Jan Václav Vorísek (1791-1825) nació el 11 de mayo de 1791 en Vamberk en Bohemia. Es otro compositor checo contemporáneo de Beethoven. Realizó los primeros estudios musicales con su padre, maestro de coro y organista. Estudió con Václav Tomásek en Praga y más tarde en 1813 se traslada a Viena donde además de cursar la carrera de Derecho, graduándose en 1821, estudia composición con Johann Nepomuk Hummel.
En 1814 conoció a Beethoven en Viena. Fue nombrado director de la orquesta de la Gesellschaft der Musikfreunde en 1818 y finalmente en 1823 organista de la corte, ganando en una competición a Franz Schubert.
Su corta vida no le permitió la creación de una gran obra. En el campo de la música sinfónica solo pudo componer dos sinfonías. La “Sinfonía en re mayor” Op.9 es una obra de juventud.
La “Sinfonía en re mayor” Op.24 fue escrita entre los años 1820 y 1821 en Viena con el título de “Primera Sinfonía”, siendo la única numerada de su autor. Su obra es un puente entre el clasicismo bohemio y el futuro nacionalismo checo. Su estilo deriva especialmente de Haydn con toques de Beethoven, cuya obra conoció en Viena.
El primer movimiento, allegro con brio, ya denota la influencia de Beethoven sobre las bases dejadas por Haydn y Mozart. Construido en forma sonata alterna entre un tema decidido y un segundo más relajado.
El segundo movimiento, andante, empieza con un apasionado tema resaltado por los timbales. En el amplio desarrollo después de una parte central más relajada, aumenta progresivamente el dramatismo, para luego apaciguarse llegando dulcemente al término del movimiento.
El tercer movimiento, scherzo, allegro ma non troppo, es la parte más interesante de la sinfonía, con su clara expresión romántica que ya anuncia a Mendelssohn en su tema rítmico. En el trío se escuchan característicos toques de las trompas.
El cuarto movimiento, finale, allegro con brio, también en forma sonata se basa en agitados temas, que nos conducen a su culminación en la coda.
Cuando estaba obteniendo el éxito con su obra se le declaró la tuberculosis, que lo llevó a la tumba el 19 de noviembre de 1825 en Viena.