Mikis Theodorakis (1925-) en griego Μίκης Θεοδωράκης , nació en la isla de Quios en el mar Egeo el 29 de julio de 1925. Influenciado por el folclore griego y la liturgia ortodoxa empezó a componer desde su infancia antes de recibir lecciones de música. Vivió en diversas ciudades griegas especialmente en Tripolis donde actúa en un coro y también con 17 años empieza a participar en política.
Durante la Segunda Guerra Mundial se une a la resistencia luchando primero contra la Italia fascista y luego contra la Alemania nazi. En 1942 fue detenido por los italianos por ayudar a familias judías. En 1944 toma parte en la batalla de Atenas al lado del Frente Nacional de Liberación (EAM) contra las tropas británicas y sus aliados griegos.
El Tratado de Varkiza en griego Συμφωνία της Βάρκιζας, también conocido como el Pacto de Varkiza fue firmado en Varkiza, cerca de Atenas, el 12 de febrero de 1945 entre el Ministro de Relaciones Exteriores griego y el Secretario del Partido Comunista de Grecia (KKE) por EAM - ELAS, tras la derrota de este último durante los enfrentamientos de Dekemvriana.
Los comunistas no quisieron participar en las elecciones propuestas por los conservadores y patrocinadas por los británicos en septiembre de 1946 y se negó al desarme, lo cual condujo al estallido de un conflicto armado.
La guerra civil griega transcurrió entre marzo de 1946 y octubre de 1949, enfrentando a la población conservadora y las fuerzas armadas del gobierno monárquico, apoyadas por los Estados Unidos y el Reino Unido, contra los comunistas griegos y los miembros de la organización más grande de la resistencia antifascista, que había combatido contra la ocupación de Grecia por las fuerzas del EJE, el ELAS, en griego ΕΛΑΣ, Ejército Popular de Liberación Nacional controlado por el Partido Comunista Griego.
Después del Tratado de Varkiza en febrero de 1945 continua sus estudios de composición que serán interrumpidos por la guerra civil y su arresto el 5 de julio de 1947, siendo deportado a la isla de Icaria. Después de una amnistía es liberado en octubre, entrando en la clandestinidad.
El primero de mayo de 1948 es de nuevo detenido y deportado a Icaria hasta que a finales de año es trasladado al campo de concentración de la isla de Macronisos. En el mes de marzo de 1949 sufre terribles torturas que lo dejan medio muerto, siendo transportado al hospital militar de Atenas. Después de su curación es devuelto a Macronisos hasta que el 16 de mayo es liberado instalándose en la isla de Creta donde vive su familia.
El 15 de octubre de 1949 termina la guerra civil con la derrota total del Frente de Liberación ELAS al que pertenecía el compositor. En 1950 acaba sus estudios empezados en 1945 interrumpidos diversas veces, en el Conservatorio Nacional de Atenas, el Odheion, obteniendo su título, habiendo estudiado especialmente fuga, armonía y contrapunto con Philoktitis Economidis. Durante sus estudios había tratado extensivamente con diversas formas de música, especialmente la sonata.
Después de la guerra es llamado a filas, permaneciendo en el ejército desde 1950 hasta noviembre de 1951. En enero de 1952 regresa a Atenas donde trabaja como compositor y crítico musical.
La “Sinfoníetta" fue compuesta en 1947 en una primera versión para cuarteto de cuerda, flauta y piano. De esta forma se estrenó en Atenas en 1952. En 1995 realizó una nueva versión para orquesta de cuerda, flauta y piano. Se estrenó en Adelaide, Australia el 17 de noviembre de 1995.
Según dice el compositor la obra está influenciada por los estudios que había terminado en aquella época. Fue compuesta durante la guerra civil griega según nos cuenta. También es importante el hecho de que en 1947 fui arrestado y deportado por primera vez a la isla de Icaria. Fui liberado en 1948 gracias a la amnistía de Sophoulis. Pero dos meses después fui arrestado nuevamente y exilado a Icaria y luego a Makronissos. La Sinfonietta fue escrita a la sombra de estos acontecimientos y pienso que es aparente cuando se escucha la obra. Pienso que esta composición refleja el sentimiento de una gran tragedia.
El primer movimiento, Praeludium & Horikon, está escrito en un lenguaje neoclásico y en un estilo de música de cámara con intervención solista del piano y la flauta acompañados por la cuerda. El ambiente expresivo es tenso con temas influenciados por los acontecimientos de la época de su escritura.
El segundo movimiento, Scherzo, presenta un tema rítmico perteneciente a la música folclórica griega. El trío presenta un nuevo tema también de naturaleza folclórica.
El tercer movimiento, Finale, empieza con un tema de naturaleza trágica. La flauta y luego el piano introducen un tema de carácter bucólico eminentemente folclórico. que nos conduce a un clímax de carácter trágico. Termina con la recapitulación del tema inicial, que nos conduce al silencio.
La suite de ballet "Carnaval" fue empezada en 1947 en la isla de Icaria donde estaba desterrado, primero como una obra sinfónica y terminada en 1953 como música de ballet para la Ópera de Roma.
La “Sinfonía Nº 1" fue empezada en 1948 y terminada en 1953. El compositor nos habla sobre su sinfonía con las siguientes frases. En los esbozos de mi sinfonía articulé en primer lugar los sentimientos y los pensamientos que me preocupaban en aquella época y que buscaban urgentemente una solución. El sentimiento de protesta y de dolor de una juventud que me había conducido, por razones subjetivas más que objetivas, a una situación sin salida. Esto se intensificó con la dolorosa experiencia de la ocupación y sus consecuencias.
Si en esta música, en las melodías, los ritmos y la coloración sonora se encuentra una chispa de esperanza, como agujeros en un muro, es solamente porque en una base sobre todo filosófica e ideológica, tenía fe en el hombre y en su porvenir, pero no estaba muy convencido que pudiera continuar su existencia biológica, aunque se acepten la alegría y la esperanza como factores biológicos.
En el primer movimiento de la sinfonía predomina el sentimiento de la revuelta. Mi expresión musical se había afirmado suficientemente para que pudiera enriquecer su esencia con elementos de otros lenguajes, sin que perdiera ni su profundidad ni su personalidad. Si durante este periodo de cambio absorbía todavía influencias extranjeras sin asimilarlas, era simplemente necesario, por un lado para aprender a conocer un crecimiento de nuevas posibilidades expresivas en música sin tener que repetirlas y por otro lado para asegurar la autenticidad de mi propia contribución.
Es precisamente en esta sinfonía que la influencia de Dmitri Shostakovich no se puede negar. Es junto a Igor Stravinsky quién más me ha influido. En el primer movimiento he destruido el principio clásico de la forma sonata ensayando el desarrollo de una arquitectura nueva en correspondencia con el contenido de la obra. Utilizo cuatro en vez de los dos temas, pero se evidentemente que un análisis preciso revelaría las mismas raíces musicales de todos los temas.
La armonía se forma esencialmente del contrapunto de las diferentes voces y de su concentración. De la misma forma la orquestación es densa y colorista. Tres de los cuatro temas son mis propias melodías y motivos de los cuales el único elemento griego es el origen del compositor. El cuarto tema, el único rayo de luz dentro de estas altas murallas sonoras, recuerda una canción de cuna, estando caracterizado por una estructura y un carácter griego.
Del mismo modo son personales los temas que determinan el segundo movimiento y los del final, cuyos temas plañideros y elegíacos encuentran nuevas dimensiones y un nuevo carácter mediante sus ritmos rápidos y los acodes triunfantes. Notemos también la parada brusca del ritmo y la re obertura de profundidades abismales en medio del tercer movimiento, un símbolo para una última invocación a los muertos y un último canto para ellos. Luego se reemprende el ritmo inicial, de la misma manera que en las ruinas y en los combates de la guerra civil la vida continua. No existe final, siempre todo continua y solamente la obligación de terminar la obra artística en forma de bucle pone el acorde final.
El análisis temático y estructural de la sinfonía que se presenta a continuación, está basado en los textos escritos por nuestro colaborador Sergio Cánovas.
El primer movimiento, allegro, andante, allegro, está escrito de una manera cercana a la forma sonata. Se abre con un motivo cromático ascendente, lleno de tensión y disonancia. Sobre este motivo básico, la orquesta presenta un tema principal turbulento y angustiado. El tema se desarrolla brevemente, con un motivo marcial y también con un falso comienzo fugal. Un tema lírico de tipo oriental, es presentado por el oboe sobre el soporte de las cuerdas, que luego se vuelve a exponer en diferentes instrumentos de viento madera.
El desarrollo vuelve al impulso dramático del tema principal, combinado con exóticos motivos orientales del segundo. Después de un gran clímax, realzado por el tambor y la caja, el tema principal se recapitula. Después de un nuevo clímax, sigue mediante una sección tranquila interpretada por las maderas como solistas y el motivo marcial se presenta de nuevo. Finalmente, la música se agita con una serie de acordes muy disonantes. El tema oriental se recapitula con profundo lirismo y pasión, terminando el movimiento con calma.
El segundo movimiento, andante, piu mosso, andante, está escrito en forma ternaria con una introducción. Empieza con una introducción oscura y opresiva, mediante un diálogo entre el violín y el oboe. La orquesta presenta un tema principal de sabor exótico. Luego, el lirismo se desvanece a medida que se presenta una sección contrastante, con la introducción del piano, transformando la música en una marcha sombría. El cálido tema principal se recapitula extensamente con un solo de oboe, antes de terminar tranquilamente en un pedal de violín.
El tercer movimiento, allegro moderato, adagio, allegro, está escrito en una forma muy libre dividido en tres grandes secciones. Se abre con un big bang, seguido por la introducción de un tema fuertemente voluntarioso y enérgico, con golpes del tambor. La música se acumula, culminando en un poderoso clímax. Luego viene una sección disonante y marcial, con efectos de la percusión y fanfarrias del metal. El tema principal se desarrolla, volviéndose más impetuoso y violento a medida que se vuelve más y más marcial. El desarrollo culmina con un clímax desordenado en fortissimo.
Luego, las maderas proceden a realizar varios solos. Un tema afligido pero majestuoso es presentado por la orquesta, elevándose en un gran clímax. Una llamada de la trompa inicia la recapitulación del tema principal y la sección contrastante. La música culmina en un nuevo clímax explosivo. Finalmente, la obra termina con una explosión disonante y marcial.
Como podemos observar, la sinfonía es muy dramática y de estilo marcial, estando en tono con los contextos históricos y personales del compositor en medio de una turbulenta Guerra Civil Griega. A veces, podemos apreciar la influencia de Shostakóvich y la música tradicional griega, hacia la que el compositor volvería, buscando sus raíces musicales después de su educación en París en la década de 1960. Theodorakis abandonaría el género de la Sinfonía durante mucho tiempo, no mostrando ningún interés en él hasta la Segunda Sinfonía de 1982, con un estilo y enfoque del género completamente diferente al de esta obra más bien ortodoxa.
En 1953 Theodorakis se casa con Mirto Altinoglou de cuyo matrimonio nacerá su hija Margarita-Aspasia Theodorakis el 30 de noviembre de 1958 en París. Obtiene una beca para completar sus estudios en París en 1954. Se matricula en el Conservatorio donde estudia análisis musical bajo la dirección de Olivier Messiaen y dirección de orquesta con Eugène Bigot. Durante este periodo asimila la música tradicional occidental.
Compone la "Suite Nº 1 para piano y orquesta" en 1955, que obtendrá el primer premio del Festival de Música de Moscú en 1957, con un jurado presidido por Dmitri Shostakovich y Hanns Eisler y el "Concierto para piano y orquesta" en 1958 donde mezcla el folclore de la isla de Creta con las técnicas dodecafónicas.
Su reconocimiento internacional empieza con su música para ballet. En 1958 se estrena "Les amants de Téruel" en París. La música combina elementos modernistas con la influencia del folclore griego.
Después de su triunfo en 1959 en el Covent Garden con la representación de su ballet "Antígona" escrito para Ludmila Tcherina, abandona la composición clásica regresando a Grecia en 1960. Se convierte en el portavoz de una generación que aspira a un cambio profundo en Grecia. Compone algunas bandas sonoras, piezas sinfónicas y de cámara. Es propuesto por Darius Milhaud para el premio de mejor compositor europeo.
A su retorno a Grecia inicia un nuevo periodo compositivo influido por la música tradicional y popular griega, a la que añadirá la importante formación musical recibida en Francia. La primera obra escrita en este nuevo periodo es "Epitaphios" de 1958, una versión musical del poema del mismo título de Yannis Ritsos (1909-1990), obra de denuncia social.
Termina el oratorio "Axion esti" en 1960. Alabado sea, es su traducción. Está compuesto sobre textos del poeta Odysseas Elytis (1911-1996) que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1979. El compositor incorpora en su partitura elementos griegos que la hacen popular. Utiliza elementos de la música religiosa bizantina y danzas griegas. El carácter griego se acentúa con el uso de un cantante folclórico y el instrumento típicamente griego, el buzaki, una especie de laúd y del sanduri, un tipo de dulzaina.
Theodorakis compone decenas de canciones poniendo música a la mejor poesía griega moderna, entre ella la de Odysseas Elytis. Funda la Pequeña Orquesta Sinfónica de Atenas realizando multitud de conciertos por toda Grecia dando a conocer su obra.
Activo en política en 1963 es elegido diputado por el Partido Comunista. En el mismo año recibe el Premio Sibelius inglés por el conjunto de su obra sinfónica, otorgado por un jurado compuesto por Zoltan Kodaly, Pau Casals y Darius Milhaud. Compone la música de escena para la pieza teatral "Distrito de ángeles". En esta obra compuesta en 1963 se incluye el famoso syrtaki Prepara tu cama para dos, que luego usará en la famosa danza de Zorba el Griego, una película británico-griega de comedia dramática de 1964, escrita, producida, dirigida y montada por el chipriota Michael Cacoyannis y basada en la novela Vida y aventuras de Alexis Zorbas de Nikos Kazantzakis. Su música se convertirá en la más conocida de toda su carrera musical.
Dedicado a la popular cantante Maria Farantouri compone en 1964 la suite formada por seis canciones titulada "Farantouri's Cycle". En 1965 compone "La Balada de Mauthausen" para mezzosoprano, coro y orquesta, una elegía formada por cuatro canciones sobre el famoso campo de concentración nazi.
El 21 de abril de 1967 una junta militar de extrema derecha da un golpe de estado militar haciéndose con el poder en Grecia, la llamada Junta de los Coroneles. Theodorakis pasa a la clandestinidad y funda una organización de resistencia contra la dictadura. Su música es prohibida y en agosto de 1968 es detenido y encarcelado durante cinco meses.
Después de una larga huelga de hambre es desterrado junto con su mujer Myrto y sus dos hijos Margarita y Yorgos al pueblo de Zatuna en la Arcadia, siendo posteriormente recluido en el campo de concentración de Oropos. Durante todo este periodo no deja de componer canciones contra la junta militar. Entre sus obras se encuentra el oratorio "Etat de Siège" compuesto en 1968 sobre poemas escritos por una joven detenida, a la que dará el nombre de Marina para no comprometerla.
Su verdadero nombre era Rena Chatzidaki (1943-2000). Durante la dictadura militar fue detenida en la prisión de Bouboulinas de Atenas en 1968 donde escribió el poema En el estado de sitio, bajo el pseudónimo de Marina. Hasta 1991 no se reveló su verdadero nombre. La partitura escrita por Theodorakis sobre sus poemas fue enviada de modo clandestino a Francia donde fue interpretada por Maria Farantouri, la intérprete desterrada de muchas de sus canciones.
Otro oratorio escrito en 1968 es "La Marche de l'Esprit" para solistas vocales, instrumentos populares griegos, coros y orquesta, dividido en siete movimientos. En el mes de enero de 1970 compone "Raven" sobre un poema de Giorgios Seferis mientras se encontraba prisionero de la Junta Militar.
La salud del compositor se deteriora y gracias al movimiento de solidaridad por parte de artistas e intelectuales de todo el mundo, entre ellos Arthur Miller, Laurence Olivier, Yves Montand, Dmitri Shostakovich, o de Leonard Bernstein. Finalmente se decide enviarlo al exilio en Francia donde llega en abril de 1970.
En el exilio dedica todas sus fuerzas a la lucha contra la dictadura. Recorre diversos países realizando conciertos, charlas y manifestaciones. Sus canciones se convierten en un símbolo de la resistencia contra el fascismo en Grecia y en otros lugares como España, Portugal, Palestina, Kurdistán o Irán. Tiene reuniones con políticos e intelectuales como Pablo Neruda, Salvador Allende, Gamal Abdel Nasser, Tito, François Mitterrand y Olof Palme.
El "Canto General" compuesto en 1972 es un oratorio de carácter popular que se ha convertido en una de sus obras más significativas. Una obra para solistas vocales, coro y orquesta sobre textos del poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973).
En esta época compone también las bandas sonoras de las películas "Estado de Sitio" de Costa-Gravas y "Serpico" de Sidney Lumet. En 1974 tras la fallida intervención en Chipre por parte de los coroneles y la caída del régimen fascista, Theodorakis regresa a Grecia. Nombrado ministro en el gobierno de coalición entre centro derecha y comunistas de Constantinos Mitsotakis, en 1983 recibe el Premio Lenin de la Paz. Trabaja en la mejora de relaciones entre Grecia y Turquía.
La “Sinfonía Nº 2" (La canción de la tierra) para coro de niños, piano y orquesta fue compuesta entre 1980 y 1982 con textos del propio compositor, marcando una nueva etapa con el regreso a la música sinfónica. Se estrenó el 8 de febrero de 1982 interpretada por la Orquesta de Halle dirigida por Olaf Koch y con Cyprien Katsaris, en la entonces República Democrática de Alemania.
La obra es en realidad una fusión de la "Suite No.1 para piano y orquesta" y la música para el ballet "Antígona", dos obras según dice el compositor, de las cuales creo que la primera era demasiado estrictamente 'dionisíaca' y la segunda exclusivamente 'apoloniana', para usar los términos nietzschianos. Lograr un equilibrio entre estos dos elementos era la única manera de convertirlos en una obra completa, terminada, es decir, que expresa toda la gama y amplitud de las emociones humanas y toda la complejidad de una marcha a través del tiempo.
El primer movimiento, andante, andante moderato, andante cantabile, allegro marcato, andante, comienza con una introducción meditativa, que retoma el tema inicial de Antígona y Haemon. El piano entra y procede a determinar la evolución del movimiento. La madera, los metales y la percusión crean un alto grado de tensión rítmica, hasta que la flauta entra con un nuevo motivo llano. La ansiedad predomina hasta que el movimiento finalmente concluye con una poderosa melodía coral.
El segundo movimiento, presto, adagio, vivace, adagio, andante sostenuto, se basa en el movimiento de apertura de la Suite, y coloca la percusión en primer plano. Su densidad aumenta, mezclando indisolublemente elementos de la Suite con partes del Ballet, para crear una entidad fresca, que al mismo tiempo constituye una nueva visión ética.
El tercer movimiento, andante, andante cantabile, lento, atacca, es el más complejo y comienza como una danza, lo que no es de extrañar, ya que está basado en el ballet Antígona. Avanza gradualmente hacia un lied que aparece por primera vez en el oboe y las cuerdas, que también tiene sus orígenes en el ballet, al igual que el pasaje que constituye el punto culminante lírico de la obra. Sobre débiles acordes en las cuerdas, los niños entonan la última Canción de la Tierra, para la cual el propio Theodorakis escribió el texto. La visión catastrófica que se representa se concreta en la sección final del movimiento. Su orquestación, a la vez espectacular y desgarradora, expresa la carrera hacia la destrucción que es el tema principal de la sinfonía.
El cuarto movimiento, final, presto, adagio, dolce, con evocadores ritmos cretenses, reúne los dos últimos movimientos de la Suite. Al igual que en el movimiento de apertura, el piano solista juega un papel importante en la propulsión de esta danza al borde del abismo hacia su paroxismo. Sin embargo, Theodorakis no quiere terminar con una impresión de catástrofe y de vacío. Por lo tanto, añade un débil destello de esperanza: acompañado de un acorde delicadamente construido. El piano hace una entrada solista con una melodía contemplativa de gran intensidad, un himno bizantino que se transforma en un himno a la vida, un interrogante, es cierto, que la madera en estado de ánimo meditativo toma y conduce al silencio. Así, como al final de una tragedia clásica, el compositor recurre a un éxodo.
Basado en la música de la banda sonora escrita para el film "Zorba el Griego", en la música de su ballet cretense "Carnaval" y en canciones compuestas en la década de 1960 escribe en 1988 la música para el ballet "Alexis Zorba".
La “Sinfonía Nº 3" para soprano, coro y orquesta fue compuesta en su primera versión entre 1980 y 1981. Se estrenó el 29 de abril de 1982 en la Ópera Cómica de Berlín interpretada por la Orchester der Komischen Oper Berlin, con la soprano Els Bolkestein y el Rundfunkchor Berlin bajo la dirección de Heinz Rögner. La sinfonía fue revisada en 1992.
Está basada en textos del poeta griego Dionysios Solomos (1798-1837), un himno bizantino y un verso de Konstantinos Kavafis. A la edad de 14 años, Theodorakis había puesto música a varias partes del poema de Solomos La madre demente. La ocupación extranjera, la resistencia nacional y la EPON[1] abrieron un nuevo camino para Theodorakis. El estado de ánimo trágico del pesimismo y el romanticismo dieron paso a un sentimiento de protesta y un deseo de actuar.
A través de esta poesía, Theodorakis construye una elegía espeluznante sobre la pérdida de los hijos. Al incorporar el Himno bizantino para Petros de EPON en el tercer movimiento, actualizó la lamentación fúnebre. Como humanista con un mensaje universal, sobrepasa épocas y géneros, combinando rasgos eclesiásticos con rasgos seculares y fusionando el presente y el pasado.
Toda la Sinfonía, con sus campanas recurrentes y temas que se entrecruzan, es un vasto ritual. La expresión del dolor toma sucesivamente la forma de una elegía, un estado de agitación, un homenaje conmemorativo y un sentimiento de desconcierto. En el movimiento final, las repeticiones sin rumbo y la melodía del largo, ascendiendo en tonos débiles y tenues, evocan la sensación de soledad que impregna las últimas obras de Shostakóvich, que también reflexionan sobre el significado de la muerte.
El primer movimiento, adagio, presto, andante, in stesso tempo, andantino, coda, tiene como título La Madre Demente, basado en el poema de Dionyssos Solomos. Comienza de forma moderada con un tema parecido a un canto a media voz interpretado por las cuerdas y luego unido a las voces. Nos presenta la escena en el cementerio, relatando el dolor de la madre por la pérdida de sus dos hijos cantado por la soprano.
Dos pobres hermanos duermen bajo tierra
el sueño irreversible de la muerte
y su madre perdió la razón.
La música acompaña reverentemente y en paz con la puntuación de golpes de gong. La inquietud de modo estridente entonces gana fuerza con una intervención al estilo rock de la percusión, que se repetirá algunas veces. Todo es tonal siendo una música muy accesible con una sincera profundidad espiritual. Según palabras de mi colaborador Sergio Cánovas, en la cumbre del movimiento, la música tiene la pesada deliberación de Beethoven, el éxtasis de Howells y el impacto coral masivo del Edipo Rex de Stravinsky y del Himno de Klami.
El segundo movimiento, allegro moderato, presto, presto, es la continuación de La Madre Demente, en el cual el duelo toma el aspecto emocional. Empieza con un ritmo de caza mordaz, como en una persecución brusca y agresiva. En la parte central entra el coro de forma agitada siguiendo el estilo orquestal, especialmente en la sección final dominada por la percusión, con un amplio solo incluido.
Este movimiento señala la habilidad de Theodorakis en el uso de la repetición de material melódico y rítmico. Emplea una escritura más angular que la que aparece en el primer movimiento. Los instrumentos solistas se lanzan volando fuera de las texturas con trabajos de roznido y ululación para los metales al estilo de The Wreck of the Medusa de Hans Werner Henze. De hecho, la violencia de la obra de Henze hace que sea un buen paralelo, al menos para este movimiento.
El tercer movimiento, adagio, allegretto, andante, adagio, tiene como título La Ciudad, estando basado en un poema de Constantinos Kavafis sobre la Primavera y en el Himno Bizantino para Petros de EPON. Después de la frenética agitación del anterior presto la dulzura del adagio interpretado por la cuerda ofrece consuelo y patetismo. Está escrito para poner en valor la sonoridad de una gran sección de cuerdas, pero de repente se eleva en un brusco clímax orquestal, después del cual el coro junto con la soprano cantan los versos de Kavafis y luego con todo su fervor el himno bizantino, tomado de versos de la liturgia del Viernes Santo. Después de un luminoso repique de campanas se recapitula la dulce melodía de la cuerda que cierra el movimiento.
El cuarto movimiento, allegro vivace, presto, largo, andante, vuelve al poema de Solomos La Madre Demente, presentando su última parte. Como en el primer movimiento su incesante ritmo de avance hacia adelante empuja a los coros en una patética y brusca interpretación del drama. Después de un intermedio orquestal en el que continúa el tenso ambiente, la actuación de los coros y luego de un solo de la soprano en la parte central del movimiento, añaden un sentimiento todavía más trágico, acompañado por el frenético ritmo orquestal.
Finalmente el torbellino musical se detiene bruscamente y nos hundimos en un largo para cuerdas, sobre el que aparece un frágil solo de la trompeta aguda y luego continúa con la voz apaciguadora de la soprano, como una aceptación de su trágico destino, acompañada por dolorosos tañidos de campanas. La obra termina lentamente con un elegante himno ascendente para cuerdas agudas y coro completo, cayendo en una fría desolación en medio de los susurros del coro y los secos golpes de la percusión.
La "Liturgie Nº 2" (A los niños muertos en las guerras) compuesta en 1982 para el coro de la Santa Cruz de Dresde tiene una afinidad temática con la tercera sinfonía. Los textos escritos por Tassos Livaditis y Mikis Theodorakis son cantados por el coro.
Entre los años 1982 y 1983 compone "Lorca", para voz, solo de guitarra, coro, y orquesta, basada en el Romancero Gitano, que había compuesto en 1967 con textos de Federico García Lorca, traducidos por Odysseas Elytis.
La “Sinfonía Nº 7" (Sinfonía Primavera) está escrita para cuatro solistas vocales, coro y orquesta, con textos de Yannis Ritsos y de Yorgos Kulukis. Después del estreno de su tercera sinfonía el director de la Ópera Cómica de Berlín le pidió una nueva sinfonía. El cuarto movimiento fue empezado en Vrahati, una localidad costera cerca de Corinto, el 2 de mayo de 1982 y terminado el 18 de mayo. El primero se acabó el 15 de septiembre y el segundo y el tercero entre el 16 de septiembre en Vrahati y el 12 de diciembre en Atenas. Compuesta después de su tercera sinfonía pero antes de la cuarta, por lo cual la numeración de sus sinfonías no sigue el orden cronológico, sin haber escrito ni la quinta ni la sexta, al menos que tengamos conocimiento.
Se estrenó el 19 de mayo de 1984 durante el Festival Internacional de Dresde, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Dresde dirigida por Christian Hauschild con Anna Pasar, soprano, Elisabeth Wilke, contralto, Klaus Köning, tenor, Gunther Emmerlich, bajo, el coro de la Radio de Berlín, el coro Beethoven y el coro de la Kreuzschule de Dresde.
En 1975 Theodorakis había puesto música a algunos versos de la Dama de los Viñedos y disfrutó interpretándola para sus amigos en París. En 1982, volvió a este material y en el espacio de dos semanas, había completado el Final de la 7ª Sinfonía. Poco tiempo después, continuó el trabajo con los textos de Sinfonía de Primavera y Marcha del Océano. Estos poemas habían dejado una gran impresión en Theodorakis cuando era joven:
Era a principios de los años cuarenta y vivíamos en una casa en la ciudad montañosa de Tripoli. Solía sentarme junto a la estufa, de la que salía la fragancia de los troncos de pino recién aserrados, leyendo los poemas de Ritsos y soñando con la primavera y el mar. Miré por la ventana a la chimenea del molino de Mavroyannis y pensé un cero erótico. Empecé a trabajar en la composición de la "Sinfonía de Primavera". Seleccioné los versos con mucho cuidado, para no destruir la estructura de la obra poética.
El propio compositor añade una serie de comentarios a cada uno de los movimientos, que reproducimos a continuación, mezclándose con las palabras de los textos cantados,
El primer movimiento, adagio, poco meno, allegro, allegro vivace, meno mosso, più mosso, andante, largo, lleva como título Sinfonía de Primavera. Está basado en el poema del mismo título escrito por Yannis Ritsos.
La Tierra se estremece. Puede escucharse el sonido de las semillas cuando se abren, saliendo de la tierra. Los brotes, empujando hacia arriba, tratan de perforar la corteza de la tierra, para llegar a la luz, para saludar al sol. Perdido en la inocencia de la juventud, ¿cómo puedo explicar el dolor que me atormenta como un tambor que late en el caos de mis pensamientos y mi ser? Cualquiera que lea "Los caminos del Arcángel" sabrá que durante los años entre 1940 y 1943, mi mayor tormento fue la sombra de Dios.
Es comprensible que recurra a la poesía, esta poesía que es la llave que abre la puerta del Universo. Buscando a Dios eras tú a quien buscaba. La voz sonaba profunda, como si surgiera de la tierra helada de marzo. Cuanto más poderosa se vuelve la Primavera, más clara se puede escuchar la voz, mezclándose con los sonidos de la semilla y la savia que se eleva en los árboles y los jóvenes. Siento un par de ojos mirándome desde detrás de las persianas cerradas mientras me acuesto por la noche y miro fijamente las paredes blancas de la casa, que duerme desprevenida. Siento que tu cabello perfuma la noche.
El poderoso canto del coro se eleva por encima del firmamento, proclamando la primera redención, que trae consigo el conocimiento del amor. Sin embargo, al mismo tiempo las cataratas vocales alteran el progreso ordenado de las cosas. En el reino de la Primavera, el orden es desorden, la paz es tormenta. Todo es cantar y estremecerse al mismo tiempo. El sonido debe evocar la imagen de la luz que canta en las arterias de hierba y piedra. Las cuerdas deben convertirse en arterias que se cruzan, se entrelazan, destruyéndose unas a otras. Rebotan en las superficies que hacen uso de las voces humanas para cantar. Siguen al pájaro que se sumerge en el azul y nos lleva el mensaje de Dios. Siento una repentina oleada de poder en mí y sé: nací para saludar el sol de tus ojos. Soy el cielo estrellado del verano.
La canción que suena desde la plaza del pueblo surge de la catarata, como una trucha convulsionada en espasmos de vida o muerte por alguna fuerza demoníaca. Este verano, mis dulces ojos negros... como si fuera a descubrir el paisaje de los milagros. La tierra griega. Dos pares de voces se desprenden de la textura uniforme de la canción del coro, tan tierna, hermosa, genial, tu amor me ha hecho profundo y embellecido, me ha engrandecido tanto que ya no puedes abrazarme. Ese es el que creó su propio semblante tejiendo las voces de los demás, como hilos de colores. Alegría, alegría, alegría.
Los gritos de amor, nacidos en el viento primaveral, alcanzarán el infinito, mientras que el estado de ánimo que prevaleció en el principio regresa exultante. De repente se rompe el espejo. Un meteorito gigante se estrella en la superficie inmóvil. Las voces rompen los vasos de vidrio que los mantienen unidos. Se convierten en ruido. Porque es difícilmente soportable saber que están obedeciendo las leyes del infinito... El milagro se ha cumplido. La presunción dionisíaca ha llevado a la identificación de la nada con el infinito, el individuo con el todo.
El segundo movimiento, larghetto, più mosso, larghetto, se titula La Ejecución de Athena. Está basado en el poema del mismo título escrito por Yorghos Kouloukis, que por su interés traducimos a continuación.
Era al amanecer cuando se han llevado a nuestra hermana Athena
para la ejecución.
Por la tarde de la víspera le dimos a escondidas dos naranjas
pero ella no se las comió.
Las abrazó con una adoración tan grande
como si escondieran en su jugo
la entera Primavera.
Toda la juventud jugosa de la tierra,
y seguidamente las ha escondido en su garganta.
En el rincón de su celda, la muerte se retorcía,
como un perro espantado.
Y ella lo llamaba:
"Ven Tigre, Arapi, Jack",
buscando su nombre de perro.
"Ven para que te muestre las trazas de la verdad.
Ven a oler las naranjas
que tengo en mi garganta".
El día acababa de ponerse
cinco disparos han atravesado su amplio pecho
sin consideración por las naranjas que brillaban como el oro
y su jugo se ha mezclado con la sangre.
Y sus semillas han encontrado una tierra honorable
y el lugar se ha llenado de naranjos.
Para cortar, cortar sin que jamás se agoten los frutos.
Primero los acontecimientos: 1940 a 1943, en la ciudad de Tripolis en el Peloponeso. Compartí mi amor por "Sinfonía de Primavera" y "Marcha del Océano" con mi amigo Yorgos Kouloukis. 1947-48, la Guerra Civil. Yorgos es condenado a muerte y encarcelado. Una mañana, los guardias sacan a Athena de la celda de al lado, una partisana, que había sido hecha prisionera después de la batalla de Zatouna. La llevan a la pared del patio para ejecutarla y le disparan. Todo el mundo ve cómo el jugo de las naranjas que está presionando contra su pecho se mezcla con su sangre.
1949, isla de la tortura de Makronissos: trabajo forzado de la mañana en la cuarta sala. Presos arrastrando rollos de alambre de púas en parejas. El viento helado del norte corta la piel, agitando el polvo para que apenas podamos ver. Hemos levantado nuestros cuellos y tirado de nuestras gorras con picos hacia abajo en la medida de lo posible. Sucio, sin afeitar, el único recordatorio de que somos hombres: los ojos. Miro a mi vecino a los ojos y reconozco a Kouloukis.
1955, estoy viviendo en París, Yorgos está trabajando como profesor en un pequeño pueblo cerca de la frontera de Lakonia. Escucha una interpretación de mi Primera Sinfonía por la Orquesta Nacional de Atenas en la radio, escribe el poema "Primera Sinfonía" y me lo envía a París. Julio de 1968, Vrachati: Puse en música el poema y cambié el título a "Nuestra hermana Athena".
Septiembre de 1968, destierro a Zatouna: Estoy bajo arresto domiciliario y trabajando en la armonía de la nueva canción. Una anciana y su hija se mudan a la casa de al lado, con el permiso de la policía. Está casada con un oficial de la Junta. Por la noche, se sientan en el balcón de la señora Marigo. La maestra del pueblo nos cuenta a través de mi hija Margarita que ha venido aquí en conmemoración de su hija, partisana, que había sido hecha prisionera en Zatouna, durante la Guerra Civil y ejecutada. Me pregunto si es la madre de Athena. Le hago saber que voy a poner música a una canción que está dedicada a una chica que fue prisionera en la zona. Ella escucha desde la casa de enfrente y llora en silencio. Entre nuestras dos casas se sientan los guardias, fumando y bromeando.
1976, Estadio Panathinaikos: durante un concierto para Chipre, Maria Farantouri canta la canción para Athena por primera y última vez. Misteriosas, impenetrables son las formas por las que el Arcángel nos guía. Cuando estaba terminando el primer movimiento, la Sinfonía de Primavera, vi la figura brillante de Athena en el bosque de los sonidos. Su belleza me deslumbró. El sacrificio de Athena, la superación absoluta de los propios límites, se convierte en un cero erótico vivo y se disuelve en lo universal. Pero antes, ella había besado las naranjas con pasión, como si ocultaran toda la primavera en su jugo. Porque en la primavera, Athena transforma la muerte en un perro asustado, que está listo para seguir las huellas de la verdad, las huellas que conducen a la muerte. El tenue brillo del próximo verano en la noche. Athena, el fundamento de la Sinfonía de Primavera, finalmente se convierte en la Primera Sinfonía.
El tercer movimiento, andante con moto, allegro, tempo I, lleva el título de La Marcha del Océano. Está basado en el poema de Yannis Ritsos El camino que nos conduce junto a las alas de los ángeles que han pecado es misterioso. La escena cambia a un puerto por la noche. Allí comienza el viaje que proyecta su sombra sobre los barcos que pasan. El coro entra de nuevo, como un elemento de muchas caras, en el que cada voz se vuelve audible y luego desaparece: bajo las obscuras aguas del Océano.
Arrojaron luz, fugazmente, ahora sobre soldados con cascos, ahora sobre manos heridas como el perdón que llegó tarde. De repente, las cuerdas ocultan el horizonte. ¿Qué esconden? ¿Los prisioneros atados a las anclas, tal vez? ¿O los grilletes alrededor del cuello del horizonte? Medida por medida, nos hacemos una nueva pregunta: ¿seguiremos secretamente asombrándonos por la herida abierta del sol? Como un sueño dentro de un sueño, las semillas de las flores y las arterias fértiles de la primavera se levantarán de la suave tormenta del sonido. Eventualmente aparecerán los ceros eróticos. Por fin estamos listos para llevar la piedad de Dios a la perfección en el grito el MAR, el MAR, el MAR. ¿Cómo puedes dormir habiendo visto el mar? El círculo está cerrado. Volvemos al punto desde el que empezamos. Sólo los mástiles apuntan al infinito. Inmóviles sobre el puerto veremos las luces ahogadas en el agua.
El cuarto movimiento lleva como título Señora de los Viñedos. sobre el texto del poema de Yannis Ritsos Ahora tenemos el derecho de cantar. Lo hemos ganado después de una larga y penosa marcha. Con el estallido de la Primavera sentimos que hemos roto el espejo con el ídolo de nuestro rostro. El sonido se convirtió en un llanto, luego en un grito, y finalmente en silencio. Nos sentamos con Athena en la mesa de la cena. Luego nos perdimos en los caminos del océano. Descubrimos el mar y con él, la piedad de Dios.
Y todo eso solo para probar las cosas simples e insignificantes que la Señora de las Viñas tiene para ofrecernos, que nos convierten en pequeños Dioses. Un himno de alabanza y agradecimiento llena nuestra alma. Cantamos la canción mes tras mes, año tras año, siglo tras siglo. No es casualidad que haya utilizado la misma melodía del himno antiguo del centro de la Tercera Sinfonía como homenaje a Bizancio. Señora de los Viñedos, dama de pelo de cuervo : ¿es ella la tierra griega? ¿Es ella la Madre de Dios? ¿Es ella la abeja? ¿La naranja amarga? El tema en forma de himno de un nuevo Apolo, que continúa a lo largo del camino que Dionisio había comenzado a pisar. Sigue al poeta que podía destilar el dolor del mundo en el rocío fresco. Una gota, la Sinfonía, la Séptima, para llegar al séptimo cielo, para alcanzar el poder mágico de los pitagóricos. La gota: un microcosmos, en el que cualquiera puede entrar, aunque bajo el hechizo de la quietud en su corazón.
La “Sinfonía Nº 4" (Sinfonía Coral) para soprano, mezzosoprano, narrador, coro y orquesta sinfónica sin cuerdas, fue compuesta entre 1986 y 1987 para la Universidad de Atenas con motivo de su 150º aniversario. Se estrenó el 3 de mayo de 1987 en la sala Pallas de Atenas interpretada por una orquesta y coros, llamados Philharmonia, elegidos especialmente para esta obra bajo la dirección de Loukas Karytinos, con la soprano M. Drakopoulou, la contralto K. Morfoniou, L. Tasspoulou como narrador y D. Hatzigeorgiou al violoncelo solista.
En un principio Theodorakis había elegido los tres máximos exponentes de la tragedia griega, Esquilo, Sófocles y Eurípides para prestigiar a la Universidad de Atenas. Pero visto que la duración de los dos primeros movimientos era excesiva se vio obligado a omitir la tercera parte que presentaba el coro de Ajax de Sófocles.
La obra se basa en dos tragedias de Esquilo y Eurípides, que llevan los títulos de cada uno de los dos movimientos. La Sinfonía No.4 nos conduce al núcleo de la tragedia, que es el destino humano. Las sinfonías de Theodorakis no se caracterizan ni por el vanguardismo material puro, ni por la disociación estética. Son testimonios directos de la vida, las declaraciones de un hombre que nunca ha tratado de ocultar su participación interior y externa, un hombre que admite que ha sufrido y sigue sufriendo. Y al mismo tiempo son una declaración de oposición a la frialdad y falta de sentimiento de un método de composición que se basa principalmente en el cálculo matemático y se abstiene de la implicación emocional.
En sus notas Theodorakis sugiere que, debido a que el término sinfonía se deriva del griego, es mejor dejarlo en manos de un griego para definirlo y señala que su concepción de una sinfonía es análoga a un fresco, una pintura mural. La música no se convierte en un acontecimiento solo a través de la mente, pero sin la mente la música permanece incompleta. En la cuarta sinfonía, Theodorakis entreteje tres líneas de tradición: la tradición sinfónica con la integración de las voces en las obras sinfónicas, la tradición de grandes figuras trágicas de mujeres, que también recogía en sus obras escénicas, en sus óperas Medea, Electra y Antígona y finalmente la tradición de una percepción heleno céntrica de la historia, lo cual no implica una contradicción del carácter cosmopolita del compositor.
El primer movimiento lleva el título de Las Euménides de Esquilo. Intervienen los coros femeninos según la obra de Esquilo, aunque por necesidades artísticas use también voces masculinas. Corresponde a la tercera parte de la trilogía junto con Agamenón y las Coéforas.
Las Euménides son las diosas de la venganza que persiguen a la matricida Orestes. El tema de la obra es el de la purificación de las pasiones que devoran la familia real de los Átridas. En este texto sublime las angustias metafísicas y los conflictos de la ciudad se entrecruzan. La obra termina con la creación de una nueva institución, la del Areópago que simboliza el paso de una época mítica a la era histórica.
El segundo movimiento se titula Las Mujeres Fenicias según la obra de Eurípides. Utiliza el coro de Las Fenicias según la obra de Eurípides, presentando un amplio fresco pacifista. A pesar de que sea una de las piezas menos conocidas de Eurípides en la Europa Occidental, es representada regularmente en Grecia siendo muy apreciada. El tema de esta obra se inspira en una versión del mito de las Labdacidas, descendientes del rey de Tebas. Aparecen Edipo, Yocasta, Eleocles y Polinices, Creón, Antígona y otras figuras esenciales de nuestra cultura. La confrontación de sus caracteres apasionados contrasta con el fundamento ideológicamente pacifista. La expresión de la pasión humana ha caracterizado siempre la obra de Eurípides.
Las dos obras unidas forman una pieza masiva que transmite la tragedia griega clásica a través de la forma de una sinfonía coral moderna. De esto, se puede deducir que la forma sonata occidental convencional no es una preocupación para el compositor y que esta amplia obra en dos partes deriva su tensión y poder de sus antiguos textos griegos, siguiendo su propia lógica en lugar de reglas abstractas. No se puede negar la fuerza y la franqueza de la música de Theodorakis, que tiene poder en su partitura obscura, contrapunto austero, unísono masivo e inmensas sonoridades orquestales. Sin embargo, la música pasa de una sección a la siguiente sin mucha diferenciación de carácter, cambio de coloración o variación de textura, y el tono declamatorio pesado de la obra obvia casi todas las demás expresiones.
Los admiradores de la música orquestal de Theodorakis tomarán este trabajo en serio y apreciarán su compromiso con la cultura de su nación. Pero otros menos comprensivos con sus objetivos pueden encontrar esta composición difícil de digerir, por su tema sombrío dificultoso de apreciar, por su orquestación severa y la dificultad de concentrarse debido a su duración excepcional.
La primera ópera de Theodorakis "La Metamorfosis de Dyonisio" fue compuesta en 1985. Le seguiría "Medea" en 1990, "Elektra" en 1993, "Antigone" en 1996 y "Lysistrata" en 2001.
El Comité Olímpico Internacional presidido por Joan Antoni Samaranch le encargó una obra para los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en 1992. De este modo nació el "Canto Olímpico", una suite sinfónica en siete movimientos, para tenor, bajo, piano, coros y orquesta, con textos del propio compositor y de Dimitra Manda.
En 1993 compone el "Adagio para flauta, clarinete, trompeta y orquesta de cuerda" dedicado a las víctimas de la guerra de Bosnia. Un tema elegíaco de carácter romántico apasionado domina la obra.
La suite "Andalucía" para mezzosoprano y orquesta fue compuesta en 2009 sobre textos de Federico García Lorca que había utilizado en anteriores ocasiones.
Theodorakis ha continuado realizando campañas a favor de diversas causas humanitarias y por los derechos humanos, especialmente a través de conciertos. Campañas contra la energía nuclear después de la catástrofe de Chernóbil, oposición a la actuación de la OTAN en la Guerra de Kosovo o por la invasión de Iraq.
Cambiando su ideología comunista, en los últimos años apoyó al gobierno de Constantinos Mitsotakis llegando a ser ministro sin cartera en 1990.
[1] La Organización Panhelénica Unida de la Juventud, abreviado EPON era una organización de la resistencia griega, que estuvo activa durante la ocupación por las fuerzas del EJE durante la Segunda Guerra Mundial. Era el ala juvenil del Frente de Liberación Nacional.