SAUGUET

Henri Sauguet (1901-1989) nació en Burdeos el 18 de mayo de 1901. Su nombre verdadero era Henri-Pierre Poupard pero más tarde adoptó como seudónimo el apellido de su madre Élisabeth Sauguet  Desde los cinco años recibió de su madre las primeras lecciones de piano. Después siguió los cursos de Mlle Loureau de la Pagesse, organista del coro de la iglesia Sainte-Eulalie de Burdeos que era su parroquia.

Su juventud fue marcada por la música religiosa y de órgano. Fue alumno de Paul Combes, titular del órgano de la iglesia de Notre-Dame y ocupó el puesto de organista de la iglesia Saint-Vincent de Floirac desde 1916 hasta 1922. El órgano, el sueño de mi joven existencia escribe en su autobiografía.

Otra decisiva influencia fue la de Claude Debussy, cuya obra descubierta durante una audición al órgano de "La fille aux cheveux de lin" en la iglesia de Saint-Louis des Chartrons le entusiasmó. La anécdota es que la única carta que se decidió escribir a Debussy le llegó el 23 de marzo de 1918, el día de su muerte.

La movilización de su padre por la guerra en 1915 le obliga a ocuparse del negocio de mercería familiar. Es el hijo mayor, su hermano es demasiado joven y su madre demasiado inquieta para tomar la responsabilidad del comercio. Su padre vuelve cuando es herido en combate, entonces Henri trabaja como empleado en el Ayuntamiento de Montauban entre 1919 y 1920. Hace amistad con Joseph Canteloube, célebre por sus Chants d'Auvergne, que le enseña composición.

Cuando Sauguet regresa a Burdeos funda el Grupo de los Tres, junto con Louis Émié y Jean-Marcel Lizotte, con el objetivo de presentar una música más actual y libre de toda influencia. Su primer concierto tiene lugar el 12 de diciembre de 1920 con partituras del grupo, del Grupo de los Seis y de Erik Satie.

A partir de octubre de 1921 se instala en París donde completa su formación musical con Charles Koechlin y trabaja como secretario del Museo Guimet además de representante de una empresa de aceites de engrase.

En 1923, fundó con otros tres jóvenes músicos, Henri Cliquet-Pleyel, Roger Désormière y Maxime Jacob, la École d'Arcueil por amistad con Erik Satie que vivía en esta ciudad y el 25 de octubre de 1923, presentaron su primer concierto en el Théâtre des Champs-Élysées.

La carrera parisina individual de Sauguet comenzó en 1924 con el ballet "Les Roses" escrito a petición del conde Étienne de Beaumont y continuó con una ópera bufa en un acto titulada "Le Plumet du colonel". Se unió a los círculos de la nueva música y colaboró, en particular, con hombres de teatro como Charles Dullin, Irma en 1926) y Louis Jouvet, Ondine en 1939, La de Chaillot en 1945.

Compone la música de ballet "La Chatte" en 1927 para los Ballets Russes.de Serge Diaghilev, sobre una fábula de Esopo, en la cual un joven se enamora de una gata y pide a Afrodita que la transforme en una muchacha.

El "Concierto para piano Nº 1 en la menor" fue compuesto entre 1933 y 1934. Escrito en un estilo tradicional muestra un lirismo delicado y profundo. Presenta con éxito la ópera bufa "Le Contrebasse" en 1930 y las óperas "La Chartreuse de Parme" en 1939, "La Gageure imprévue" en 1942 y "Les Caprices de Marianne" sobre la obra de Alfred de Musset en 1954.

Entre 1924 y 1965 compone la música de 27 ballets, entre ellos "La Nuit" en 1929. "Mirages" en 1943, "Oedipe et la Sphynx" en 1948, "La Dame aux camélias" en 1957 y "Pâris" en 1964.

La “Sinfonía Nº 1" (Expiatoire) fue terminada en 1945 después de cinco años de trabajo. Se estrenó en 1947. El compositor escribió su propia crónica de la obra que traducimos a continuación.

He estado muy afectado y motivado por el desastre, los bombardeos, las muertes en el campo de batalla, muertes en las calles, en las casas, las montañas de ruinas y me sentí avergonzado de pertenecer a una raza humana que procede de un modo tan bestial. Pensé en dedicar mi tiempo a la composición de un himno en memoria de las víctimas inocentes, de aquellos que murieron sin llevar armas. Poco a poco este himno se transformó en una sinfonía. Hasta entonces no había realizado nunca una obra de este tipo. Me parecía que mi estilo de escritura no iba por este lado. Sin embargo, era una sinfonía la que me llamaba.

Me asaltó un gran sentimiento cuando, como soldado en el territorio de Auch, fingí el combate con mi ametralladora en las manos. Arrastrándome por la hierba, oculto por matorrales, rodeado por las fragantes y delicadas flores del campo, con un cielo espléndido sobre mí, con cantos de pájaros acompañando mis movimientos, me impresionó la impasibilidad de la naturaleza que, cada vez que uno actúa contra ella, desarrolla su vida natural y le ofrece ricos tesoros. La naturaleza pareció de inmediato desafiarme y suplicarme. Había esbozado en ese momento unos compases destinados a un cuarteto. Los guardé y son estos los que he utilizado en el principio de esta sinfonía, que para darle su verdadero sentido y una razón para su composición, he decidido titularla como Sinfonía Expiatoria, escribiendo como introducción: "Perdónanos Señor por el uso que hemos hecho de la vida que nos has dado". La música que deseaba fluyó de modo natural. En primer lugar escribí el segundo movimiento que por su propia estructura es elegíaco y lírico, con grandes explosiones de melodía.

Cuando escribí la música para "La Chartreuse de Parme", escribí una obertura para representar el alma de Fabrice. Abandoné este proyecto porque mi ópera era demasiado extensa para poder añadirle una obertura sinfónica. Tomé nuevamente esta obertura para el primer movimiento de mi "Symphonie expiatoire", con su desaliento, con sus pulsaciones de cinco tiempos, como señalando el destino. Un moto perpetuo empieza la obra como deseaba, implacable y obstinada.

Para el tercer movimiento tuve la idea de enfrentar unas a otras diferentes estilos de marchas, una marcha francesa, representando la salida hacia la guerra de los soldados en 1939, que parece estar hecha para un feliz acontecimiento, rápido y brillante, pero los vi marchar con angustia y tristeza, una marcha alemana como las que podía escuchar cada día en nuestras avenidas, guerrera, pesada, con platillos y tambores, rota por ritmos brutales, implacable, una marcha rusa al estilo de Prokofief, ácida, con ritmos eslavos y su característica melancolía. Me detuve en estos tres elementos que hago enfrentarse juntos, por lo que considero un inteligente uso del contrapunto y si de tiempo en tiempo uno de los temas parece dominar al otro nunca puede haber ni conquistado ni conquistador sino una dolorosa confusión que concluyo mediante una movida y trágica coda.

Pensé que su título, sinfonía expiatoria, llamaba a un cuarto movimiento. Había compuesto algunas páginas cuando tuve la sensación que estaba escribiendo música que era triste, tierna y dramática. Pensé que los muertos, de quienes me compadecía, estaban clamando a los vivos, a aquellos de nosotros que habíamos escapado de esta desgracia para consolarnos y bendecirnos. Es de esta manera como termina mi primera sinfonía, escrita sobre el tema del desastre de Francia y de las memorias que guardo en mi corazón de la guerra de 1914-1918. Haciendo esto, deseo expiar el crimen de haber sido un hombre vivo durante estos tiempos espantosos, que hemos vivido hace poco sin haber sido capaces de hacer algo para impedir esta brutal idiotez humana.

El primer movimiento, allegro giusto, empieza con una introducción lenta que nos conduce a una especie de trágico himno, que se desarrolla de manera dolorosa, implacable con fuertes momentos de tensión como el que nos conduce a la coda.

El segundo movimiento, andantino, de carácter lírico introduce de manera suave un tema melódico elegíaco. El tema se va afirmando en cada repetición hasta llegar a su clímax, para terminar desvaneciéndose.

El tercer movimiento, allegro alla marcia, empieza con la marcha francesa de carácter ligero seguida por la alemana de un carácter más pesado y la rusa. Creemos que la explicación dada por el compositor en los anteriores párrafos es lo suficientemente elocuente para no necesitar añadir nada más.

El cuarto movimiento, lento quasi adagio, es de carácter reflexivo y trágico, intentando reflejar las ideas escritas por el compositor en anteriores líneas. Un tema potente es llevado a momentos culminantes de fuerza expresiva.

"Les Forains" estrenado el 2 de marzo de 1945 en el Théâtre des Champs-Élysées sobre un libreto de Boris Kochno consigue el mayor éxito entre sus obras y lanza a la fama a su joven coreógrafo Roland Petit. Un retablo sobre la vida de los feriantes nómadas.

Es la obra más conocida del compositor. A petición de la popular Edith Piaf, el tema de la "Entrée des Forains" se convirtió, con la ayuda del compositor, en la canción "Le chemin des Forains"  en 1955, con letra de Jean Dréjac. Una música que refleja una gran melancolía.

La “Sinfonía Nº 2" (Allégorique ou Les Saisons) fue terminada en 1949 para soprano, coros y orquesta. Está dividida en cinco partes cada una precedida por una intervención coral. Escrita para la radio se escuchó por primera vez en una versión radiofónica que representaba a Francia en el Prix Italia usando sonidos naturales y dirigida por Roger Désormière.

En 1951 fue presentada en versión de ballet durante el Festival Mai de Bordeaux en el Gran Teatro de Burdeos con el ballet del Marqués de Cuevas y coreografía de Leonid Massin. El estreno de la versión sinfónica con los sonidos naturales reemplazados por la percusión se realizó en 1951 interpretada por la Orquesta Nacional de la Radiodifusión Francesa dirigida por Manuel Rosenthal.

Una obra singular mezcla de oratorio, ballet y sinfonía con cinco partes corales que abren y cierran los movimientos y cuatro instrumentales ilustrando las cuatro estaciones.

La primera parte, L'hiver, está precedida por un coro monofónico a capella anunciando el invierno, empleando un tono triste, frio y desangelado, seguido por la parte instrumental andante moderato quasi lento, una especie de canción de cuna para la tierra dormida. Una melodía lenta parece levantarse de la tierra dormida. Continúa expresando un sentimiento de resignación para regresar a la fría melodía inicial.

La segunda parte, Vers le printemps, está precedida por el coro que utiliza sucesivamente el canon y el cromatismo. Luego la música va creciendo progresivamente como en una solida del sol anunciando un nuevo amanecer, una nueva estación que despierta de su letargo invernal, hasta que el coro mixto interrumpe con el grito, le printemps est né, ha nacido la primavera, un grito anunciando la general resurrección.

Continúa mediante una extensa intervención del coro a capella anunciando la dicha estacional. La orquesta añade sus comentarios mediante un suave tema bucólico, que se expande creciendo hasta un breve clímax realzado por el metal y la percusión, para regresar con el tema principal a la intervención de los coros loando a la primavera. Una coda orquestal potente cierra el movimiento con una última intervención coral.

La tercera parte, La nuit du rossignol, empieza sin interrupción con el coro cantando dulcemente motivos de origen folclórico. Según la explicación ofrecida por el compositor este movimiento intenta evocar, en una noche estrellada con la pureza de una poética atmósfera, el sueño nostálgico evocado por el canto del ruiseñor.

El movimiento es un nocturno orquestal representando una cálida noche. Un solo de flauta representa el canto del pájaro dentro de una atmósfera de tranquilidad evocada por la orquesta. Aparece de repente la soprano representando la voz del ruiseñor cantando al amor, cantando a la noche primaveral. Acompañada por la orquesta la soprano imita la voz del ruiseñor mediante varios gorjeos. La orquesta termina el movimiento con su suave canto a la noche y los últimos alientos de la flauta.

La cuarta parte, L'automne, empieza con el coro cantando que el verano ha pasado y se aproxima el otoño, mediante la frase Ainsi s'accomplit l'union du soleil et de la terre, así se ha cumplido la unión del sol y la tierra.

El movimiento que tiene la forma de un scherzo continúa con la representación del verano, mediante una melodía cálida seguida por una sección más rítmica. En la parte central en función de trío un tema lento muestra el sueño en el centro cálido de un día de verano. Finalmente se repite la primera sección del movimiento.

Una nueva entrada del coro a capella anuncia la llegada del otoño. Siguen luego los comentarios orquestales en forma de un andantino. El movimiento sueña tristemente en el otoño, una estación marcada por la aparición de animales y sus sombras, siluetas de cazadores. Después de escuchar las trompas de los cazadores, el movimiento se calma, empezando una nueva sección con la canción de las vendimiadoras, llena de nostalgia, cantada por el coro con acompañamiento orquestal. Termina con un comentario orquestal y después de que el coro anuncie el inminente comienzo del invierno, la orquesta termina con un acorde sugiriendo la media luz.

La quinta parte, Retour de l'hiver, empieza con la última intervención del coro a capella anunciando el retorno del invierno..La tierra está preparada para dormir una vez más y finalmente la orquesta en una breve intervención retorna a la música de la introducción cerrando el círculo de las estaciones.

La suite sinfónica "Tableaux de Paris" compuesta en 1950 es un buen ejemplo de música francesa con sus colores parisinos. Participa también en la escritura en 1952 de "La Guirlande de Campra".

También trabaja activamente entre 1933 y 1965 para el cine y la televisión, en obras como "L'Épervier" (1933) y "L'Honorable Catherine" (1942) de Marcel L'Herbier, "Premier de cordée" (1944) de Louis Daquin, "Les amoureux sont seuls au monde" (1948) d'Henri Decoin, "Clochemerle" (1948) de Pierre Chenal, "Don Juan" (1956) de John Berry, "Lorsque l'enfant paraît" (1956) de Michel Boisrond, "Les Compagnons de Baal" (1968) de Pierre Prévert, etc.

La “Sinfonía Nº 3" (I. N. R.) fue terminada en 1955 y estrenada en el Festival de Venecia de Música Contemporánea de 1955, interpretada por la Orquesta de la Radio Belga dirigida por Franz André. Compuesta para la conmemoración del 20º aniversario del establecimiento de la Orquesta Sinfónica del Instituto Nacional de la Radiodifusión Belga, el subtítulo de la obra corresponde por una parte a las iniciales del Institut National de Radiodiffusion (INR) y por otra a las iniciales de los tres movimientos que forman la sinfonía.

El primer movimiento, Impetuosamente, según la nota escrita por el propio compositor es como si fuera un lugar donde elementos fugales se encontraran y jugaran juntos, de modo contradictorio, giraran sobre sí mismos mientras la música se vuelve dura y dispersa sin poder reconciliar sus diferencias. El primer tema con reminiscencias de Beethoven en su carácter básico se enfrenta al segundo casi dodecafónico

El segundo movimiento, Nobilmente (Passacaille), está escrito en forma de passacaglia, tomada en su sentido etimológico español, paseo a través de la calle, pero al comienzo siguiendo la forma estableada por los maestros del Siglo XVII, una repetición sin desarrollo del tema inicial. Una atmósfera se crea mediante los instrumentos de percusión que establecen el ritmo de la propia passacaglia, la cual sufre una serie de variaciones y se disuelve en el silencio final.

Empieza con una introducción para percusión sola marcando el ritmo de la passacaglia, que se desarrolla con nobleza mediante una serie de variaciones, terminando con su desintegración melódica y rítmica.

El tercer movimiento, Risoluto, consiste en un scherzo en forma de rondó que continúa desde el principio hasta el final  sin debilitarse, brillante, vivo, únicamente interrumpido en diferentes puntos por un elemento soñador que se vuelve lírico, elevando este scherzo a dramáticas alturas en el final sinfónico.

Toma de nuevo el carácter de Beethoven del primer movimiento desarrollando dos temas clásicos lentos. La alternancia entre una rítmica danza y una lenta meditación crea una proyección dinámica en espacio y tiempo.

Sauguet manifiesta a partir de "Soliloque" (1958), un interés real por la guitarra para la cual compone "Six pièces faciles pour flûte et guitare" (1967), "Trois préludes" (1970) et "Musique pour Claudel" (1975).

La “Sinfonía Nº 4" (Du Troisieme Age) terminada en 1971 se estrenó en el mismo año en el Théâtre des Champs-Elysées, interpretada por la orquesta de los Concerts Pasdeloup dirigida por Gérard Devos. Con ironía y melancolía le dio el título de la tercera edad.

Según la nota escrita por el propio compositor, en la sinfonía de la tercera edad me enfrenté a mí mismo mientras cruzaba esta frontera hacia un estado que me llevaría inevitablemente a la vejez y a la muerte Desde esta cámara secreta donde la memoria atemporal habita impasible surgió una cuarta sinfonía, diálogo con lo que, poco a poco, se convierte en una sombra y continúa con las elecciones y opciones de una juventud no destruida sino fija y ahora revelada en su desnudez formal.

Nacidos a la música en el gran movimiento de simplificación de signos y de material musical, partiendo de toda una secuencia de ideas, grandes o pequeñas, aspirantes y decididas a perpetuar sus ramificaciones. Imposible, por lo tanto, poder disfrazar el pensamiento y vestirlo con el gusto o las modas de los tiempos, tal como eran, no a través de un acto deliberado de voluntad, sino debido a sus propias cualidades, solamente la autenticidad

Y este mundo hace armonías a partir de líneas melódicas, de la interacción de intervalos, modulaciones de los propios movimientos y de colores instrumentales, de motivos rítmicos que calman o excitan el cuerpo, esto es lo que estoy tratando de explorar y ofrecer de nuevo, en el umbral de esta tercera edad. Así, en el molde tradicional de tres movimientos, siguen, en ambigüedad tonal teñida de escritura modal, un Allegro vivo e marcato, un Lento y un Allegro vivo e scherzando.

El primer movimiento, allegro vivo e marcato, presenta unos temas que se encuentran en el límite de la tonalidad, algo que se puede observar en las últimas obras del compositor. Escrito en forma sonata libre contrasta un tema rítmico bastante duro con un segundo de carácter lírico realmente cromático.

El segundo movimiento, lento, presenta una música casi atonal mediante un tema lento pensativo, que a lo largo de su desarrollo pasa por algunos puntos de tensión, especialmente en el centro del movimiento, para terminar con una inquieta tranquilidad.

El tercer movimiento, allegro vivo e scherzando, siguiendo en el mismo estilo en una tonalidad difusa presentando unos temas bastante duros de ambiente otoñal, una especie de música impresionista atonal o politonal. Música que muestra cierta amargura, la tristeza de la tercera edad, la tristeza de hacerse viejo.

Henri Sauguet dijo de su arte: Ser simple usando un lenguaje complejo no es fácil. Debemos escuchar el consejo de Rameau de que el arte debe ser ocultado por el arte mismo y creer con Stendhal que solo las almas engreídas y frías confunden lo complicado, lo difícil, con lo bello.

Elegido miembro de la l'Académie des Beaux-Arts en 1976, ocupando el sillón de su maestro Darius Milhaud, Officier de la Légion d'honneur, Officier dans l'ordre national du Mérite y Commandeur dans l'ordre des Arts et des Lettres. Preside durante años la Société des Auteurs et Compositeurs Dramatiques y la Asociación Una Voce.

Henri Sauguet fue el compañero del pintor y escenógrafo Jacques Dupont hasta la muerte de este último en 1978. El compositor murió en París el 22 de junio de 1989. Ambos reposan en la misma sepultura en el cementerio de Montmatre en la inmediata proximidad de otro compositor, André Jolivet.

Además de las cuatro sinfonías numeradas que hemos comentado Sauguet compuso la "Symphonie de la montagne" en 1944 y la "Symphonie des marches" en 1986.