Jordi Cervelló (1935-2022) nació en Barcelona el 18 de octubre de 1935. En 1941 empieza sus estudios musicales y de violín con Rosa García Faria y más tarde con Joan Massià. En 1952 estudia armonía y contrapunto. Posteriormente análisis orquestal e instrumentación con Josep Maria Roma.
Entre 1956 y 1960 realiza cursos de perfeccionamiento de violín en Milán con Franco Tufan y en el Mozarteum de Salzburg con Eugen Prokop. Un accidente de automóvil en Roma en 1960 no le permite continuar su carrera como violinista y decide dedicarse a la composición.
“Dos movimientos para orquesta de cuerda" fueron compuestos en 1965, estando dedicados a Vladimir Spikarov, que en el mes de mayo de 1988 la interpretó con la Orquesta Virtuosos de Moscú dentro del Festival Internacional de Música de la entonces Leningrado.
En el año 2002, por las gestiones realizadas por su ex alumno Albert Barbeta, estudiante del Conservatorio de San Petersburgo, Cervelló pudo grabar cuatro de sus obras para cuerda con la Hermitage Orchestra-Camerata de San Petersburgo dirigida por Alexis Soriano, entre ellas la obra comentada.
El primer movimiento, andante, es de carácter nostálgico e intimista. El segundo movimiento, allegro, studio, está basado en los ejercicios de técnica violinística de Otokar Sevcik, estando inspirado en los Opus 1, 7 y 8. Empieza de un modo inquietante y misterioso para después volverse más desenfadado, terminando regresando a la melancolía.
La "Fantasia concertant per a violí i orquestra" compuesta en 1969 subtitulada Homenatge als violinistas, se estrenó en Barcelona el 26 de septiembre de 1970, en una primera versión interpretada por la entonces Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Konstantin Simonovich y con Josep María Alpiste como solista, dentro del VIII Festival Internacional de Música de Barcelona. En 1999 se presentó una versión revisada de su orquestación.
Está motivada por su imposibilidad de poder seguir tocando el violín debido a su accidente. Según palabras del propio autor, es una música de corte expresionista en que realizo una fusión entre un tratamiento melódico cromático y amplios intervalos disonantes con armonías más tonales. Con respecto al instrumento solista he procurado tanto de servirme de sus cualidades lírico expresivas como de su diversidad técnica y virtuosística, en una especie de compendio de los recursos más utilizados por este instrumento. En cualquier caso, la obra está pensada para el goce del solista, para que disfrute con su instrumento y de este modo transmita con música luminosa esta vida lírica y al mismo tiempo agitada del violín.
Se trata de una obra abstracta identificada con la vida de un violín. Se inicia con una nota salida de la nada que va creciendo y relacionándose con la orquesta. Se desarrolla en una cadenza espectacular y termina marchándose, perdiéndose tal como había empezado.
Con "Sèqüències sobre una mort" para orquesta compuesta en 1970, en 1973 gana el Premi Ciutat de Barcelona. La Orquestra Ciutat de Barcelona bajo la dirección de Heinz Fricke la estrena en el mismo año. El propio compositor nos habla de su obra en el programa de mano de su interpretación el 12 de abril de 1980 por la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Joan Lluís Moraleda, dentro de uno de aquellos Taller de compositors catalans.
Con esta obra inicié una segunda etapa creativa en mi producción, dejando atrás una época de preocupación por la vertiente académica. A partir de aquí, me planteé el problema de la composición como un vínculo de plasmación emotiva, que de hecho es la base del lenguaje adaptado en estas Seqüencies.
Se trata de una música en la que se evocan recuerdos e impresiones de experiencias personales. La obra presenta una especie de bloques a manera de planos yuxtapuestos que ordenan el discurso de un modo tajante. Este se verá reflejado mediante procedimientos untracromáticos, los cuales, en bastantes pasajes, se resuelven en estructuras contrapuntísticas y algunos incisos rítmicos.
La primera seqüencia plantea una atmósfera meditativa y lejana. De esta surgen los violines primeros y segundos iniciando un breve pasaje de reducidos y concretos ámbitos cromáticos en forma de diálogo, preparando así la aparición, en la próxima seqüencia, de cierto murmullo cromático a cargo de la cuerda, en el cual se intercalan unos momentos de interrogación. Es un proceso ascendente hacia un desenlace material, físico. El bloque siguiente, refleja el aniquilamiento y la tristeza que de repente, nos llevará hacia una seqüencia contrapuntística y rítmica que pretende asentar la racionalidad. Seguidamente aparece la conformación y la serenidad melancólica, que son presentadas dentro de una atmósfera progresivamente íntima. Después, viene la transfiguración y la interrogación.
"Anna Frank, un símbol" para orquesta de cuerda fue compuesta en 1971. Estrenada en 1972 por la Young Israel Strings en el X Festival Internacional de Música de Barcelona. Una obra dramática inspirada en el célebre diario de Anna Frank.
"Clamor" es una obra para orquesta compuesta en 1972 pero revisada en diversas ocasiones hasta su versión definitiva de 1974. Se estrenó el 3 de febrero de 1979 en el Palau de la Música Catalana interpretada por la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Sidney Harth.
Como dice su autor en el programa de mano de su estreno, se trata de una composición inspirada en el dolor, la miseria y la humillación de los hombres que son víctimas de otros hombres. No me importa confesar que los sentimientos que deseo transmitir mediante esta obra, son los experimentados a través de los documentos y testimonios que han llegado a mis manos sobre los campos de exterminio nazis. La obra no tiene ninguna pretensión moralizante. Lo que pretende realmente es la expresión de la impotencia del hombre corriente delante de esta constante histórica, cuando la especie humana se vuelve contra ella misma.
Este ciclo constante que intenta buscar su apología en la propia historia, se traduce al pentagrama por un movimiento enterrado y siempre reemergente de un estado de ánimo colectivo.
Se inicia con una introducción lenta, temerosa y expectante que desemboca en un proceso imparable. En el desarrollo de este proceso, surgen tensiones y distensiones que presentan diversas culminaciones, las cuales reflejan la siempre incomprensible brutalidad humana. La conclusión llega con una progresiva extinción a modo de lamento, que termina sumergiéndose en la obscuridad.
No creo necesario especificar más detalladamente el contenido intencional de una música que el oyente, con todo lo que acabo de exponer y con los numerosos hechos existentes con relación a este tema, puede por sí mismo enriquecer con sus propias sugestiones.
“Concerto Grosso" fue compuesto en 1973 y estrenado el 7 de mayo de 1981 por los Solistes de Catalunya. Según el comentario de su autor dentro del programa de mano, del concierto interpretado en febrero de 1986 por la Orquestra de la Ciutat de Barcelona bajo la dirección de Salvador Mas, que reproducimos a continuación.
Fue como un paréntesis, un relajamiento en una época en que me encontraba sumergido en preocupaciones dramáticas. En aquellos años, pues, compuse Anna Frank, un símbol y Clamor. Siendo la cuerda para mí un elemento primordial de expresión, me he sentido siempre inclinado hacia los géneros musicales basados principalmente en las posibilidades sonoras. Siempre me ha fascinado el poder expresivo de las cuerdas, una simple nota larga y tranquila puede evocar la más sutil lejanía.
El Concerto Grosso, como es sabido, es una de las formas instrumentales más características de la época barroca. Los grandes maestros que la cultivaron estaban presentes en mi espíritu cuando me puse a trabajar en esta partitura. Casi podría decir que se trata de un homenaje a dos de mis autores preferidos, Arcangelo Corelli y Händel.
Mi Concerto Grosso está estructurado en cuatro movimientos siguiendo las directrices del concerto grosso barroco, que oponen un concertino formado por dos violines y un violoncelo a un ripieno constituido lógicamente por el resto de la orquesta. Esto se acentúa principalmente en los movimientos rápidos, mientras que en los lentos existe una casi total fusión con la orquesta.
El primer movimiento, adagio, está basado en una larga melodía de carácter pensativo, que se desarrolla con cierto dramatismo, siguiendo el estilo modernista personal de su autor, llegando a su clímax para después relajarse en su parte final.
El segundo movimiento, allegro, situado entre dos movimientos lentos, contrasta por su ritmo vivo. Iniciado mediante un fugato bastante disonante sigue las líneas rítmicas del barroco. Dividido en tres secciones en su parte central más relajada las disonancias son más evidentes. Pero pronto recupera el ritmo inicial con alguna interrupción, que nos conduce a una dinámica coda.
El tercer movimiento, largo, nos presenta un lirismo expansivo. Un tema amplio de carácter lírico se desarrolla impulsado por el grupo solista en una línea melódica bastante clara, terminando después de una mayor expresividad con un retorno al sosegado comienzo.
El cuarto movimiento, presto, es de carácter vivo, en el que un constante Saltarello le confiere el carácter de un moto perpetuo. Un dinámico motivo que nos recuerda la época barroca.
En 1981 inicia su colaboración como crítico musical del periódico El País, una actividad que conservará hasta 1989.
“Vers l'infinit" para orquesta sinfónica compuesta por encargo del Ayuntamiento de Barcelona entre los años 1982 y 1983, se estrenó el 19 de enero de 1985 en el Palau de la Música Catalana interpretada por la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Antoni Ros Marbà, a quién está dedicada.
Es un poema sinfónico inspirado por L'infinit del poeta italiano Giacomo Leopardi (1796-1837). Empieza mediante frases recurrentes en forma interrogativa. La tensión va creciendo mediante largas frases sinuosas interpretadas progresivamente por toda la orquesta. La escritura adquiere una gran densidad armónica con cierto carácter impresionista. En la sección final de escritura más romántica podemos apreciar una repetida cita clásica al parecer de Mendelssohn.
El propio compositor comenta su obra en las frases siguientes. Cuando hace algunos años tuve la ocasión de leer los poemas agrupados en el libro "Canti" de Giacomo Leopardi, el gran poeta romántico italiano, se me despertó una especial admiración hacia este poeta. De todos estos poemas, fue L'Infinit el que me produjo un mayor impacto, que no me abandonó desde entonces. En sus versos encontré algo muy mío, de una sorprendente analogía con mis pensamientos más íntimos.
Me decidí hace unos cuatro años a escribir Vers l'Infinit inspirándome en estos bellísimos poemas. Intenté traducir musicalmente los pensamientos del poeta de Recanati, a pesar de que en el pentagrama no se describen paso a paso los quince versos que se recogen en L'Infinit. Dicho de otra forma, intenté asimilar los versos de Leopardi para traspasarlos a mi personalidad musical. No se trata, pues, de una obra programática, sino de una recreación libre de unos estados de ánimo provocados por dicho texto. He procurado tratar la orquesta del modo más concreto y compacto posible, para que las ideas vayan adquiriendo presencia y no se diluyan, evitando cualquier ambigüedad.
El poema sinfónico en un solo movimiento se puede dividir en tres grandes bloques o secciones. El primero sirve de relajación y meditación, del cual emerge un molto adagio con el cual, progresivamente, se inicia el segundo con un largo proceso de inestabilidad, expectante al principio y que después se sumerge dentro de la variedad de los tempi, adquiriendo cada vez más un mayor impulso dramático. De esta segunda sección, que culmina con un amplio acorde orquestal, surge la tercera y última parte. Después de unos momentos de respiro expresivo y una vez la orquesta aliviada, penetramos en una atmósfera más transparente, un tranquilo Moderato que irá tomando cuerpo mediante diversas afirmaciones de la masa orquestal. El nombrado Moderato aparece nuevamente sumergiendo ahora a la orquesta dentro de un acentuado perfil romántico, insinuado a lo largo de la obra, hasta su desvanecimiento.
"Un cant a Pau Casals" para cuerda compuesta en 1991 con motivo del 20º aniversario de la muerte de Casals, fue encargada por la Olimpiada Cultural para una orquesta de violoncelos. Se estrenó en 1992 en la Sala Oval de Montjuic con Lluís Claret como solista en presencia de los Reyes de España durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Después se interpretó en Vendrell delante de la tumba del maestro en 1993.
El “Concertino per a violí i cordes" fue compuesto en 1993 dedicado al violinista Gerard Claret y a la Orquestra Nacional de Cambra d'Andorra. Según dice el compositor, pertenece a una época en que sentí la necesidad de expresarme con un lenguaje más directo y diáfano. Esto repercutió en la búsqueda de una técnica natural y de cómoda ejecución para el intérprete. Mi primera obra de esta nueva forma fue el Concertino.
El primer movimiento, allegro burlesco, se inicia mediante una breve introducción lenta de carácter interrogativo con la intervención del solista. Sigue con un tema vivo de ritmo distendido y juguetón. Su desarrollo sigue unas líneas melódicas claras. La recapitulación del tema nos conduce a la coda iniciada por el solista.
El segundo movimiento, adagio cantabile, adquiere la forma de una berceuse, que enlaza con la cadenza para el solista. El tema de carácter lírico se desarrolla de un modo natural impulsado por las notas del violín.
El tercer movimiento, cadenza, presto, después del solo para el violín, se basa en la temática del primer movimiento, introduciendo dos nuevos elementos rítmicos de carácter ternario y más rápidos.
“Gemini" para violín, violoncelo solistas y cuerdas, compuesto entre 1997 y 1998 fue un encargo del Gobierno de Andorra. Se estrenó en el Auditori Nacional d'Andorra con Gerard y Lluís Claret como solistas.
El primer movimiento, adagio, es de carácter íntimo. Se inicia con una alusión a las cuerdas abiertas de la guitarra, para continuar con un amplio diálogo de carácter tranquilo entre los dos solistas.
El segundo movimiento, divertimento, es de una mayor complejidad con un carácter básicamente rítmico, interrumpido por secciones más meditativas, especialmente en su sección central.
Según dice su autor el violín y el violoncelo solistas establecen un discurso de carácter virtuosístico e irónico en que se mezclan momentos de nostalgia y dramatismo. Tres notas que forman un intervalo de tercera menor ascendente y otro de cuarta disminuida descendente constituyen la célula rítmica que domina el movimiento. Una cadenza de los solistas conduce a un final alegre y gozoso.
"Divertimento 2002" es una obra para orquesta compuesta en 2002, encargo de la OBC, l’Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya. Estrenada por dicha orquesta dirigida por Hans Graf.
El "Concierto para violín y orquesta" fue compuesto en el año 2003. Estrenado en 2005 en el Teatro Monumental de Madrid, con Markus Placci como solista y la Orquesta Sinfónica de RTVE dirigida per Uwe Mund.
El primer movimiento, moderato, allegro, empieza de modo lírico para continuar de un modo más agitado empleando un lenguaje cromático modernista. Termina dulcemente después de la cadenza del solista.
El segundo movimiento, adagio pocco sostenuto e leggero, empieza con un tema meditativo iniciado por el violín solista. Música cromática que va aumentando su expresividad hasta regresar a su tranquilo comienzo.
El tercer movimiento, finale, scherzo, nos presenta una sección rítmica agitada. Una cadenza del violín actúa a modo de trío terminando con una rítmica coda. Un concierto de estilo neoclásico escrito con el moderno lenguaje propio del compositor.
"Ybris" compuesta entre 2004 y 2005. Es un poema dramático estrenado en Madrid dentro del ciclo Música y Mito de la Orquesta Nacional de España con Josep Pons como director. La misma obra se presentó en el Palau de la Música de Barcelona, en Diumenges al Palau, con la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk dirigida per Thomas Sanderling.
"Voci della natura" es una obra orquestal compuesta en 2006. Una obra de carácter bucólico y apacible en la que se describen los murmullos del mundo natural, la vegetación, los árboles, las plantas, las flores, los arroyos, las tormentas y de manera especial el canto de los pájaros. En esta obra emergen todos estos sonidos en sus más diversas variaciones. Para su composición fueron muy importantes los encuentros entre el autor y la especialista en sonidos naturales Eloïsa Matheu, que ha hecho grabaciones por medio mundo prestando una especial atención al canto de los pájaros.
El 25 de setiembre de 2006 recibe la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya. En el año 2008 Jordi Cervelló hace donación de su archivo y fondo musical a la Biblioteca de Catalunya.
El “Concertino per a clarinet i cordes" fue compuesto en 2009. Es la versión para clarinete del anterior "Concertino per a violí i cordes" compuesto en 1993. Además del comentario que puede leerse en el apartado correspondiente, añadimos unas notas escritas por su compositor.
Se trata de una partitura amable y con un toque virtuosístico cuya principal preocupación ha sido crear una atmósfera distendida en la que el solista y la orquesta puedan desplegar con espontaneidad sus capacidades técnicas y expresivas.
Una obra con similar duración de los conciertos del barroco y dividida en los tres movimientos típicos del mismo periodo, dos de rápidos, enmarcando uno lento. Los dos primeros, Allegro burlesco y Adagio cantabile se desarrollan de acuerdo con el esquema A, B, A. El tercero se inicia con una cadenza del solista que recoge material temático del movimiento lento precedente, enlazando sin interrupción con el Presto que utiliza, como idea principal, el dibujo melódico que abre el Allegro burlesco, pero con más decisión y con compás ternario. Una nueva cadenza del clarinete nos conduce a la jovial y breve coda final.
El "Concierto para piano, instrumentos de viento, contrabajo y percusión" fue encargado en el año 2009 por la Banda Municipal de Barcelona, para la conmemoración de su 125º aniversario, siendo estrenado por dicho conjunto en 2011.
El "Concerto di maggio para piano y orquesta" fue compuesto en 2010. En el mismo año recibe el Premio Nacional de Música por sus composiciones.
"Ofrena a Franz Schubert" para orquesta de cuerda fue compuesta en 2012. Está basada en los tres temas principales del Allegro moderato de la Inacabada de Schubert y en alusiones de algunos de sus cuartetos.
Ofrena a Franz Schubert es una reflexión de mi profundo acercamiento a la música de Schubert, por la que siempre he sentido una especialísima atracción. El tema principal de la Inacabada se presenta ya en el inicio, pero dentro de un pasaje forte y cantabile. El discurso seguirá, a mi manera —un Schubert y yo—, en un tempo y dinámicas cambiantes donde se combina la reflexión y la inquietud.
La última parte es un episodio en divisi, cada vez más sutil, en el que aparece el murmullo de semicorcheas que Schubert utilizó ya al inicio del movimiento, justo después de la silenciosa presentación del tema principal. Poco a poco, la música se coloca en el registro agudo y será un violín el que concluirá la obra con un tremolo de Mi bemol en el registro sobreagudo, que se irá perdiendo en el espacio.
"Natura contra Natura" compuesta en 2012 se estrenó en L'Auditori de Barcelona el 17 de marzo de 2017, interpretada por la OBC dirigida por Jaime Martín. Está motivada por el comportamiento de una buena parte de los hombres contra la naturaleza y la propia especie.
El primer movimiento, Sons de natura, describe de manera idílica los diversos momentos del día, desde el alba hasta el crepúsculo, con los pájaros cantores como principales protagonistas. El canto de una única ave abre y cierra este recorrido, al cual se van añadiendo todos los demás con combinaciones de sonidos y ritmos diversos.
El segundo movimiento, Clam, cambia totalmente el ambiente. El clima es violento y difícil, con una instrumentación fría, dura y de una agresividad que no admite la compasión y en la cual tiene una importancia especial la percusión. Por otra parte, la cuerda cumple una doble función. Hace de motor inexorable e ilustra los lamentos de las víctimas que piden piedad. Dos golpes mortales dan paso a la coda, desolada y resignada.
El tercer movimiento, Elegía, de carácter lento, expresa la tristeza del compositor por tanta devastación y humillación. Emocionada, la sección de cuerda conduce a un final en el que surge una brizna de esperanza.
Cervelló también ha escrito música instrumental y de cámara, como "Fid'l" para violín y piano de 1973, unas variaciones tonales sobre un tema judío, los "Cuatro Capricci para violín solo" de 1998, "Preludiando" para piano de 2004 o el "Quartet Sant Petersburg" escrito entre 2010 y 2012.
Impactado por la violencia policíaca del Primero de Octubre compuso "Les cárreges", obra orquesta de unos 18 minutos que se estrenó el 24 de enero de 2021 en el Auditori de Barcelona, interpretada por la Banda Municipal de Barcelona dirigida por Salvador Brotons.
Jordi Cervelló murió en Figueres el 2 de septiembre de 2022