarria inicial hasta dejar a la trompeta en solo. En la coda aparecen elementos de la marcha que se van desdibujando hasta desaparecer.
El segundo movimiento, stürmisch bewegt, mit gröβter Vehemenz, Tempestuosamente agitado. Con la mayor vehemencia. Empieza de modo agitado y expresionista, los violines presentan una torturada melodía que es detenida por los metales. Luego la orquesta queda totalmente inestable, hasta que aparece el segundo tema, basado en la melodía del segundo trio del movimiento anterior. Se regresa al ambiente agitado del principio del movimiento, siendo detenido por una amplia cantinela de los violoncelos a la que van añadiendo otros elementos. Sigue un desarrollo complicado donde se mezclan los elementos anteriores en atrevidos contrapuntos, llevando a la música a un estado de excitación creciente hasta la recapitulación con la torturada melodía inicial de los violines. Siguen citas de los temas siguientes y empieza una lucha entre ellos hasta que es detenida por un coral en forma de solemne himno en dos partes, separadas por una fanfarria. Se retorna a la agitación expresionista inicial que culmina en un climax. Regresa la calma, terminando con la disolución de los elementos de la marcha.
Con este movimiento termina la primera parte de la sinfonía, su lado más trágico. El compositor señalaba una pausa de cinco minutos, para separar convenientemente esta diversidad de movimientos, cosa que actualmente no se cumple.
La segunda parte de la obra empieza con el scherzo. Kräfig, nicht zu schnell, vigoroso, no demasiado rápido. Se trata de un complicado scherzo mezclado con elementos de sonata. Los temas usados son una cadena de ligeros valses derivados de los ländler alemanes. Una llamada de la trompa introduce el primer vals, en un estilo cercano al de Richard Strauss. El segundo vals es interpretado en un tempo más lento. Reaparece el primero en una sección de desarrollo de los temas. Una frase de la trompa antecede al trio. Comienza con un extraordinario pizzicato de la cuerda con temas derivados de los anteriores. Continua con un propio desarrollo antes de regresar a la sección del scherzo en forma de recapitulación. Aparecen variaciones de todas las secciones anteriores. El sordo sonido del bombo inicia el final. La cuerda primero y otros instrumentos después recuerdan uno de los elementos del primer vals. La entrada de las trompas lleva el movimiento a su final.
El siguiente movimiento es el famoso adagietto, para cuerda y arpas, que tanta fama a dado a Mahler, por su inclusión en la música del film de Visconti, “Muerte en Venecia”. La música de Mahler había sido ignorada durante cincuenta años, a pesar de la ayuda prestada por el director Bruno Walter. Un primer renacimiento se produjo en los años 1950, pero el verdadero descubrimiento por el gran público se encuentra en la década de 1970, en el cual no se puede despreciar la ayuda realizada por el film, que refleja perfectamente la atmósfera finisecular.
El arpa prepara la entrada del tema principal mediante una soñadora melodía de la cuerda, que es repetida luego en modo menor, lo que produce un sentimiento de tristeza. La expresión aumenta llegando a su climax. La sección central es más dramática y se repite en forma variada. En la tercera parte se reexpone la sección inicial, iniciada por el arpa. Su climax es más intenso que el de la primera parte, terminando después con una tranquila coda.
El movimiento final es un allegro en una forma ampliada de rondó que contiene también elementos de sonata. El tema principal es de carácter alegre y popular. El segundo tema deriva del adagietto. A estos dos temas se añade una sección fugada. Con estos elementos Mahler construye su edificio. Al principio la madera interpreta varios motivos. Entre ellos se encuentra un tema empleado anteriormente en uno de sus lied. Es el motivo interpretado por el fagot. Debido a su importancia anecdótica en la vida de Mahler añadiremos el siguiente comentario.
En el año 1896 escribe una de las pocas canciones humorísticas. Se trata del sexto lied de su colección “Lieder aus Des knaben Wunderhorn”. Es el que lleva por título “Lob des hohen Verstanden”, elogio de la alta inteligencia. En una carta enviada a su amiga Anna von Mildenburg, Mahler escribe, “es un lied muy divertido. Se trata de una apuesta entre un ruiseñor y un viejo cuco que toman como árbitro a un asno. Este se da aires de importancia para conceder el premio al cuco. Reirás cuando lo escuches.” En el concurso de canto el asno valora más el rutinario canto del cuco que los difíciles trinos del ruiseñor. Mahler encontró la forma de vengarse con esta parodia de sus propios críticos, que no entendían sus obras. Su cita en el movimiento final de la sinfonía puede ser pensada como una burla de estos personajes que silbarían su obra.
Después de esta introducción con diversos motivos por la madera y la trompa, aparece el primer tema principal, seguido de una sección en forma de fuga. Luego regresa el primer tema, al que sigue nuevamente la fuga con un tema en contrapunto. El segundo tema deriva del adagietto con un tempo más rápido. Con la conclusión de este tema terminaría la exposición en el caso de tomar el movimiento en su forma sonata. Continúa con la sección de desarrollo que utiliza variaciones y superposiciones de los temas precedentes. De nuevo escuchamos el segundo tema. En la sección final que correspondería a la recapitulación se escuchan elementos de la fuga y de la introducción, con la melodía del lied citado. Se recuerda el segundo tema y finalmente el coral del segundo movimiento que nos conduce a la alegre coda final.
Esta sinfonía es la primera de su ciclo intermedio, que abarca tres sinfonías puramente instrumentales, 5, 6 y 7. No escribe ningún programa ni introduce ningún texto aclaratorio. Después de la gran tetralogía, que comprende su primer ciclo, la quinta nos muestra la contradicción entre dos mundos, el trágico y el alegre. La primera parte de la obra que comprende dos movimientos nos presenta la parte trágica de la vida, con el recuerdo de la muerte, con su gran marcha fúnebre y los gritos de protesta del segundo movimiento. Parece que es la unión entre ambos ciclos. De la ingenuidad del primero pasamos a este segundo que se podría clasificar como sobriamente realista. La segunda parte comprende el frenético scherzo contemplando la otra cara de la vida, con sus actitudes alegres. Dos mundos opuestos de difícil reconciliación. La tercera parte comprende los dos movimientos finales. Una serena visión del mundo lleno de paz y un final con exuberante alegría.