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Peter Mennin (1923-1983) nació en Erie, Pennsylvania el 17 de mayo de 1923. Acortó su nombre de origen italiano Mennini a Mennin, para distinguirse de su hermano mayor, también compositor Louis Mennini. Empezó a estudiar música a los siete años. Atraído por la composición experimentó muy pronto con sus formas. En 1939 ingresó en el Oberlin Conservatory, estudiando composición con Normand Lockwood.
Durante la Segunda Guerra Mundial prestó sus servicios en la U.S.Army Air Force. Luego terminó sus estudios en la Eastman School of Music, graduándose en 1945 y doctorándose en 1947. Había estudiado con Bernard Rogers y Howard Hanson.
La “Sinfonía Nº 1” fue compuesta en 1942 durante la guerra. Se estrenó en la Eastman School cuando volvió de prestar sus servicios militares. Considerada como un ensayo de juventud el propio compositor la retiró.
La “Sinfonía Nº 2” compuesta en 1944 se estrenó públicamente interpretada por la New York Philharmonic Orchestra, el 27 de marzo de 1945, dirigida por Leonard Bernstein. Uno de sus movimientos ganó el Primer Premio Gershwin Memorial y en el mismo año la obra recibe el Bearns Prize de composición de la Columbia University.
La “Sinfonía Nº 3” terminada el 17 de mayo de 1946 como tesis doctoral, se estrenó el 27 de febrero de 1947 interpretada por la New York Philharmonic Orchestra dirigida por Walter Hendl. Esta obra lo hizo conocer mundialmente al ser interpretada en Europa y dirigida por eminentes artistas como Mitropoulos, Szell, Rodzinski y Schippers entre otros.
En 1947 ingresa en la cátedra de composición de la Juilliard School en la ciudad de New York, donde estará hasta 1958, al ser nombrado director del Peabody Conservatory.
La “Sinfonía Nº 4” (The Cycle) fue compuesta entre 1947 y 1948, siendo una obra para coro y orquesta. La letra se basa en su propia poesía, siendo un encargo de la Collegiate Choral. La estrenó dicha coral con miembros de la New York Philharmonic Orchestra, dirigida por Robert Shaw.
La “Sinfonía Nº 5” fue compuesta en 1950 para la Dallas Symphony Orchestra. La estrenó dicha orquesta el 2 de abril de 1950 dirigida por Walter Hendl. Está orquestada para piccolo, dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, tres percusionistas y cuerda.
El primer movimiento, con vigore, empieza de modo dramático. Las primeras notas se repetirán en el último movimiento. Un tema enérgico con fuerte ritmo forma la base del movimiento. El tema se desarrolla de modo contrapuntístico, apareciendo breves referencias al motivo inicial.
El segundo movimiento, canto, tiene la forma de lied, como se desprende de su título. Un tema lírico lento, expresando una súplica, es presentado por el oboe. Se desarrolla pasando al resto de instrumentos de viento, usando formas polifónicas, que nos conducen a un intenso climax introducido por la cuerda. Después vuelve al reflexivo inicio, terminando con calma.
El último movimiento, allegro tempestuoso, se inicia de modo tumultuoso con presencia del metal y la percusión. Un tema decidido es desarrollado en forma de canon, con numerosas variaciones rítmicas. Un segundo tema de carácter contrastante, derivado del anterior, es presentado por la cuerda, pero es pronto anulado por el empuje de la idea inicial. El tema continúa su avance empujado por la percusión.
Una sinfonía expresando la fuerza de la juventud nos muestra un estilo personal con gran poder expresivo, realizado con una música accesible, que convierte a esta obra en una de sus sinfonías más atractivas.
Mientras se encontraba escribiendo su próxima sinfonía, recibió un libreto para una ópera, sobre la novela Moby Dick de Herman Melville. Interesado en la novela no deseó escribir una ópera, pero realizó una pieza orquestal inspirada en ella, “Moby Dick” en 1952.
La “Sinfonía Nº 6” fue terminada en 1953 cumpliendo un pedido de la Louisville Orchestra. Se estrenó el 18 de noviembre de 1953 interpretada por dicha orquesta dirigida por Robert Whitney. En el año 1955 Dimitri Mitropoulos la presentó en New York.
El primer movimiento, maestoso, allegro, empieza con calma con un tema sereno, pero gradualmente crece su turbulencia, empleando duras líneas contrapuntísticas. El estilo se ha vuelto más agresivo, si la comparamos con su anterior sinfonía.
El segundo movimiento, grave, vuelve a la tranquilidad, pero el ambiente continúa siendo sombrío. Un tema amplio se desarrolla como un canto fúnebre con gran sequedad emotiva. Como dijo su autor, se trata de una música tremendamente seria. Después de llegar a un duro climax la música es conducida a la tranquilidad inicial.
El último movimiento, allegro vivace, retorna a la violencia del primer movimiento. Un tema potente con características agresivas, se enfrenta con otro más lírico en forma de tensa coral. En la coda final se observa un carácter más esperanzador, introduciendo un signo de triunfo.
Si observamos la obra estructuralmente veremos que es muy similar a la anterior, pero el lenguaje se ha vuelto más duro, resultando una obra densa, poco accesible. A pesar de tener solamente 30 años cuando la escribe, da la impresión de ser una obra de un compositor más maduro.
En 1956 compone un “Concierto para violoncello y orquesta” para el 50º Festival de la Juilliard School of Music, en el que usa ampliamente las posibilidades melódicas del instrumento. Sucediendo a William Schuman, Mennin es nombrado en 1962 presidente de la Juilliard School, un cargo que conservará hasta su muerte en 1983. Como compositor se dedica a escribir siempre una música de gran seriedad, huyendo de todo sentimentalismo y frivolidad.
La “Sinfonía Nº 7” (Variation Symphony) fue compuesta en 1964 para la Cleveland Orchestra. Se estrenó el 23 de enero de 1964 interpretada por la citada orquesta dirigida por George Szell. Está escrita en un solo movimiento.
La “Sinfonía Nº 8” fue compuesta en 1973. Se estrenó el 21 de noviembre de 1974 interpretada por la New York Philharmonic Orchestra dirigida por Daniel Barenboim. Dividida en cuatro movimientos, cada uno de los cuales lleva un título tomado de la Biblia.
El primer movimiento, sostenuto, se titula In principio, intentando expresar el origen del universo. Empieza de un modo estático, que va creciendo empleando grandes líneas contrapuntísticas que nos llevan a potentes clusters sonoros. Termina con la sonoridad inicial que nos lleva a una estática coda.
El segundo movimiento, allegro con moto, lleva el título Dies irae. La ira divina está expresada mediante una enérgica utilización de breves frases sonoras. El uso de la percusión aumenta este estado de ansiedad, que nos conduce a fuertes erupciones sonoras. Se trata de un scherzo compuesto de un modo muy libre.
El tercer movimiento, adagio, se titula De profundis clamavi. Empieza con un tema sombrío como corresponde a su título. Se desarrolla empleando líneas polifónicas hasta llegar a su climax, con una dura sonoridad completamente atonal. En la última sección recupera el tema sombrío inicial.
El último movimiento, allegro vivace, lleva el título Laudate Dominum. Empieza mediante breves frases enérgicas. La entrada de la percusión produce un tremendo sentido de agitación. Fragmentos de motivos rítmicos impulsan el movimiento hacia adelante, dándole un aspecto de optimismo. Su americanismo se delate por estos ritmos libres propios del cool jazz. Termina con una coda en la que se produce una afirmación tonal.
La “Sinfonía Nº 9” fue compuesta en 1981, para el 50º aniversario de las temporadas ofrecidas por la National Symphony Orchestra. Se estrenó en la ciudad de Washington el 10 de marzo de 1981 con la citada orquesta dirigida por Mstislav Rostropovich.
El primer movimiento, lento non troppo, empieza de un modo misterioso mediante frases vacilantes. Luego va aumentando la potencia de las frases, llegando a poseer una gran energía en sus climax de carácter masivo. En la última parte, como es habitual en el compositor, vuelve al misterio inicial.
El segundo movimiento, adagio arioso, os presenta una melodía de carácter elegíaco, interpretada por la cuerda de manera homofónica. A pesar del estilo progresista empleado por el compositor, este movimiento posee un fuerte fondo romántico. Nos muestra un profundo dolor pero expresado muy dignamente. Compuesto a modo de premonición antes del desarrollo de su fatal enfermedad, este movimiento se usó en su propia ceremonia fúnebre.
El último movimiento, presto tumultuoso, nos presenta a la orquesta desatada en un puro paroxismo sonoro. Breves motivos sonoros son impulsados por un tumultuoso ritmo irregular. La percusión contribuye con sus fuertes intervenciones. Toda esta energía nos conduce a una determinante coda.
Su última obra es el “Concierto para flauta” terminado en 1983. Mennin muere en la ciudad de New York el 17 de junio de 1983. Su música clasificada en un grupo mixto, que emplea un estilo moderno serio, no pertenece a ninguno de los dos grupos conocidos de la segunda mitad de siglo. No es un conservador que realiza una música accesible para el gran público, ni un radical académico apreciado en los círculos más progresistas. Su estilo se hace más cromático con el paso del tiempo, empleando una polifonía casi renacentista, pero con un centro, a pesar de usar múltiples disonancias, esencialmente tonal.