PECOU

Thierry Pécou (1965- ) nació en Boulogne-Billancourt el 20 de agosto de 1965. Estudió piano desde los nueve años para luego ingresar en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París. Siguió cursos de orquestación y composición en 1987 y 1988.

Las obras de Thierry Pécou han devuelto a la música europea contemporánea algo que casi había sido olvidado:, el sonido de América Latina. Es el producto de una fantasía creativa que surgió del deseo de explorar las culturas precolombinas casi extintas de América Central y del Sur. Sin embargo, cualquier suposición de que estos son simplemente los anhelos exóticos de un turista cultural europeo sería falsa.

Pécou, que creció en un suburbio de París, tiene antepasados ​​caribeños, por lo que su búsqueda musical de raíces es también un viaje de descubrimiento personal. Se siente como en casa en dos culturas. Una es la cultura de la carrera y la vida diaria; la otra continúa existiendo solo como una proyección que surge de las profundidades de la personalidad individual, un mundo que, no solo para el propio Pécou, se ha vuelto imposiblemente distante en un sentido cultural e histórico.

Los paisajes sonoros soñados por Thierry Pécou también pueden verse como expresión de esta búsqueda de las ruinas de una cultura perdida. Con estructuras ritualistas repetitivas, profundidades misteriosas y sonidos fuertemente físicos, su música evoca un pasado arcaico, pero los colores que usa son los de una orquesta sinfónica, aunque estos colores a menudo se colocan en constelaciones inusuales o exóticas.

Su música está influenciada por sus frecuentes viajes, Canadá, Japón, China, Rusia, España, Italia, Cuba, México, Colombia, Ecuador. Ha sido residente de la Casa de Velázquez[1] en Madrid de 1997 a 1999. En 1998 fundó el Zellig Ensemble formado por solistas instrumentales y vocales, que dirigió hasta 2009.

En 2010 formó un nuevo conjunto, el Ensemble Variances, con el que desarrolló sus programas de conciertos de música de cámara, basados en intercambios con otros compositores como Gabriela Ortiz, Lisa Bielawa, John Zorn, Gualtiero Dazzi, etc. y con otros conjuntos o músicos de tradición oral o no europea. Toca regularmente el piano, especialmente con su conjunto.

Su primera obra significativa es el "Stabat Mater" compuesto en 1990, seguida en 1997 por "L'Homme Armé". Algunos describen su estilo como modernista-sintético-colorista. En 1993 recibió el premio George Enescu de la SACEM, en 1996, el premio Pierre Cardin de la Académie des Beaux-Arts y en 1999, el premio New Talent" de la SACD.

El "Pequeño libro para teclado" compuesto en 1995 para piano, espineta y clavicordio, variando según los movimientos, está inspirado en la música antigua italiana para órgano de la ciudad de Ferrara, presentando una versión modernista contemporánea.

La “Symphonie du Jaguar" fue compuesta entre 2002 y 2003 para cinco voces de mujer, clarinete, trombón, violín, violoncelo solistas y orquesta. Se estrenó en 2003 en Radio France. Una obra inspirada en la mitología de la América precolombina.

El jaguar, animal emblemático de la mitología precolombina, para los mayas de la época clásica era un símbolo ligado al inframundo. Representa al sol durante su trayecto nocturno hacia las entrañas de la tierra, donde se ofrecen terribles sacrificios destinados a la alimentación del sol y de este modo asegurarse la alternancia del día y la noche.

Los Mayas que compartían la obsesión del tiempo con todas las otras culturas mesoamericanas, habían concebido mediante la observación minuciosa del cielo, un sistema de ciclos recurrentes según las fases de los tres astros principales, el sol, la luna y el planeta Venus. Estos ciclos giraban como ruedas y se sincronizaban en fechas que eran el objeto de importantes fiestas y de angustias de fin del mundo.

La Sinfonía del Jaguar hace referencia al curso cíclico del tiempo y al trayecto del sol, el Kin de los mayas, en su aspecto de astro diurno y bajo la forma de un jaguar rojo durante su curso hacia las entrañas de la tierra donde se regenera.

Aquí los puntos cardinales son cinco, este, oeste, norte, sur y centro, simbolizados respectivamente mediante los cuatro instrumentos solistas, clarinete, trombón, violín y violoncelo, y en el centro el coro de mujeres. Al final de la obra, el clarinete y el trombón lanzan llamadas en las cinco direcciones.

El primer movimiento, volatile, presenta mediante el coro de mujeres el cómputo de los días en lengua maya. Está precedido por un rumor creciente de la naturaleza con los nombres onomatopéyicos de pájaros y animales en lengua maya tzeltal y maya lacandon. Es el viento, Ik en maya, el que expresa el soplo vital, la vida y la germinación.

El segundo movimiento, très modéré, está consagrado a los astros. Las palabras mayas aportan aquí una coloración mágica y profética. Se vuelven a escuchar los nombres de los días junto a los de los astros, Kin, el sol, Noh Ek, el planeta Venus, Xaman Ek, la vía láctea, etc. Una música de carácter minimalista y con rasgos de primitivismo ancestral. En la parte final se escucha la llamada del viento.

El tercer movimiento, Akbal, representa una fiesta celebrada en el inframundo. El akbal en maya clásico reconstruido es el tercer día del sistema calendárico del tzolkin y simboliza a la noche y la oscuridad.

Llamadas de conchas marinas mediante trompas de caracolas, danzas, sacrificios, que en el caso de los antiguos mexicanos no estaban ligados a la culpabilidad sino a la necesidad vital de alimentar al sol, proporcionándole energía, a menudo mediante sangre humana, para poder asegurar la continuidad de su ciclo. La música intenta su expresión mediante series de sonidos primitivos atonales y con secciones dotadas de ritmos de influencia caribeña.

El cuarto movimiento, soleil nocturne, es un viaje por el inframundo. El texto está tomado del Chilam Balam, un libro de profecías escrito después de la conquista por indios mayas alfabetizados. Ilustra el concepto cíclico de la historia. Los acontecimientos presentes que han sido anunciados por los adivinos en el pasado, sirven para predecir análogos acontecimientos en el futuro. Después de una introducción dramática orquestal el coro canta las estrofas del poema de un modo bastante misterioso. El viento cierra la sinfonía.

"Outre-Mémoire" compuesta en 2004, es una versión para piano de una obra de cámara anterior. Más allá de la memoria, consiste en una serie de variaciones. Una visión musical del esclavismo americano con influencias de cantos de los esclavos africanos.

"Vague de Pierre" para gran orquesta compuesta en 2007 es la traducción literal del nombre Shitao, un pintor chino de finales del Siglo XVII. Pécou dice que los textos de François Cheng y François Jullien sobre el pensamiento y el arte en China, me han permitido perfeccionar una mirada sobre la pintura, la caligrafía y la poesía china. Me han proporcionado una reflexión y una poética personal sobre las cuales he intentado elaborar un prolongamiento musical que no es ilustrativo, pero determina la estructura y hasta la forma de toda la partitura.

Me gustaría que se escuchara Vague de pierre como se contempla una montaña, con sus imponentes laderas, sus cumbres inalcanzables bañadas por la niebla, o como se contempla el infinito del mar y sus olas desenrollándose sobre la playa o rompiendo contra la rocas.

"L'Oiseau innumérable" es un concierto para piano y orquesta compuesto en 2006. Emplea un estilo propio con secciones claramente rítmicas tonales y atonales.

Entre otras obras importantes se encuentran "Changó", basada en las mitologías africanas trasladadas al Caribe. Acabada en 1993, utiliza oraciones y ritmos afro-caribeños, "Marcha de la humanidad" para orquesta de 2003, "Passeurs d'eau" una cantata amazónica de 2004, "Desiring Machines" de 2008, "Orquay" obra orquestal de 2012 y sus dos óperas: "Les Sacrifiées" de 2007 y  "L’Amour coupable" de 2008.

Las culturas musicales extraeuropeas como México o Brasil son fuentes de inspiración en su propio idioma, que busca increíbles combinaciones de sonidos, con preponderancia de instrumentos metálicos y tradiciones alejadas entre sí, entre otras, el gagaku japonés con el organum gregoriano. Su música es exigente, a la vez que seductora, tonal y atonal, ritual, incluso estimulante, integrando de forma compleja procesos derivados de la oralidad.

Thierry Pécou vive en Ruan en Alta Normandía desde 2011. Ha colaborado en varias ocasiones con el pianista Alexandre Tharaud, en solitario, con el Paris Orchestral Ensemble dirigido por Andrea Quinn y también con el Zellig Ensemble que él mismo fundó. Desde 2010, es el fundador y director artístico del Ensemble Variances. Estuvo en residencia en la Opéra de Rouen Haute-Normandie de 2007 a 2010 y en el Arsenal de Metz de 2011 a 2013.

[1]  La Casa de Velázquez de Madrid es una institución cultural francesa en el extranjero dedicada al estudio del hispanismo. Depende del Ministerio francés de Educación Nacional, de Enseñanza Superior y de Investigación.