RAVEL

Maurice Ravel (1875-1937) está considerado como uno de los más grandes compositores franceses. Aunque no se dedicó al género sinfonía lo mencionamos en estas páginas por su ballet "Daphnis et Chloé", que calificó como Symphonie choréographique en deux parties. Por ello solo realizaremos un breve resumen de su vida y obra.

Su obra, frecuentemente vinculada al impresionismo, muestra además un audaz estilo neoclásico y a veces, rasgos del expresionismo, siendo el fruto de una compleja herencia y de hallazgos musicales que revolucionaron la música para piano y para orquesta.

Joseph Maurice Ravel nació el 7 de marzo de 1875 en Ciboure, en el departamento de los Pirineos Atlánticos, parte del País Vasco francés. Su madre era vasca de origen español. En junio de 1875 la familia se trasladó a París.

Empezó a practicar el piano a los 7 años y a los 14 ingresó en la clase preparatoria del Conservatorio de París donde fue alumno de Gabriel Fauré. Allí conoció al pianista español Ricardo Viñes, que se convirtió en su amigo entrañable e intérprete escogido para sus mejores obras; ambos formarían parte del grupo conocido como Los Apaches, que armaron revuelo en el estreno de Pelléas et Mélisande de Claude Debussy en 1902.

En 1895 abandona el Conservatorio, aunque continua sus estudios con Gabriel Fauré tres años después. Compone piezas para piano que luego orquestaría, como el "Menuet antique" de 1895 y la "Pavane pour une Infante Défunte" de 1899.

La primera obra para orquesta de Ravel fue la obertura "Shéhérazade" compuesta en 1898, que formaba parte de un proyecto de ópera que nunca se realizó. Se estrenó en mayo de 1899 en París, siendo mal recibida por la crítica y el público. En 1903 compuso una suite de lieder para voz femenina y orquesta con el mismo título.

La tradición en los estudios en el Conservatorio llevaron a Ravel a presentarse al prestigioso Premio de Roma. Sin embargo, sus cinco candidaturas en los años 1900 1901, 1902, 1903 y 1905, culminaron en célebres fracasos.

Para ello tenía que componer cinco coros y cinco fugas preparatorios a un examen de calificación. Si lo superaba la siguiente prueba consistía en la composición de una cantata. En 1900 escribe el coro "Les Bayadères" que no logró superar el examen. En 1901 lo volverá a intentar con "Tout est lumière" logrando pasar el examen, pero su cantata "Myrrha", basada en el Sardanápalo de Byron, obtuvo el segundo lugar detrás de André Caplet y Gabriel Dupont.

En 1902 presentó el coro "La nuit"  pero después fue eliminado prematuramente con su cantata "Alcyone", basada en la historia de Alcyone de Las metamorfosis de Ovidio. En 1903 lo intentó nuevamente con el coro "Matinée de Provence" pasando el examen, pero su cantata "Alyssa", no consiguió ningún premio.

Decidió no presentarse en 1904, pero en 1905 había alcanzado la edad límite de presentación, los 30 años. Lo intentó con el coro "L'aurore" que el jurado consideró inadecuada, sin poder continuar escribiendo la cantata. Es considerada su obra coral más personal y no existe una justificación musical para su eliminación. La excusa del jurado fue por haber superado por algunos meses la edad límite.

Esta última tentativa desató un verdadero escándalo, al surgir una polémica entre varios periodistas, en la que Romain Rolland asumió notablemente su defensa. Acabó en la renuncia de Théodore Dubois, entonces director del Conservatorio de París, que fue sustituido por Fauré. Más allá del escándalo mediático que enfrentó a conservadores y defensores del modernismo, l'affaire Ravel contribuyó a dar a conocer su nombre.

"Miroirs" compuesta en 1905 es una suite para piano, que sin abandonar la tradición presenta un nuevo lenguaje pianístico. Posteriormente orquestó dos de sus números, "Una barca en el océano" y "Alborada del gracioso".

Su gusto por lo exótico y lo fantástico, su búsqueda casi obsesiva de la perfección formal irradiaron su obra en el período que se extendió de 1901 a 1908: Compuso el "Cuarteto en fa mayor" en 1902, "Melodías de Shéhérazade" en 1904, "Miroirs" y "Sonatina para piano" en 1905, "Introducción y allegro para arpa y conjunto" en 1906, la "Rapsodia española" en 1908, "Ma mère l’Oye", también en 1908, una suite para piano sobre cuentos dedicados a los hijos de su amigo Godebski, luego en el mismo año su gran obra maestra para piano "Gaspard de la nuit", inspirada en poemas de Aloysius Bertrand.

En abril de 1909 Ravel se encontraba en Londres, junto a Ralph Vaughan Williams, para su primera gira de conciertos en el extranjero. Con este motivo descubrió que era conocido y apreciado al otro lado del Canal. En 1910 fue junto con Charles Koechlin y Florent Schmitt, en particular, uno de los fundadores de la Société Musicale Indépendante, creada para promover la música modernista, en oposición a la Société Nationale de Musique, más conservadora, entonces presidida por Vincent d'Indy.

Pronto dos grandes composiciones le iban a causar muchos problemas. En primer lugar, "L'Heure espagnole" (La hora española), ópera escrita sobre un libreto de Franc-Nohain, terminada en 1907 y estrenada en 1911, que fue mal acogida por el público y sobre todo por la crítica.

“Daphnis et Chloé" (Symphonie chorégraphique) una evocación sinfónica de la Grecia antigua, es la obra más monumental de Ravel. Fue compuesta como un ballet en tres partes para un encargo realizado en 1910 por Serguei Diágilev, director de los Ballets Rusos que causaban furor entre los aficionados de París. Se estrenó el 8 de junio de 1912 en el Théâtre du Châtelet de París, con la orquesta dirigida por Pierre Monteux, con Vaslav Nijinski y Tamara Karsavina como bailarines protagonistas y una decoración concebida por Léon Bakst, siendo recibida bastante mal por parte de la crítica, lo que causó la amargura del músico.

Requiere una gran orquesta con gran variedad de instrumentos de percusión con un eolífono o máquina para imitar el sonido del viento y un coro interno que canta vocalizaciones sin palabras. El argumento se basa en el poema narrativo del mismo título escrito por Longus, un escritor griego del Siglo II de nuestra era. Una primera novela de un género nuevo, la novela pastoral. El argumento de la obra fue coescrito por Michel Fokine y el compositor. Se trata de la obra de mayor duración del compositor.

Un ballet que no está basado en las tradicionales escenas, sino que sigue una línea continua, con su música expresando la historia basada en una interpretación libre de la novela pastoral. La historia del descubrimiento del amor por parte de dos adolescentes con un tinte algo conservador. La niña no perderá la virginidad antes de su matrimonio.

La narrativa de la novela difiere en algunos aspectos del escenario escrito para el ballet, pero el fondo temático es el mismo. En la novela los protagonistas son dos niños abandonados por sus padres. Encontrados por quienes se convertirán en sus padres adoptivos, unos humildes campesinos, que por sus vestidos se dan cuenta de que los niños pertenecen a familias nobles. Crecen cada uno en su hogar de adopción, trabajando como pastores, Daphnis de un rebaño de cabras y Chloé de uno de ovejas. Se conocen, se unen con sus rebaños, empezando a surgir entre ellos un sentimiento nuevo, algo desconocido. Es el amor, que Eros les despierta atravesándolos con sus flechas.

Los adolescentes no saben cómo apagar su pasión hasta que una muchacha experimentada se lo enseña a Daphnis, acostándose con él e iniciándolo. Pero el joven no se atreve a realizar el acto sexual con Chloé, temiendo hacerle daño. Después de diversas aventuras se descubre que ambos pertenecen a familias nobles, siendo reconocidos por sus verdaderos padres, terminando con un feliz matrimonio y finalmente podrán gozar totalmente.

La primera parte consta de diez secciones, introduction, danse religieuse, les jeunes filles attirent Daphnis - danse générale, Daphnis s'approche tendrement de Chloé, danse grotesque de Dorcon, danse légère et gracieuse de Daphnis, danse de Lyceion, une lumière irréelle enveloppe le paysage, danse lente et mystérieuse, derrière la scène on entend des voix.

La acción tiene lugar en la isla de Lesbos, en un bosque consagrado al dios Pan con una roca con la figura del dios y una gruta con las estatuas de sus tres ninfas. Partiendo del silencio, la cuerda en sordina va formando lentamente un acorde. La flauta interpreta un tema nostálgico acompañado por un coro invisible, que canta vocalizando. Después de la entrada del oboe el tempo de la música se acelera, mientras en la escena aparecen los pastores. Entran Daphnis y Chloé con otras doncellas y pastores, con cestas de ofrendas destinadas a las ninfas. Las muchachas adornan los pies de las estatuas con guirlandas.

La cuerda y arpa interpretan una tranquila danza religiosa a la que se añaden las maderas. Aparece el pastor Daphnis siguiendo a su rebaño de cabras. Se le une Chloé y ambos avanzan juntos hacia el altar y se inclinan delante las ninfas. La danza que ha continuado se interrumpe finalmente.

Un solo de violín nos conduce a una danza más alegre. Daphnis se encuentra rodeado de muchachas y Chloé de muchachos. El pastor de bueyes Dorcon manifiesta su interés por la muchacha, apareciendo el sentimiento de celos en Daphnis. Dorcon intenta besarla siendo repelido violentamente por Daphnis.

Daphnis se acerca dulcemente a Chloé. Los campesinos los separan. Uno de ellos lanza la idea de un concurso de danza entre Daphnis y Dorcon. El premio para el vencedor será un beso de Chloé.

La danza de Dorcon es rústica y grotesca, acompañada por los metales. La gente se burla de sus torpes movimientos. Luego le toca el turno a Daphnis, respondiendo con un baile elegante y ligero. Proclaman a Daphnis vencedor recibiendo el beso de los labios de Chloé. Mientras la gente se lleva a Chloé el muchacho queda solo y en un estado de éxtasis. Se oye el canto del coro invisible perdiéndose dulcemente en la lejanía.

Una muchacha más experimentada llamada Lyceion entra acercándose a Daphnis, que se encuentra echado sobre la hierba. Al reconocer que no se trata de Chloé intenta huir, pero es retenido empezando una danza de insinuación. En la novela instruye al joven en la manera de hacer el acto sexual de un modo explícito.

De pronto se escuchan ruidos de lucha. Un grupo de piratas persigue a las muchachas. Chloé en su huida entra en la cueva postrándose al pie de las ninfas. Pero los piratas la ven, la capturan y es hecha prisionera. Incapaz de salvarla Daphnis se desploma sin sentido en la entrada de la gruta.

Una luz irreal baña la escena. Las ninfas toman vida bajando de su pedestal. La música acompaña en forma de un nocturno. Empiezan una danza lenta y misteriosa. Al darse cuenta de la presencia de Daphnis lo reaniman, secan sus lágrimas y lo llevan a la roca para que invoque a Pan. Daphnis se arrodilla ante el dios, suplicante para recuperar a su amada.

Un calmado interludio orquestal antecede la segunda parte. Se escucha nuevamente el coro lejano mientras cambia el decorado, apareciendo en la penumbra el campamento de los piratas, que están ocupados contando su botín. Las antorchas iluminan la escena mientras el coro aumenta su volumen.

La segunda parte está compuesta por dos secciones, animé et très rude y danse suppliante de Chloé. Los piratas realizan un baile bastante rudo, seguido por un interludio más calmado con figuras de las flautas, continuando con una danza más animada con participación del coro que termina con los hombres agotados.

El jefe de los piratas Bryaxis pide que traigan a los prisioneros. Dos piratas hacen entrar a Chloé con las manos atadas. El jefe le ordena que baile. La muchacha acompañada por el corno inglés danza un triste baile de súplica. Intenta escapar pero es brutalmente detenida. Continua bailando intentando nuevamente escapar, pero Bryaxis quiere triunfalmente hacerla su esclava.

De repente la atmósfera cambia, apareciendo pequeñas llamas y criaturas fantásticas dando saltos. Son los sátiros enviados por Pan para liberar a la muchacha. Los piratas huyen aterrorizados.

La tercera parte está formada por tres secciones. Aucun bruit que le murmure des ruisselets amassés par la rosée qui coule des roches, Chloé figure la jeune nymphe errant dans la prairie y devant l'autel des Nymphes - danse générale.

El decorado es el mismo del principio de la obra. Todo es tranquilidad, mientras poco a poco se despierta el día. El sol va saliendo, oyéndose el canto de los pájaros. Un grupo de pastores de bueyes despiertan a Daphnis, que continúa postrado al pie de la cueva de las ninfas, buscando con los ojos a su amada. Finalmente aparece la niña con una corona de flores rodeada de campesinas. La pareja se abraza dándose cuenta de la feliz intervención de Pan.

El viejo pastor Lammon les dice que Pan la ha salvado al recordar sus amores con la ninfa Syrinx. En la mitología griega, Siringa era una náyade de Arcadia que le gustaba cazar con un arco de cuerno.

   Pan persiguiendo a Syrinx, Gilles-Lambert Godecharle 1804

El dios Pan la encontró un día cuando bajaba del monte Liceo, se enamoró de ella y empezó a perseguirla hasta que se lanzó al río Ladón. Allí, acorralada, pidió ayuda a sus hermanas las ninfas, quienes conmovidas, la convirtieron en un cañaveral.

Cuando Pan llegó sólo pudo abrazar las cañas mecidas por el viento y el rumor que producían le gustó tanto, que decidió construir un nuevo instrumento musical con ellas. Así inventó la siringa en recuerdo de la ninfa, que es más conocida como flauta de Pan, un conjunto de varias flautas paralelas unidas. 

Daphnis y Chloé reviven la historia de amor entre Pan y Syrinx. La ninfa lo rehúye y Pan representado por Daphnis, desesperado  toma unos tallos de rosal y construye una flauta. Interpreta una melodía melancólica. Vuelve Chloé que interpreta a la ninfa y baila al son de la flauta de Pan. La danza se va animando hasta que exhausta cae en los brazos de Daphnis.

En la escena final Daphnis delante del altar de las ninfas hace su juramento de amor. Un grupo de muchachas vestidas de bacantes entran con tamborines. Los amantes se abrazan tiernamente. Todos los jóvenes se les unen en una danza general, que alegremente cierra la obra.

Tres grandes obras se producen en un periodo muy breve de tiempo. Tres obras coreográficas que revolucionan tanto el mundo de la música como del ballet. Se trata de "Prèlude à l'après-midi d'un faune" de Debussy compuesto en 1894, "Daphnis et Chloé" de Ravel y "La consagración de la Primavera" de Stravinski, estrenada tumultuosamente en 1913 con la presencia y apoyo de Ravel. A este período que precedió la guerra, más tarde lo describió Ravel como el más feliz de su vida. Vivía entonces en un apartamento de la prestigiosa avenida Carnot, cerca de la Place de l'Étoile.

Desde el inicio de la Primera Guerra Mundial, el compositor pretendió enrolarse, pero, eximido del servicio militar debido a su pequeña estatura, fue rechazado. La inacción se convirtió en una tortura para Ravel. A través de varias gestiones, terminó por hacerse enrolar como chofer de camión en el mes de marzo de 1916 y fue al frente cerca de Verdún. Víctima, con toda probabilidad de peritonitis, fue operado antes de ser desmovilizado.

Hacia enero de 1917 se enteró de la muerte de su madre, noticia que lo hundió en un tormento, sin comparación con el causado por la guerra, del cual nunca realmente se recuperó. Sin embargo, su actividad creativa, aunque algo retrasada, resistió estas pruebas acumuladas. Aquel año terminó seis piezas para piano agrupadas bajo el título de "Le Tombeau de Couperin", una suite en estilo neobarroco francés, que dedicó a sus amigos muertos en la guerra.​

La muerte de Claude Debussy en 1918, tan admirado por Ravel, le dejó la difícil misión de liderar la música francesa. Ravel fue considerado como el más grande compositor francés vivo. Después de haber superado los fracasos de los inicios de su carrera se encontraba ahora colmado de honores, pero al anuncio de su promoción al rango de Caballero de la Legión de Honor en 1920, se dio el lujo de rechazar la distinción.​

Su primera obra maestra de la posguerra fue "La Valse" compuesta en 1920, poema sinfónico dramático comisionado por los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev y estrenado en abril de 1920 en presencia de Stravinski y de Poulenc.​ Fue a la memoria de Debussy que Ravel compuso más tarde su gran "Sonata para violín y violonchelo", que estrenó su violinista preferida, Hélène Jourdan-Morhange.

En 1921 Ravel se instaló en Montfort-l'Amaury en las Yvelines, deseando adquirir una casucha a menos de treinta kilómetros de París, Le Belvédère.​ En esta casa, hoy museo, vivió hasta su muerte. Ahí compuso la mayoría de sus últimas obras, las tres "Chansons Madécasses" en 1923 y "Tzigane" (Gitano), rapsodia de concierto en 1924, llevando al mismo tiempo una apacible vida de soltero. Le Belvédère se impregnó rápidamente de la personalidad del músico que hizo de ella, incluso en vida, un verdadero museo con colección de porcelanas asiáticas, juguetes mecánicos y relojes.

Aunque solitario y pudoroso, Ravel tuvo una rica vida social y los testimonios coinciden que tuvo una generosidad y una fidelidad indefectible. Pero las visitas no podían ocultar enteramente la soledad y la tristeza de este hombre,​ que encontró un escape en la intensificación de su actividad creativa con la orquestación de "Cuadros de una exposición" de Músorgski en1922 y en una serie de giras por el extranjero entre ellas por España.

En 1925, año del cincuentenario del compositor, compuso la obra quizá más original de Maurice Ravel, "L'Enfant et les Sortilèges". El proyecto de esta fantasía lírica se remonta a 1919, cuando Colette propone a Ravel poner en música a un poema propio, titulado inicialmente Divertissement pour ma fille. Se estrenó en Montecarlo en marzo de 1925 sin demasiado éxito, pero la posteridad dio el lugar merecido a esta joya del repertorio lírico. Colette ha narrado con humor la relación puramente profesional y distante que tuvo con Ravel durante la elaboración de este proyecto.​

En 1928 Ravel realizó de enero a abril una gigantesca gira de conciertos por Estados Unidos y Canadá​ que le valió un inmenso éxito.​ Fue también ocasión para él de admirar la belleza de este continente, cuna del jazz que amaba tanto. Conoció al joven George Gershwin, cuya música apreció en gran medida. Cuando más tarde el compositor estadounidense viajó a Francia y le pidió tomar lecciones, Ravel se negó argumentando que, usted perdería su gran espontaneidad melódica para componer en un mal estilo raveliano.​

De regreso a su país, Ravel comenzó a trabajar en la que se convertiría en su obra más famosa e interpretada. La bailarina y mecenas rusa Ida Rubinstein (1885-1960) era una amiga íntima de Ravel. Fue la inspiración y destinataria del Bolero. Ida Rubinstein le había encargado en 1927 un ballet de carácter español, para el cual el músico adoptó una antigua danza andaluza, el Bolero.

La obra, con solo dos temas y una cantinela incansablemente repetida, fue estrenada el 22 de noviembre de 1928 frente a un público un tanto asombrado. Su difusión fue inmediatamente inmensa. Ravel había firmado una auténtica obra maestra a partir de un material casi insignificante. Cuando una dama gritó Au fou, au fou! (¡Al loco, al loco!) después de haber oído la obra, el compositor confió a su hermano, Celle-là, elle a compris! (aquella de allí sí que lo ha entendido).​

Entre 1929 y 1931 Ravel concibió sus dos últimas obras maestras. Compuestos simultáneamente y estrenados a pocos días de diferencia en enero de 1932, los dos conciertos para piano son obras muy diferentes. Al "Concierto para la mano izquierda", composición con una oscura luz y teñida de fatalidad, respondió con el brillante "Concierto en sol mayor para piano y orquesta", cuyo movimiento lento es una de las más íntimas meditaciones musicales del compositor. Junto a las "Tres canciones de Don Quijote a Dulcinea" compuestas en 1932 sobre un poema de Paul Morand, los Conciertos marcan el punto final de la producción musical de Maurice Ravel.

En 1932 el compositor hizo una triunfal gira de conciertos por Europa Central en compañía de la pianista Marguerite Long, para presentar, entre otras obras, su Concierto en sol. De regreso a Francia, después de haber grabado este concierto bajo su propia dirección, Ravel tenía todavía proyectos, un ballet, "Morgiane" inspirado en Las mil y una noches y especialmente una gran ópera, "Jeanne d'Arc", sobre la novela de Joseph Delteil.​

Desde el verano de 1933 comenzó a presentar los síntomas de una enfermedad neurológica que lo condenaría al silencio en los últimos cuatro años de su vida. Desórdenes de la escritura, de la motricidad y el lenguaje fueron sus principales manifestaciones, mientras que su inteligencia se mantenía perfectamente y seguía pensando en su música, sin poder ya más escribir o tocar una sola nota. La ópera "Jeanne d'Arc" nunca podría llevarse a cabo.

Se cree que un traumatismo craneoencefálico, consecuencia de un accidente en taxi del que fue víctima en octubre de 1932, fue lo que precipitó las cosas,​ pero parecía consciente de este trastorno desde hacía varios años,​ aunque hoy se cree que se trataba de una demencia frontotemporal.​ El público permaneció mucho tiempo ignorando su enfermedad. Cada aparición pública era triunfal, lo que hizo mucho más dolorosa su inacción.

En 1935, a propuesta de Ida Rubinstein, Ravel emprendió un último viaje a España y Marruecos que le dio un saludable pero inútil consuelo. El músico se retiró definitivamente a Montfort-l’Amaury. El mal siguió progresando. En diciembre de 1937 se intentó en París una intervención quirúrgica desesperada en su cerebro.​ El 28 de diciembre de 1937 moría Maurice Ravel. Su muerte causó en el mundo una verdadera consternación, que la prensa retransmitió en un unánime homenaje.

Con Ravel desaparecía un músico que había sabido renovar la escritura musical, sin renunciar nunca a los principios heredados del clasicismo. Por esa razón fue un compositor cuya entera obra, siempre innovadora y nunca retrógrada, es considerada por Marcel Marnat completamente accesible a oídos profanos.