Lowell Liebermann (1961- ) nació en la ciudad de New York el 22 de febrero de 1961. A los ocho años empezó sus estudios de piano y los de composición a los catorce. Dos años después debuta en el Carneglie Recital Hall interpretando su “Sonata para piano” Op.1. Estudia en la Juilliard School of Music donde se gradúa en 1987, realiza su Master y doctorado. Entre sus maestros destacan David Diamond y Vincent Persichetti en composición y Jacob Lateiner en piano. Estudia dirección de orquesta con Laszlo Halasz. Obtiene una beca Charles Ives de la American Academy and Institute of Arts and Letters.
La “Sinfonía Nº 1” Op.9 fue compuesta en 1982 mientras estudiaba en la Juilliard School, siendo estrenada el 19 de febrero de 1988 en el Alice Tully Hall de la ciudad de New York, interpretada por la Julliard Orchestra dirigida por Paul Zukofsky. Está dedicada a su profesor David Diamond. Obtuvo el primer premio en la Julliard Orchestral Competition de 1987.
En 1996 Liebermann es nominado para el Prix Oscar Wilde por su ópera “The Picture of Dorian Grey”. Uno de sus instrumentos preferidos en el campo de la composición es la flauta. Su “Sonata para flauta y guitarra” Op.24 fue compuesta entre 1988 y 1989, con influencias de Shostakovich. En 1998 es nominado para un Grammy por su “Concierto para piano Nº 2” Op.36. El “Concierto para flauta y orquesta” Op.39 fue compuesto en un estilo ampliamente tonal en 1992, dedicado al gran flautista James Galway, para el que ha escrito otras obras.
La “Sinfonía Nº 2” Op.67 fue compuesta en 1999 para el centenario de la Dallas Symphony Orchestra, que la estrenó en el mes de febrero de 2000 en el Meyerson Hall de Dallas, dirigida por Andrew Litton. Requiere una gran orquesta con piccolo, dos flautas, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes, clarinete bajo, dos fagots, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, cuatro percusionistas, arpa, piano, celesta y cuerda. Además usa un órgano, tres trompetas y tres trombones situados en los palcos y un coro mixto.
Emplea textos seleccionados de varios poemas de Walt Whitman, uno de los poetas más apreciados por los músicos americanos, que son cantados por el coro. La obra está escrita en un solo movimiento englobando las cuatro partes tradicionales de la forma sinfonía, que son fácilmente identificables.
El primer movimiento, moderato, presenta la mayor parte del material temático que se desarrollará a lo largo de la obra. Empieza con una melodía ascendente de los violines y corno inglés, acompañados por los susurrantes sonidos del arpa y cuerda, que se va expandiendo, en forma de un preludio, preparando la entrada tranquila de los coros. La melodía se va desarrollando aumentando su expresividad. En la parte central una sección delicada de la percusión nos introduce a una nueva sección más exultante con la frase,
I am the poet of the Body and I am the poet of the Soul
La entrada del órgano da solemnidad a la sección. Después de una recapitulación el material inicial, se expande hasta llegar a la frase final.
O unspeakable passionate love Oh inenarrable apasionado amor
El texto cantado en el movimiento realiza una apasionada invocación, al universo de la naturaleza y a la alegría voluptuosa de formar parte de este milagro viviente.
El segundo movimiento, tempo di marcia, empieza con un interludio instrumental. Un ritmo de marcha aumenta su fuerza de un modo algo siniestro, al estilo de Shostakovich. Una línea escrita sobre la partitura que traducimos a continuación nos indica, que todo es una procesión. El universo es una procesión con movimiento perfectamente medido. En la parte final el coro vuelve a entrar para cantar una optimista estrofa sobre la profecía de la llegada de los poetas
El tercer movimiento, largo, es puramente instrumental. Realiza una meditación lírica sobre la llegada de los poetas. El tema deriva del inicial de la sinfonía. Después de su desarrollo hasta llegar a un potente climax, la música se tranquiliza pareciendo querer volver a la meditación inicial, pero de nuevo aumenta su expresión hasta un nuevo clímax. Termina en una atmósfera introspectiva que nos conduce sin pausa a la parte final de la sinfonía.
El último movimiento, l’istesso tempo, empieza con la entrada del coro entonando una coral a capella. Su desarrollo aumenta de volumen con la entrada de los acordes del órgano. Una rápida entrada del metal continúa más adelante con una forma fugada de la coral. El metal entra en contrapunto con el tema coral. Una pausa nos separa de la sección final. La obra termina con un retorno lleno de júbilo al material de la primera sección. Una triunfal coda cierra la sinfonía.
Al final de la obra el poeta se identifica con las criaturas vivientes, pidiendo a Dios que le llene con todas las voces del universo y le produzca alegría en el éxtasis de la vida. Liebermann escribe en la partitura, después de los triunfales compases finales, una cita del poeta Whitman, que termina con la frase, “Silent athwart my soul, moves the symphony true”. Silenciosa a través de mi alma, se mueve la verdadera sinfonía. Una invitación al oyente de la contemplación de una música celestial, fuera de lo que un humano pueda imaginarse.
Una música tonal con influencias de Mahler y de Vaughan Williams, por su estilo en busca de trascendencia y del tratamiento coral, nos indica nuevamente que todavía se pueden decir cosas sin salir de la tonalidad.
Liebermann ha compuesto un “Concierto para trompeta” en 2000, un “Concierto para violín” en 2001, Además de la “Rapsodia sobre un tema de paganini” para piano y orquesta. Su segunda ópera “Miss Lonelyhearts” la compuso en 2006 para el centenario de la Juilliard School. También continúa actuando como pianista y director de orquesta.
Un compositor ecléctico abrazando el estilo postmoderno, que ofrece un atractivo directo para el oyente, debido a ser una música accesible. Un fenómeno que se ha dado especialmente entre los compositores nacidos en la segunda mitad del pasado siglo. Una reacción contra la alienación de los anteriores compositores serialistas atonales, que con sus rigurosos procedimientos académicos han apartado a los melómanos de la audición de sus obras. El músico actual ha vuelto la vista al pasado, para cambiar la dirección de su música hacia unos nuevos horizontes más libres.
Liebermann reside actualmente en Weehawken, New Jersey con su compañero el pianista y director William Hobbbs y sus dos perros. Es uno de los compositores actuales más interpretados, pudiendo ser definido como un innovador tradicionalista.